La misión del Proyecto EMMA es mejorar la calidad de vida de las mujeres con esclerosis múltiple mediante el estudio profundo de cómo el ciclo menstrual y la actividad física influyen en su bienestar físico, funcional y emocional. Nuestro propósito es generar conocimiento sólido que permita diseñar programas de ejercicio físico más seguros, eficaces y personalizados, favoreciendo una mayor autonomía, salud y adherencia a largo plazo.

Para lograrlo, el proyecto analiza cómo responden las mujeres con esclerosis múltiple a dos tipos habituales de ejercicio —fuerza y aeróbico— realizados en tres fases diferentes del ciclo menstrual. Durante estas sesiones se evalúan variables esenciales como la fatiga, la fuerza muscular, la movilidad, la inflamación, la oxigenación muscular, la temperatura corporal, el equilibrio o la satisfacción con la actividad física.

El estudio incluye también a un grupo de mujeres sin esclerosis múltiple, emparejadas por edad y estilo de vida, lo que permite distinguir con claridad qué respuestas se deben a la enfermedad y cuáles forman parte del ciclo menstrual en la población general.

El objetivo final es claro: comprender qué tipo de ejercicio funciona mejor en cada fase del ciclo y en cada persona, y traducir ese conocimiento en recomendaciones prácticas que ayuden a que más mujeres con EM puedan disfrutar de la actividad física con seguridad, confianza y bienestar.