fue una mujer italiana nacida el 2 de febrero de 1532, ella fue parte de una familia con una gran tradición de apoyo a las artes y culturas. Su padre fue el primero en reconocer su potencial y la alentaba a seguir sus intereses. Ella creció en una familia amable y recibió una educación muy poco común para las mujeres de su época lo cual la llevó a tener un desarrollo en sus habilidades artísticas. Sofonisba fue la primera pintora exitosa del Renacimiento internacionalmente. En una época en donde las mujeres solo podían ser vistas como objetos y nunca como artistas. 

Aunque pasó por varios desafíos como sobre todo la desigualdad de género, a través de cada pincelada y enseñanza ella logró abrir un gran camino para otras mujeres hacia el mundo del arte y logró ser una de las primeras mujeres en salir de las barreras de género, también estableciendo nuevas reglas en el retrato femenino mostrando que las mujeres son igual de capaces. Aparte de el camino que le dejó a otras mujeres también dejó una marca en el arte mostrando su habilidad de retratar la psicología y la humanidad de sus sujetos. Sus obras reflejan detalles y una suave representación humana.

Con el tiempo se mudo a Milán a seguir estudiando el arte en donde le enseñaba un gran pintor manierista y retratista llamado Bernardino Campi quien fue su mayor influencia. Se cree que también fue influenciada por otros grandes maestros como el pintor Paolo Morando. Ella hizo 50 obras en total, en ellas enseñaba retratos, autorretratos, hasta escenas de género. Una de sus características en sus pinturas era poder representar a sus modelos de manera realista, captando no solo su forma de verse sino también su carácter. Una de sus obras más famosas es el retrato del rey Felipe II, al cual le encantó su trabajo y gracias a su éxito la nombraron una de las artistas más importantes de su época.

¿Cómo terminó su historia?

En 1625 Sofonisba murió en Palermo a los 93 años de edad. Su fama terminó esfumándose lentamente mientras los años pasaban ya que la mirada patriarcal terminó borrando sus huellas. No fue hasta en la década de 1970 en que los historiadores y las feministas empezaron a destacarla por su logro en la historia.

Artemisia Lomi Gentileschi 

(Roma, 8 de julio de 1593-Nápoles, hacia 1656)  fue una pintora barroca italiana.

Su formación artística comenzó en el taller de su padre, el pintor toscano Orazio Gentileschi (1563-1639), uno de los grandes exponentes de la escuela romana de Caravaggio. Aprendió de su padre la técnica del dibujo y el fuerte naturalismo de las obras de Caravaggio, con quien se la ha comparado por su dinamismo y por las escenas violentas que a menudo representan sus pinturas.]​ En sus cuadros desarrolló temas históricos y religiosos. Fueron célebres sus pinturas de personajes femeninos como Lucrecia, Betsabé, Judit o Cleopatra, en los que se han leído rasgos feministas.

En mayo de 1611, cuando tenía 18 años, el pintor Agostino Tassi, maestro suyo y amigo de su padre, la violó. Suceso que se considera que tuvo influencia tanto en su vida como en su pintura.

Dio sus primeros pasos como artista en Roma y continuó su carrera en distintas ciudades de Italia. En 1612 se mudó a Florencia. Fue la primera mujer en hacerse miembro de la Accademia delle arti del disegno de Florencia y tuvo una clientela internacional.[]​ Trabajó bajo los auspicios.

de Cosme II de Médici. En 1621 trabajó en Génova, luego se trasladó a Venecia, donde conoció a Anton Van Dyck y Sofonisba Anguissola. Más tarde regresó a Roma y, entre 1626 y 1630, se mudó a Nápoles. En el periodo napolitano, la artista recibió por primera vez un pedido para realizar la pintura al fresco de la iglesia de la ciudad de Pozzuoli, cerca de Nápoles. Durante el periodo de 1638 a 1641, vivió y trabajó en Londres con su padre bajo el patrocinio de Carlos I de Inglaterra. Luego regresó a Nápoles, donde vivió hasta su muerte.