Índice

1. Las iniciativas de paz desde y para excombatientes de las FARC en Colombia: propuesta de análisis zonal  

2. Zona 3: zona Central: principales iniciativas de paz desde y para excombatientes de las FARC

3. Algunas conclusiones sobre los alcances, amenazas, desafíos de las iniciativas de paz en la zona central colombiana

1. Las iniciativas de paz desde y para excombatientes de las FARC en Colombia: propuesta de análisis zonal

El trabajo investigativo realizado por el Observatorio durante los últimos meses rastreó 172 iniciativas de paz desde y para excombatientes de las FARC-EP. De ellas, un alto número han surgido como voluntades locales de transformación sectorial y han transitado ámbitos variados de las necesidades contextuales de distintas comunidades. Asimismo, cerca del 75% de estas iniciativas responden al desarrollo económico, social y cultural y surgieron después de la firma del Acuerdo Final de Paz.


Del rastreo y el recuento total de las iniciativas, es posible plantear elementos como: 





Con el ánimo de establecer un análisis a profundidad de las iniciativas de paz desarrolladas desde y para excombatientes de las FARC-EP el observatorio organizó una división zonal que permite un estudio focalizado en regiones y subregiones. Así, se precisaron 6 regiones: 

Mapa I: División zonal del estudio de  las iniciativas de paz
Elaboración: Equipo Observatorio Pazando el Conflicto

El Boletín #5 aborda la zona Central y las subzonas: Eje cafetero, Altiplano y Tolima grande. El énfasis del boletín recae en estudiar los desafíos, alcances y amenazas que presentan las iniciativas de paz ubicadas en esta zona.

2. Zona 3: zona Central: principales iniciativas de paz desde y para excombatientes de las FARC 

Mapa II: Zona Central colombiana
Elaboración: Equipo Observatorio Pazando el Conflicto

La zona Central de Colombia, compuesta por los departamentos de Risaralda, Caldas, Cundinamarca, Boyacá, el distrito capital de Bogotá, Tolima y Huila, desempeña un papel crucial en la economía y la sociedad del país. Esta región, responsable del 40% de la generación de riqueza nacional, destaca por su vitalidad y desarrollo en áreas clave como la industria, el comercio y los alquileres de vivienda (Secretaría Distrital de Planeación, s/f). Desde una perspectiva de desarrollo económico, la zona Central se forja como una de las regiones más avanzadas de Colombia. Es reconocida como el epicentro industrial y financiero del país, albergando una concentración significativa de empresas y negocios (El Tiempo, s/f). Su competitividad se manifiesta en diversos aspectos, tales como la fortaleza económica, la calidad de la mano de obra, las finanzas públicas, la capacidad institucional y la infraestructura.

A nivel nacional, la zona se distingue por liderar las exportaciones de bienes no tradicionales, evidenciando así su notorio grado de diversificación económica y el creciente predominio de las actividades del sector servicios. Este fenómeno resalta la adaptabilidad y dinamismo de la economía regional. En este contexto, es imperativo resaltar el papel central de Bogotá, la capital del país, que desempeña funciones clave como centro político, económico y cultural de Colombia. La influencia de Bogotá trasciende los límites regionales, consolidándose como un actor determinante en el panorama nacional (Enciso, 2012).

Al realizar un análisis detallado de la distribución poblacional por entidades territoriales, se observa que Bogotá, con un 16.3%, y Cundinamarca, con un 5.5%, emergen como los principales centros poblados del país. Estas cifras subrayan la concentración demográfica en la región, subrayando su importancia no sólo en términos económicos, sino también en el ámbito demográfico y sociocultural (Secretaría Distrital de Planeación, s/f). En conjunto, estos elementos subrayan la relevancia integral de la región y su capital en el contexto colombiano.

Con respecto a su importancia natural, la zona Central se destaca por albergar el 30% del recurso hídrico del país. Asimismo, alberga 15 de los 36 complejos de páramos en Colombia, abarcando una extensión de 1.387.181 hectáreas, lo que representa el 48% del área total de páramos. Estos se distribuyen en 165 municipios, consolidando la región Central como un epicentro crucial para la conservación de la biodiversidad (Secretaría Distrital de Planeación, s/f). En términos de áreas protegidas, la región cuenta con 330 declaradas, abarcando 2 '606.279 hectáreas bajo diversos grados de protección legal. Este conjunto incluye 11 Parques Nacionales Naturales y 2 Santuarios de Flora y Fauna, contribuyendo significativamente a la preservación de la riqueza natural.

Ahora bien, la zona Central presenta características distintivas en cuanto a la violencia. Así pues, en Caldas y Risaralda, la violencia bipartidista inicial fue seguida por la presencia de grupos guerrilleros y paramilitares a partir de finales de los años setenta. Estos sucesos resultaron en altos índices históricos de homicidios, secuestros y desplazamientos forzados, impactando significativamente a las comunidades campesinas e indígenas (Comisión de la Verdad, 2022). La violencia en el Eje Cafetero está vinculada a dinámicas que se desbordaron desde otras regiones del país, como las tropas del EPL descendiendo desde el Chocó y el Clan Isaza operando desde el Magdalena Medio hasta municipios cafeteros, entre otros (Santander, 2022).


En Boyacá, Puerto Boyacá ha experimentado la presencia de grupos guerrilleros seguida por la expansión de paramilitares y narcotraficantes, generando conflictos armados en la región. Chita, considerado el segundo municipio más empobrecido de Boyacá, es el único en el departamento donde convergen todas las formas de violencia asociadas al conflicto armado. La industria esmeraldera ha contribuido al sufrimiento de municipios como Otanche, Pauna y Muzo, siendo los más afectados (Boyacá, 2018).  Asimismo, en Cundinamarca, las características geográficas lo convirtieron en una ruta clave para grupos armados de regiones colindantes durante el conflicto. Su proximidad a Bogotá y la relación directa de sus municipios con departamentos donde la violencia fue más intensa lo posicionaron estratégicamente (Los tiempos de la guerrilla, s/f).

Mapa III: Recuento de las iniciativas de paz presentes en la zona Central
Elaboración: Equipo Observatorio Pazando el Conflicto

En Tolima, la geografía diversa con montañas, redes hidrográficas y el valle del río Magdalena ha sido testigo del surgimiento y fortalecimiento del conflicto. Las antiguas FARC y las AUC dejaron una marca indeleble en la región, afectando especialmente a la población civil. La posición estratégica de Tolima como corredor durante los años de conflicto se refleja en sus calles y municipios, donde historias de tomas, masacres y amenazas persisten (Violencia en el Tolima: un espiral de atentados, miedo y zozobra, s/f). Finalmente, en el sur del departamento del Huila, la violencia generada por el conflicto armado ha dejado más de 64,542 víctimas registradas hasta noviembre de 2017. Desde los años 80, tanto las FARC como el ELN han tenido un impacto significativo en la región, dejando una profunda huella en la población y en la zona en general (Molano, 2018).

El Observatorio ha registrado un total de 61 iniciativas para la zona Central, equivalente al 23% del total. Específicamente, la subzona del Eje Cafetero cuenta con 7 iniciativas, el Altiplano con 37, y Tolima Grande con 17.

2.1 Subzona Eje cafetero

Localizada entre las cordilleras central y occidental, la región ha gozado de condiciones climáticas y geológicas propicias para destacarse en la producción de café de alta calidad, consolidando la caficultura como pilar de su desarrollo. En los últimos veinte años, ha diversificado sus fuentes de ingresos mediante el fortalecimiento del turismo y agroturismo. Sin embargo, su posición estratégica y riquezas naturales han generado disputas desde el siglo XIX, centradas en el acceso, propiedad y uso de la tierra. Estas tensiones atizaron la conflictividad social, dando lugar a procesos de despojo y violencia generalizada. Los conflictos en la región están vinculados a las enormes adjudicaciones de tierra desembocada por élites, gobernantes y latifundistas, transformando a colonos-campesinos en arrendatarios, aparceros e invasores (La Patria, 2020). Además, hacia finales del siglo XX, las prácticas de despojo y desplazamiento se agudizaron por la confluencia y la complicidad entre grupos paramilitares e intereses económicos vinculados a megaproyectos hidroeléctricos, minería de oro y agroindustria. Estos proyectos no solo representaron una amenaza para las comunidades locales, sino que también se convirtieron en vías para el lavado de activos procedentes del narcotráfico.

Mapa IV:  Subzona Eje Cafetero
Elaboración: Equipo Observatorio Pazando el Conflicto

Después del Acuerdo de Paz, el Eje Cafetero ha logrado consolidarse como un territorio de paz, en gran parte gracias a la labor de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad y la Unidad de Víctimas. Con el apoyo de la comunidad local, se ha promovido un Pacto por la no repetición y no continuación del conflicto. En cuanto a la reincorporación, el Eje Cafetero informa de 207 excombatientes en proceso o que han completado su reincorporación desde la firma del Acuerdo de Paz. Esta cifra es una de las más bajas a nivel nacional, ya que la presencia de las extintas FARC-EP en la región fue mínima en comparación con otros territorios del país. Debido a esto, no se establecieron Espacios de Capacitación y Reincorporación (ETCR) ni se integraron los municipios a los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), lo cual se ve reflejado en el número bajo de iniciativas consolidadas en esta subzona.


Un análisis de las iniciativas en la subzona Eje Cafetero ha revelado los principales alcances, amenazas y desafíos a los que se ven enfrentadas las iniciativas de paz, y que estarían entorpeciendo o potenciando su trabajo:


Un revisión a profundidad de las iniciativas de la subzona eje cafetero develó los principales alcances, amenazas y desafíos a los que se ven enfrentadas las iniciativas de paz, y que estarían entorpeciendo o potenciando su trabajo:


2.2 Subzona Altiplano

Mapa V: Subzona Altiplano
Elaboración: Equipo Observatorio Pazando el Conflicto

Localizada en la región central de Colombia, entre los departamentos de Cundinamarca y Boyacá en la cordillera oriental del país. Geográficamente, se caracteriza por tener gran riqueza hidrológica y cuatro grandes altiplanos que dan origen al nombre de la región: “de sur a norte se encuentran la Sabana de Bogotá, el valle de Ubaté - Chiquinquirá, el altiplano de Samacá - Villa de Leyva y el de Tunja - Sogamoso - Lago de Tota” (Altiplanos de Colombia, 2004). 

En lo que respecta a la violencia, esta subzona se ha considerado en ocasiones como una región relativamente pacífica en comparación con otras regiones. Por ejemplo, durante el período entre 1995 y 2002, las violaciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH) en Cundinamarca representaron tan solo el 3.1% del total a nivel nacional, mientras que en Antioquia este indicador alcanzó el 25% (Vásquez, 2002, p12).

Sin embargo, Cundinamarca ha experimentado episodios de violencia relacionados con el narcotráfico y acciones paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia y de las Autodefensas Campesinas del Casanare, que involucraron actividades como el secuestro, la extorsión y ataques a las comunidades. Por otro lado, en Boyacá, entre 1982 y 2015, se registraron 161 ejecuciones extrajudiciales, 86 desapariciones forzadas entre 2001 y 2008, así como la trágica masacre en el páramo de la Sarna (Loaiza, 2021). Con ello se puede decir que esta subzona, si bien no llega a los índices de otras regiones, vivencia situaciones de violencia en menor medida. 

Con respecto a la construcción de la paz, las iniciativas de paz en el altiplano cundiboyacense exhiben características particulares, evidenciadas por la naturaleza de sus líneas temáticas. Aproximadamente, un 72% de estas iniciativas se centran en impulsar el desarrollo económico, social y cultural. En una proporción menor, que representa el 28% restante, también se establecen objetivos relacionados con el apoyo y acompañamiento a comunidades, organizaciones o individuos en zonas afectadas por conflictos, labores de investigación, sistematización y fortalecimiento de prácticas de paz, además, se llevan a cabo labores de resistencia, protección y defensa contra la violencia, así como negociaciones humanitarias o mediación en el conflicto.

Un estudio investigativo detallado y a profundidad de las iniciativas de la subzona Altiplano logró develar los principales alcances, amenazas y desafíos a las que se ven enfrentadas este tipo de apuestas por la paz:









2.3 Subzona Tolima grande

Mapa VI: Subzona  Tolima grande
Elaboración: Equipo Observatorio Pazando el Conflicto

Localizada en los departamentos del Tolima y Huila, se encuentra en la región andina, formando parte de un corredor ambiental estratégico caracterizado por extensas cuencas hídricas, diversidad de suelos y vastos terrenos. Este corredor facilita la comunicación entre el centro y las regiones norte, sur y oriental del país, conectando con los departamentos de Meta y Caquetá. El departamento del Tolima cuenta con 47 municipios y 30 corregimientos, mientras que el departamento del Huila abarca 37 municipios y 67 corregimientos. 


Estos departamentos enfrentan una situación de orden público sumamente compleja. Por un lado, cuentan con una carga histórica significativa: el Tolima se identifica como el lugar del surgimiento de las FARC, y el Huila fue uno de los departamentos donde se registraron más secuestros políticos en las décadas de los 90 y 2000.

Por otro lado, en el Tolima se observa el reagrupamiento de disidencias de las FARC, mientras que en el Huila, los grupos delincuenciales están cobrando fuerza y amenazan constantemente a los pobladores, especialmente aquellos cuyos terrenos colindan con carreteras clave para el tráfico de droga, sin que, hasta el momento, existan soluciones efectivas.

A pesar de las complejidades en el orden público, en estos departamentos persiste la construcción de la paz. La gobernación del Huila ha iniciado planes para involucrar a excombatientes y campesinos en proyectos destinados a la construcción de la paz en la región.

Un estudio investigativo detallado y a profundidad de las iniciativas de la subzona Tolima grande de producción logró develar los principales alcances, amenazas y desafíos a las que se ven enfrentadas este tipo de apuestas por la paz:






 

3. Algunas conclusiones sobre los alcances, amenazas y desafíos de las iniciativas de paz en la zona central colombiana