Al igual que Bateson analizó ciertas dinámicas de comunicación interpersonal como comunicaciones patológicas, en este texto enmarcamos en el concepto de patologías de la comunicación digital ciertos fenómenos comunicativos que producen importantes disfunciones sociales, políticas e institucionales. Para comprender las nuevas patologías de la comunicación es preciso, primero, dar cuenta de la transformación de la función epistémica de los contenidos en el contexto de la sociedad hiperconectada y cómo esta transformación afecta a su vez a las dinámicas de producción del discurso público. Estas sufren a su vez un cambio progresivo de un discurso público articulado sobre una racionalidad compartida a otro articulado sobre las emociones compartidas, tanto en sentido positivo (confluencia emocional) como negativo (polarización). En este sentido abordamos el concepto de posverdad no sólo como una forma de verdad emocional, sino como disposición emocional de los hechos, como verdad sentida y, por tanto, como posfactualidad. Sobre esta base identificamos la lógica y tipos de las nuevas patologías de la comunicación sobre la base de la realimentación existente entre dos dinámicas convergentes: de un lado, la emocionalización de los discursos públicos, y del otro, la no neutralidad de los canales de comunicación digitales, que a través de sus algoritmos de selección buscan maximizar el tiempo, movilización y actividad generada por los usuarios.