Vivimos en un mundo globalizado cada vez más interconectado en el cual la super diversidad conlleva no solo un aumento del número y de los modelos de migración sino también de nuevos espacios, jerarquías de las fronteras y reparto del poder (Vertovec 2007, 2017). Los centros de enseñanza superior sufren asimimo un proceso de transformación. En el mercado universitario mundial altamente competitivo, dominado por el clasismo, las universidades compiten entre ellas para atraer a estudiantes extranjeros, becas de investigación y estudiantes de alto nivel. Sin embargo, podemos verlas también ampliar sus funciones a nivel social, incorporando el compromiso comunitario y la transformación de la sociedad, más allá de sus pilares tradicionales de enseñanza y de investigación incluidos en sus planes estratégicos; de este modo, contribuyen a crear sociedades sostenibles, inclusivas y pacíficas (Boni y Walker 2013).
En esta conferencia que se inspira en investigaciones en curso (Crosbie 2014, 2017, Crosbie y Daniel 2019), se abordará la cocreación de capacidades cosmopolitas para el aprendizaje de lenguas e intercultural en una serie de escenarios de enseñanza superior, evitando los acercamientos basados en competencias estrictas y centrado en aquellas que engloban valores, conceptos, discursos y acciones, a medida que los participantes se dan cuenta de que pueden tomar decisiones sobre las personas y actividades que desean llevar a cabo. Este planteamiento se apoya en trabajos normativos relacionados con el acercamiento por medio de capacidades desarrollado por Sen (1999) y Nussbaum (2000) cuyos estudios filosóficos se basan en la calidad de vida conforme a la justicia social.
Se configura un arco narrativo que comprende desde cuestiones emergentes sobre la responsabilidad cosmopolita y el diálogo intercultural en una clase de ESOL, pasando por el desarrollo del movimiento de la universidad del santuario, hasta un proyecto único del relato de santuario basado en el campo artístico que pone en contacto directo al personal y a los estudiantes universitarios que ejercen el voluntariado con demandantes de asilo y refugiados. Estos relatos dispares, pero entrelazados, llevan a toma de conciencia sobre conceptos como la liminalidad, la hospitalidad y la reciprocidad; para ello, se crean una contraideología a la cultura de la competitividad que amenaza con eclipsar el mundo universitario en esta época de gran diversidad.
Las perspectivas narrativas comprenden una apreciación del aprendizaje y del desarrollo humano como fin y como medio que reinventa valores cosmopolitas, incluida la hospitalidad, para nuestra época confusa; que valora las vidas ejemplares en relación con los estereotipos y las etiquetas; que considera la liminalidad como un espacio dinámico y creativo y que nos incita a evaluar de manera crítica las alternativas, las acciones y los encuentros con otras culturas mientras negociamos nuestro entorno social "complejo, compuesto, estratificado y desigual" (Sigona, citado por Vertovec 2017).