El programa de café en Sudamérica se enfoca en promover un modelo de asistencia técnica climáticamente inteligente. Es decir, que fomente las buenas prácticas en el contexto de una agricultura baja en carbono, y que fortalezca la resiliencia de pequeños productores a los efectos del cambio climático, garantizando sus medios de vida.

Solidaridad lanzó el programa "Café del Futuro" en Colombia y Perú. Esta es la segunda etapa de una estrategia conjunta que Solidaridad lleva adelante con el gobierno de Noruega desde 2013.

Durante los tres años que duró la primera fase de implementación, 7.361 productores en Colombia, Perú y México transformaron sus fincas convencionales a un modelo de agricultura climáticamente inteligente. El proyecto aumentó un 21% la producción de las fincas participantes, redujo la emisión de 27.869 toneladas de CO2 equivalente, logró la captación de 97.818 y evitó que 3.312 hectáreas fueran deforestadas.

En esta segunda etapa, que empezó en 2019 y terminará en 2021, ya ha apoyado a 1.880 cafeteros, ha gestionado directamente 5.844 hectáreas utilizando prácticas climáticamente inteligentes, y ha plantado más de 20.000 árboles.

Complementando esta estrategia, y en busca de mecanismos de precios más inclusivos, se ha desarrollado con True Price la segunda edición del estudio que calcula los costos sociales y ambientales del cultivo del café, como la contaminación del agua o la falta de seguridad social, en Colombia.

Finalmente, Solidaridad ha lanzado en asociación con Olam y Jacobs Douwe Egberts, el primer piloto a nivel mundial de una cadena de suministro de café circular. El proyecto, que promueve sistemas agroforestales con café, busca la re-utilización del agua residual y los deshechos orgánicos de la producción de café en Perú, así como también el café molido deshechado en cafeterías de los Países Bajos.

El programa de ganadería en Sudamérica está íntimamente ligado a una agenda de agricultura de bajo carbono en biomas clave para la región como lo son la Amazonía y el Chaco.

Nuestra intervención en el Chaco Seco de Paraguay ha entrado en su cuarto año de implementación. Allí, a través de una mesa de gobernanza público-privada, se ha conformado un consorcio de inversión, para fortalecer la resiliencia de pequeños productores de leche y comunidades indígenas a las sequías prolongadas. En 2019, las cooperativas lecheras asociadas al programa aumentaron su productividad en un 17%. Asimismo, con Imaflora se desarrolló una segunda calculadora de balance de carbono -la primera se desarrolló para el cálculo de balance en el marco de la agricultura familiar en la Amazonía brasilera-. Según las mediciones realizadas, el modelo implementado redujo las emisiones de GEI por litro de leche producido en un 64%.

Por otro lado, también se continuó el trabajo con productores de carne del Chaco que pertenecen a CREA, con quienes se está calculando qué buenas prácticas ganaderas son las que más contribuyen a un mayor secuestro de carbono. En 2019, nuevas fincas piloto se sumaron al programa, alcanzando 46.379 hectáreas bajo prácticas climáticamente inteligentes. El volumen de carne producido bajo prácticas climáticamente inteligentes en la totalidad de las fincas modelo, aumentó en un 60%.

En Brasil, donde Solidaridad promueve un modelo diversificado con ganadería y cacao en sistema agroforestales, se presentó un estudio que demuestra cómo la mejora de las prácticas agropecuarias y el aumento de la productividad entre los pequeños ganaderos de cría puede reducir hasta en un 75% las emisiones de carbono por kilo de carne, lo que correspondería a una reducción del 43% en la emisiones GEI por hectárea, por año.

En Colombia, Solidaridad asumió el liderazgo del grupo de mercado de la Mesa Nacional de Ganadería Sostenible. Junto con otros actores privados y públicos (incluyendo los Ministerios de Medio Ambiente y Agricultura de Colombia), firmó un acuerdo para contribuir al logro de deforestación cero para el año 2030. Desde este rol Solidaridad apoyará el acuerdo para lograr que los productos sostenibles tengan un espacio en el mercado local. Asimismo, estableció una nueva alianza con el Centro de Ganadería Sostenible (GANSO), para desarrollar una aplicación digital que monitoree la adopción de prácticas sostenibles en Orinoquía.

En Argentina, se conformó la Mesa Argentina de Carne Sostenible con Solidaridad como socio fundador y miembro de su Directorio Inicial.

El programa de soja en Sudamérica se apoya en dos pilares, por un lado la implementación de proyectos en campo para mejorar la sostenibilidad en cadenas de suministro de traders internacionales, y por otro lado, facilitar el diálogo público-privado para mejorar las políticas de uso de la tierra y erradicar la deforestación ilegal en los biomas del Chaco y el Cerrado.

En Paraguay, MejorAgro, el proyecto en conjunto con COFCO y Cooperativa Colonias Unidas, llegó a su fin al cabo de dos años. El 70% de los productores que evaluaron sus prácticas, mejoró su nivel de sostenibilidad siguiendo las recomendaciones recibidas, mientras que las capacitaciones grupales alcanzaron a casi 1.600 productores, más del doble previsto. El proyecto resultó finalista en el Reconocimiento Verde por su trabajo de sensibilización en temas medio ambientales, y fue reconocido por el Pacto Global por su uso de tecnologías digitales para la mejora continua en campo. El proyecto UniSol, recibió el Energy Globe Award a nivel nacional por su contribución a la sostenibilidad en agricultura entre 2.658 productores.

En Santa Cruz, Bolivia, a pesar de la coyuntura política, Cargill, Fegasacruz y el INRA participaron de la reuniones de la plataforma público-privado de gestión del cambio de uso de suelo en Santa Cruz. En el caso de la mesa de gobernanza en la provincia de Salta, Argentina, se terminó el proceso de evaluación para identificar oportunidades de mejora en los procesos de cambio de uso del suelo a través de la digitalización del los mismos.

En Brasil, se han establecido nuevas alianzas con NICFI, la Fundación Gordon y Betty Moore, TNC y el Soft Commodities Forum, para empezar a trabajar en 2020 en conversión de pasturas degradas para el cultivo de soja resiliente a las sequías, como alternativa a la apertura de nuevas áreas de cultivo en el bioma del Cerrado.

El programa de caña de azúcar se especializa en el desarrollo de soluciones digitales para que empresas y asociaciones puedan enfocar de forma costo eficiente su asistencia técnica a miembros y proveedores. De este modo se busca acelerar los procesos de mejora contínua hacia una gestión y producción sostenibles, cubriendo la mayor cantidad de productores posible.

En Brasil, el 45% de los proveedores de caña de la empresa Raízen, inscritos en ELO (una iniciativa de sostenibilidad con Solidaridadcon una duración de siete años), alcanzó un nivel de excelencia. Esto significa que más de 2 mil propiedades rurales están implementando más del 80% de las prácticas recomendadas por el programa. Este es un gran avance para el programa, que se ha enfocado en la adopción de prácticas sostenibles más allá de un modelo de certificación, a través de un modelo de mejora contínua que tenga verdadera adopción en campo

Por otro lado, Muda Cana, el programa que apoya la implementación del plan estratégico de la Organización de Asociaciones de Productores de Caña de Brasil (ORPLANA), lanzó CanaTube, un canal de video especializado en el sector con la participación del Programa de Educación Continua en Economía y Gestión Empresarial (Pecege). Solidaridad también apoyó la realización del taller "Recuperación de Vegetación Nativa, Etanol más Verde", organizado por ORPLANA y UNICA. En el evento se capacitaron a unos 50 técnicos del sector sucroenergético en cómo restaurar la vegetación nativa de los biomas del estado de San Pablo, combinando áreas productivas con bosque nativo.

En Colombia, el programa de mejora contínua en conjunto con Procaña, conocido como Fénix, amplió en 2019 su base de usuarios de 65 a 300 productores.

El programa de té y yerba mate en Sudamérica busca integrar al pequeño productor familiar a cadenas de suministro de empresas que inviertan en sostenibilidad, con el fin de mejorar sus condiciones de vida y darles herramientas para la conservación del bioma de la Mata Atlántica.

En Argentina, los productotres de las tres empresas que venden su té a S&D produjeron 15,600 toneladas de hojas verdes para el mercado de los EE.UU., aumentando la meta de volumen establecida en un 25%, mientras que alcanzaron 3.984 hectáreas bajo buenas prácticas, tres veces el objetivo original. Se capacitó a un total de 166 productores durante el proyecto y 140 de ellos obtuvieron la certificación Rainforest Alliance.

El programa de palma en Sudamérica busca el compromiso de grandes actores del sector para garantizar el desarrollo de cadenas de suministro libres de deforestación, y que brinden medios de vida rentables a pequeños productores como alternativa a cultivos ilícitos.

Solidaridad firmó tres acuerdos importantes en 2019. Primero, con la Federación Colombiana de Productores de Aceite de Palma, FEDEPALMA, y el Ministerio del Medio Ambiente para alcanzar un 75% de producción bajo estándares sostenibles para 2023. Segundo, con la RSPO para implementar su nueva Academia de Pequeños Productores en América Latina. Y tercero, con la mayor empresa peruana de bienes de consumo masivo, para evaluar las brechas de sostenibilidad en su cadena de suministro de aceite de palma, compuesta principalmente por procesadoras que son propiedad de pequeños propietarios.

El programa de cacao en Sudamérica está ligado a una estrategia para desarrollar un modelo de agricultura familiar de bajo carbono en el contexto de la Amazonía brasileña.

El programa "Territorios Inclusivos y Sostenibles en la Amazonía" busca restaurar paisajes recuperando tierras que fueron degradadas por el sobrepastoreo a través de sistemas agroforestales con cacao. Además de mejorar significativamente el balance de carbono de las propiedades, la producción de almendras de calidad premium y el acceso al mercado de chocolates finos incrementa el ingreso de los productores de cacao.

Desde el comienzo del programa en 2015, los productores han mejorado -en promedio- su productividad en un 37%, y aumentaron sus ingresos brutos provenientes del cacao en un 58%, en comparación con la línea de base.

A través de la alianza con el productor de chocolates Bean to Bar, Casa Lasevicius, aumentó la demanda de cacao premium del área, que se vende al triple del precio del cacao estándar. En 2019, se vendieron tres toneladas de cacao a un precio promedio de 25 reales brasileños (5 euros) por kg, generando un ingreso bruto de 75,000 reales (15,000 euros) para ocho productores del proyecto.

Asimismo, en el VI Festival Internacional del Cacao y el Chocolate de Belém do Pará, los tres primeros premios de la categoría de chocolate intenso (70% cacao), y los dos primeros de la categoría de chocolate con leche (50% cacao) fueron para participantes del programa.

El programa de minería en Sudamérica está enfocado a mejorar las condiciones de vida del sector de los pequeños mineros artesanales, a través de acuerdos con empresas mineras para que apoyen su formalización y recomendaciones de políticas públicas .

En 2019, una de las principales compañías mineras de oro en Perú fue la primera de en co-financiar el proceso de formalización de una organización de mineros artesanales: Sinergias de Oro. De esta forma, 266 mineros artesanales mejoraron sus condiciones de salud y seguridad. Desde 2016, el programa de oro de Solidaridad ha respaldado la producción de 1.125 kg bajo buenas prácticas en la región.

El programa de frutas en Sudamérica está enfocado en fortalecer la competitividad de los pequeños productores del sector, mejorar las condiciones laborales de sus trabajadores y fortalcer su resiliencia frente amenazas climáticas y plagas.

En 2019, en Perú, Solidaridad coordinó con las autoridades locales y con los miembros de la cadena, dentro del marco del proyecto del Cluster de Banano Orgánico, para iniciar una estrategia para prevenir el brote de fusarium oxisporum R4T. Esto impactaría positivamente en 8.500 productores que dependen de la exportación de banano.

En Brasil, se estableció una alianza precompetitiva con Coca-Cola, Cutrale, Innocent Drinks y Eckes Granini para apoyar a casi el 10% de los productores del cinturón cítrico de Brasil para que aumenten su resiliencia y no abandonen el sector.

El programa de algodón trabaja en Brasil junto a Laudes Foundation para desarrollar un modelo rentable de cultivo de algodón familiar adaptada a las condiciones del semiárido.

En 2019, los productores aumentaron sus ganancias en un 18%, a pesar de los pobres patrones de lluvia, y la baja en el precio del algodón. El fortalecimiento de la cooperativa local Coopercat llevó a un aumento de alrededor del 10% en el número de pequeños productores que reciben asistencia técnica, y participan de compras colectivas de insumos y ventas colectivas de pelusa de algodón.