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Las criptomonedas en Venezuela es un tema muy controversial, debido a las distintas opiniones de los venezolanos respecto a las criptomonedas.
En el año 2009, cuando empezó oficialmente la minería en el mundo gracias al bitcoin, la tecnología blockchain no aparecía en Venezuela. Una característica que hizo de Venezuela un lugar propicio para la minería es el costo de la energía. El bitcoin posee una peculiaridad, la cual es, para realizar la actividad de minería se utilizan procedimientos de encriptado y desencriptado, de allí el término criptomoneda. Este proceso consume energía eléctrica y recursos computacionales.
La energía en Venezuela es muy económica, en parte por los constantes subsidios que utiliza el estado junto con la regulación de tarifas establecidos por ley en la Gaceta Oficial. Esto ha logrado el detrimento del servicio eléctrico, pero a cambio, los habitantes de Venezuela pagan un costo casi simbólico por la energía. Por ello, numerosas personas han decidido formar parte de la red de minería del bitcoin u otras criptomonedas, porque lo que necesitas para minar es recursos computacionales y energía eléctrica.
En principio, esto resultaba atractivo para los integrantes de la red bitcoin, pero ciertas restricciones aplicaban. De acuerdo al artículo 318 de la constitución venezolana, en el territorio venezolano sólo debe circular las monedas aprobadas por el Banco Central, y el bitcoin no era una de ellas. Por lo que la actividad de minería no correspondía a una actividad ilegal, pero comerciar con bitcoins sí. Esto generó la persecución de numerosas personas que se veían inmersos en esta actividad. Otro de los puntos en contra era el consumo de electricidad. La electricidad está regulada en zonas residenciales, por lo que si ocurre un aumento en el consumo es penalizado.
A pesar de ello, diversas empresas empezaron a denominar el bitcoin como un bien, no como una moneda, de tal forma que se pudiese comprar y vender. Uno de estos ejemplo es la empresa colibit, la cual aplica el cobro de impuestos venezolanos por cada intercambio de bitcoins, permitiendo reportar ganancias al estado Venezolano, por impuestos al valor agregado. Han surgido diversas páginas como Bitcoin Venezuela, que posee información relevante sobre el mundo del Bitcoin. También se encuentran diversas páginas como Criptonoticias.com, que cuentan entre su grupo de numerosos editores venezolanos como Jackeline Rivero o Zuleika Salgado, entre otros.
En Venezuela, las criptomonedas se ha vuelto presente, y actualmente cuenta con varias criptomonedas, entre ellas, el Onix, el Cloudcoin, el Sucre y el Petro. El Onix fue creada por Ángel Salazar, Ingeniero Industrial y actualmente con su slogan “la nueva era financiera”, constituye a una de las primeras criptomonedas del país. El Cloudcoin, creada por el ingeniero en informática venezolano Anderson Guzmán y a pesar de que su slogan es “no somos una criptomoneda, somos la moneda de la nube”, también está presente en el mercado. Y hasta el propio gobierno ha decidido incurrir en este mundo, primero con el Sucre, una criptomoneda a pesar de ser elaborada en México, se encuentra diseñada para el uso del gobierno venezolano y algunos países latinoamericanos, respaldado por el Sistema Unitario Compensación Regional de Pagos y el Banco Central de Venezuela, o el Petro, que a pesar de tener opiniones diversas al respecto (Hardy, 2018), corresponde a una de las criptomonedas del país.
Actualmente numerosos venezolanos participan en el mundo de las criptomonedas, y corresponden a un medio alterno de protección contra la inflación presente en la economía venezolana
Para saber sobre los proyectos venezolanos (o relacionados con Venezuela) sobre criptomonedas
Referencias: