El objetivo SMART viene del acrónimo que significa que un buen objetivo debe de ser específico, cuantificable, alcanzable, relevante y con límite de tiempo. Permite crear objetivos eficaces optimizando recursos materiales, recursos humanos y tiempo.
La gran estrategia se debe traducir en planes específicos, que determinan cuáles son los objetivos a corto, mediano y largo plazo (de 1 a 5 años) de la organización.
Para poder plantear un objetivo eficaz, debe de tener las siguientes características:
Ser específico en lo que se está planteando, tener bien determinado qué se quiere lograr con el objetivo.
Debe de ser cuantificable para saber si se está logrando o no.
Ser realistas con lo que se quiere lograr, para eso se debe de hacer un análisis sobre los recursos con los que se cuentan y así poder adaptarse a la situación.
Para ser relevante debe de estar alineado con los objetivos generales de la organización.
Se debe fijar una fecha límite para analizar los resultados obtenidos, así se podrán hacer modificaciones terminando la fecha establecida.
Un OKR es la nueva forma de crear objetivos claros medibles, incorporan “brújulas” que nos indica si estamos en la ruta correcta (“Key Reults”) estos ayudan a correlacionar tareas medibles, en el día a día, que nos llevaran al cumplimiento de los objetivos.
Para poder plantear los OKR's se pueden tomar los siguientes pasos:
Determinar los objetivos con metodología SMART.
Determinar cuáles serían los resultados clave (Key Results KR's).
Unir 1 objetivo SMART con todos los KR's.
Medir cada OKR individualmente y el promedio es de todos los OKR's es el % de cumplimiento del objetivo.