Imatge

La presente exposición pretende mostrar a través del arte, y más concretamente de la imagen, la realidad que en muchas ocasiones viven las personas que presentan algún tipo de trastorno del neurodesarrollo. El arte, como todo en la vida, es diverso y, la imagen en todas sus vertientes, está sujeta a diferentes interpretaciones. Por tanto, esperamos que al contemplar nuestras obras, el espectador no se quede únicamente con la interpretación que en un primer momento se le ha dado a las mismas, sino que intente ver más allá de este mensaje y pueda analizarlas de una manera crítica.

Por otro lado, también se persigue condensar la esencia del mensaje que hemos querido transmitir en cada una de las obras y que, de este modo, todas estas reivindicaciones se preserven en el tiempo. Así pues, todas estas imágenes capturan y retratan la visión que a día de hoy existe acerca de estos trastornos. No obstante, esta visión que inmortalizamos en ellas es la realidad que se vive en el presente, realidad que esperamos que cuando un espectador la contemple en un futuro, haga alusión a prejuicios o falsos mitos que se dejaron en el olvido en un pasado lejano. De este modo, nuestras obras quedarán como testigo de aquello que una vez sucedió, y de lo cual se aprendió para, finalmente, lograr entender que la diversidad es parte de la vida y que esta nos lleva a crecer y mejorar como personas.

HABLA EN TRES ACTOS

Las personas con disfemia o tartamudez están sujetas a un gran número de estigmas que, usualmente, les generan un gran sufrimiento y les limitan a la hora de actuar en su día a día. Este sufrimiento que muchas veces pasa desapercibido, puede llegar a ser reflejado y comprendido por medio del arte. En este sentido, la composición Habla en tres actos pretende llevar a la reflexión y transmitir las dificultades y barreras que deben superar estas personas a la hora de comunicarse.

De este modo, en la primera de las imágenes se muestra a una persona que tiene un jardín muy vivo y colorido en la mente, el cual representa todo el potencial, motivación y creatividad que tienen muchas personas con disfemia. A su vez, en la imagen se puede observar como la sílaba “ta” fluye a través de la persona, hasta llegar al exterior. Esta sílaba representa las ganas que tienen dichas personas de compartir todas sus ideas y pensamientos, y cómo llegan a hacerlo cuando el entorno que les rodea es favorable y les da la oportunidad de expresarse.


Por otro lado, en la segunda imagen se puede observar cómo este jardín está empezando a marchitarse, es decir, se refleja cómo el potencial de las personas con tartamudez se va apagando a medida que se dan cuenta de que son juzgadas por su condición. Esto impide que las palabras que desean expresar fluyan con normalidad, llegando a verse frenadas por una barrera invisible que, en este caso, se ha representado por medio de una tirita.


En cuanto a la tercera de las imágenes, esta refleja el sentimiento de abatimiento que pueden llegar a tener las personas disfluentes tras vivir todo el proceso anterior, el cual les puedes llevar al silencio total. Así pues, vemos como el jardín que tenían en la mente se ha marchitado por completo, haciéndoles sentir incapaces de aportar ideas u opiniones nuevas. Esta incapacidad se ve reflejada en forma de tapón, el cual representa toda la presión externa e interna que estas personas sufren cada vez que intentan hablar, lo que finalmente les lleva a callar.

Al tener un diseño vertical, dicha composición puede ser visionada desde dos ángulos diferentes y, por lo tanto, permite una doble interpretación. De este modo, si la obra se visualiza de abajo a arriba, su significado será totalmente opuesto al explicado con anterioridad. Así pues, será la emoción que sienta el espectador en el momento de visualizar la obra, la que hará que se interprete de un modo u otro, es decir, que se tenga una visión positiva o negativa de la misma.

DESENCAJADA

¿Qué ves en la imagen? ¿Puedes ver de manera definida a la persona que aparece en ella? Este reto que proponemos al espectador, es el que debería plantearse toda la sociedad a la hora de relacionarse con las mujeres con Trastorno del Espectro Autista (TEA). La obra que presentamos bajo el nombre Desencajada, intenta transmitir todas las dificultades que muchas veces experimentan las mujeres con TEA a consecuencia del camuflaje social que viven.


Lo primero que vemos al observar la imagen es un conjunto de fotografías que parecen formar el rostro de una mujer, las cuales se muestran desproporcionadas y no terminan de encajar entre sí. De este modo, cuando el espectador contempla la fotografía, se genera en él un sentimiento de incertidumbre y angustia, por no ser capaz de encajar todas las piezas que se muestran y formar así una imagen coherente. Por lo tanto, la imagen puede llegar a parecer extraña e incluso puede producir rechazo a ojos de los que la ven.


Esta falta de identidad y reconocimiento es la misma que muchas mujeres con TEA perciben por parte de la sociedad, la cual también se reivindica en nuestra obra a través de las dos imágenes que se encuentran detrás de la mujer desencajada. En una de ellas, vemos a una chica que cubre y oculta su rostro por medio de sus manos, negándose a ver la imagen desfigurada que tiene delante. Esto es un claro reflejo de cómo la sociedad muchas veces no llega a concebir que el TEA también se da en femenino y, por lo tanto, rechaza a las mujeres con dicho trastorno. De la intención de derrumbar esta concepción errónea, surge la otra fotografía que vemos en la obra. En esta vislumbramos a esta misma chica, pero vemos en ella un cambio de actitud, el cual le ha llevado a separar los dedos de su mano en un atisbo de poder observar cómo es esta realidad que hasta ahora se ha negado o no ha sido capaz de ver. Este cambio de actitud, es el mismo que todos y cada uno de nosotros deberíamos realizar como sociedad.

DESCUBRIENDO EL LADO OCULTO

Son muchos los falsos mitos que existen acerca de las personas con discapacidad auditiva. Todas estas falsas creencias lo único que provocan es que la sociedad vea a estas personas como inferiores o incompetentes y, por consecuencia, no se ayude a favorecer la inclusión social que se les debería brindar. Por ello, es necesario promover diferentes tipos de acciones e iniciativas, como la aquí propuesta.


Por medio de la obra Descubriendo el lado oculto, se pretende jugar con las creencias del espectador, haciéndole ver una serie de televisión desde la perspectiva de una chica con discapacidad auditiva. Jugando con la falsa creencia de que ella no puede escuchar bien la televisión, el sonido se muestra bastante distorsionado. No obstante, llega un momento en el que la chica se ríe. Pero, ¿cómo es posible, si se supone que no escucha lo que dicen en la televisión? Pues bien, es aquí donde se rompe el mito y se muestra la otra perspectiva, el lado derecho del rostro de la chica, donde vemos que lleva un implante coclear, el cual le permite escuchar y disfrutar de una película al igual que lo haría una persona normoyente.

Por tanto, mediante el vídeo, lo que se pretende es buscar el derrumbamiento del falso mito de que las personas con hipoacusia no pueden ver y comentar una película como cualquier otra persona. Del mismo modo, se pretende hacer visible que estas también pueden aprender idiomas y que muchas de ellas utilizan el lenguaje oral y no el lenguaje de signos para comunicarse. Lo único que necesitan estas personas para realizar estas actividades igual que una persona normoyente son ayudas como los implantes cocleares, los audífonos o la presencia de subtítulos en la televisión, entre otros.


Así pues, no nos quedemos únicamente con una sola perspectiva de la realidad. Recorramos caminos que nadie ha cruzado, rompamos barreras que parecen indestructibles, lleguemos a la cara oculta de la luna, para ver, de este modo, que el mundo, en ocasiones, no es tal y como se nos presenta, sino que esconde muchas realidades que merecen la pena ser contadas.

BUSCANDO EL CAMINO

¿Qué te hace ser quien eres? ¿Crees que actuarías igual de haber crecido en otro entorno? Todos y cada uno de nosotros estamos hechos de los momentos que hemos vivido, del lugar en el que estos han acontecido y de las personas que nos han acompañado en cada uno de ellos. De este modo, si de algo no podemos escapar, es de la influencia que el entorno ejerce sobre nuestra calidad de vida. Esta influencia parece ser todavía mayor en el caso de las personas que cursan un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).


Para hacer visible este mensaje, hemos creado nuestra obra titulada Buscando el camino. Este pequeño vídeo ha sido creado utilizando la técnica del Stop Motion, la cual no se ha escogido al azar, sino que tiene un trasfondo mucho mayor, ya que cada una de las imágenes que conforman esta obra representa uno de los pequeños momentos que componen la vida de estos niños y niñas.


Al inicio del vídeo aparece una figura que representa a una persona con TDAH, la cual se encuentra sola e incomprendida en un laberinto, y no es capaz de hallar el camino de salida debido a las dificultades que presenta y que, en ocasiones, no es capaz de manejar por sí sola. No obstante, a pesar de las dificultades que dicha persona parece tener en un primer momento, a medida que avanza por el laberinto, se observa como, poco a poco, van apareciendo otras figuras que le ayudan a ver el camino correcto en cada caso, incluso llegando a colocarse delante de ella para así evitar que tome caminos que no tienen ninguna salida. Estas figuras de apoyo no son las que se encargan de sacar a la figura del laberinto, sino que simplemente le guían hasta que ella es capaz de salir de este por sí misma. Esto simboliza la importancia que tiene que el entorno entienda y dé sustento a los niños y niñas con TDAH para que, de este modo, sean capaces de autorregularse y puedan actuar y desenvolverse con total autonomía e independencia.

EMOCIONES ENMASCARADAS

Los comportamientos inadecuados que en muchas ocasiones manifiestan las personas que presentan problemas de conducta, tienen un trasfondo emocional que no todo el mundo conoce. Dada la importancia de las emociones en dichos sujetos, nace nuestra obra titulada Emociones Enmascaradas, la cual se compone de cuatro imágenes, en cada una de las cuales aparece una persona representando una emoción distinta. Estas instantáneas se presentan al espectador en blanco y negro, de modo que lo único que resalta en ellas son los pañuelos que les cubren los ojos. Este contraste de colores busca centrar la atención del espectador en las emociones que realmente están viviendo cada una de las protagonistas de esta composición. Por tanto, el elemento principal de nuestra obra es el pañuelo, el cual no únicamente simboliza las emociones que viven las personas que lo llevan, sino que también refleja la imposibilidad que tiene la sociedad de ver qué es aquello que se oculta detrás de una conducta problemática.


En la primera fotografía vemos a una persona desencajada y fuera de sí, la cual está experimentando un sentimiento de rabia. La impotencia que siente esta mujer no solo se exterioriza a través de su expresión facial y postura corporal, sino que también se refleja en el color rojo del pañuelo que, en cierto modo, la aísla del mundo exterior. Seguidamente, encontramos el retrato de una mujer que se muestra abatida y presa en un sentimiento de frustración, el cual le ha llevado a rendirse y dejarse caer por completo. Esta emoción, además de quedar reflejada en el color amarillo de su pañuelo, también se expresa claramente a través de sus manos, por medio de las cuales la protagonista oprime con frustración su cabeza.


En cuanto a la tercera de las imágenes, en ella vemos a una chica que está experimentando un claro sentimiento de miedo. Su postura rígida, su agarre al cojín o la curvatura de su boca son tan solo algunos de los detalles que nos llevan a identificar dicha emoción. En este caso, el pañuelo ha adoptado un color negro, ya que el miedo es una emoción tan fuerte que puede llegar a neutralizarlo todo. Finalmente, en lo que se refiere a la última de las fotografías, en ella observamos a una chica que se muestra triste y abatida y que, sumida en este sentimiento, intenta verse a sí misma a través de un espejo, aunque la emoción que siente se lo impide.


Por tanto, el mensaje que queremos transmitir es que al tratar con niños y niñas que presentan problemas de conducta, no debemos definirles únicamente por los comportamientos que manifiesten, sino que debemos tener presente que detrás de estos, siempre habrá algo que se encuentre enmascarado y no sepan manejar.