Es el “compromiso, incluso frente a la adversidad, a seis valores fundamentales: honestidad, confianza, equidad, respeto, responsabilidad y coraje [valentía]. De estos valores fluyen principios de comportamiento que le permiten a las comunidades académicas traducir ideales a acción” (ICAI, 2017, párr. 1).
En la Universidad Panamericana, tanto profesores como alumnos, tenemos el deber constante de vivir estos valores, al tomar decisiones que reflejen conductas que estén basadas en la integridad académica. En otras palabras, nos referimos a acciones que vayan en contra del plagio, del hacer trampa, de la deshonestidad académica, de la colaboración inapropiada en artículos de investigación o en trabajos académicos, de la copia en exámenes, de la compra de trabajos académicos, de fallos éticos producidos en los procesos de investigación, entre otros.
El profesor UP es íntegro cuando promueve el aprendizaje centrado en la persona y cuando se conduce de manera ética y honesta en su enseñanza y en la investigación que realiza. En la universidad, la enseñanza y la investigación son las actividades centrales del docente. Como profesor, debes llevar a cabo estas dos tareas con sentido ético en tu conducta vital y profesional.
El profesor UP íntegro es aquel que:
El alumno UP es íntegro cuando actúa conforme a principios éticos. En la universidad, dos actividades fundamentales del alumno son la de escribir y la de proponer ideas propias. Los estudiantes pueden sentirse agobiados por la cantidad de tareas y proyectos que deben cumplir. Sin embargo, la universidad espera de ellos que actúen con integridad y honestidad en la elaboración de sus trabajos académicos, en todas sus actividades académicas y en el ejercicio de su persona.
El alumno UP íntegro es aquel que:
Desde febrero 2018, la Universidad Panamericana es miembro del Centro Internacional para la Integridad Académica (ICAI, por sus siglas en inglés). El ICAI “cultiva culturas de integridad en comunidades académicas por todo el mundo [y] ofrece recursos, servicios de evaluación y consultoría a sus instituciones miembros, y facilita conversaciones críticas sobre la integridad” (2017, párr. 1).