De forma análoga a lo que hicimos en el tema de la motivación del alumnado, entre todos tuvimos una lluvia de ideas o debate sobre si mandar o no deberes para casa. Con mi compañero Víctor aporté las siguientes ideas a favor y en contra, respectivamente.
La respuesta a si mandar deberes es bueno o malo, como vimos en clase, supongo que es depende. Pueden resultar positivos si estamos coordinados con los demás profesores y no abruman a nuestros alumnos, es decir, se ajustan a sus capacidades. Lo que saco en claro es que no son imprescindibles y hay que inculcar tanto a alumnos como a padres que, de haberlos, los deberes son única y exclusivamente tarea de los estudiantes y no pasa nada si no saben hacerlos. De hecho, el principal aspecto positivo que tienen es que permiten al profesor ver el grado de comprensión que tiene la clase sobre lo que se ha trabajado, pudiendo así marcar mejor el ritmo de los aprendizajes.
Y, de nuevo, como vimos con los frikiexamenes, cuanto más divertidos y motivadores sean los deberes... ¡mejor!. Analizar los problemas de física de las pelis es una buena opción, ¿no?
Nosotros también hemos tenido deberes divertidos, como observar qué le ocurría a nuestro llavero si le daba la luz del sol, ¡es fluorescente!