En muchos países, principalmente en sur y centro América, aproximadamente el 70% de los asesores inmobiliarios trabajan de forma independiente; esto quiere decir, que trabajan desde sus casas, desde una oficina de abogados o una oficina tradicional. Bajo esta modalidad los asesores se libran de pagar impuestos y todos los honorarios que generan son para ellos. Regularmente, no están registrados como (TI - Trabajadores Independientes) o autónomos como se les llama aquí en España.
Esta práctica no es muy común en Europa y EE. UU., aunque en estos países ya existen agencias inmobiliarias virtuales con todas las herramientas y plataformas tecnológicas necesarias para emplear a todas aquellas personas que desean iniciarse en este sector de forma independiente. Las condiciones básicas para entrar en estas agencias son:
Estar regularizado como autónomo (En España) o trabajador independiente (TI) en otros países.
Pagar una cuota mensual a cambio de la asesoría que recibes y de las herramientas que te facilitan para realizar el trabajo inmobiliario.
Pagar un porcentaje de los honorarios que generes por el cierre de todas y cada una de tus operaciones inmobiliarias.
Entre otras condiciones...
¿Te hago una sugerencia?
Para comenzar a trabajar como AII, lo primero que tienes que tener en cuenta es el hecho de que el sector inmobiliario no es como otros sectores del comercio donde si tu vendes un producto o servicio hoy, mañana mismo te pueden llover los clientes; dependiendo lo que vendas ¡claro está!; en este sector las ventas tardan más en llegar, los arriendos salen más rápidos, pero nunca se sabe cuándo llegará el inquilino o arrendatario ideal para cerrar el alquiler de un inmueble, así que, por mi experiencia en esta modalidad te comento lo siguiente:
Si no tienes el dinero suficiente para sostener tu economía durante dos o tres meses, mejor trata de entrar en una agencia y luego, cuando sientas que cuentas con la experiencia y los recursos necesarios, entonces, te puedes lanzar al charco.