EL DINAMISMO DEL SECTOR EÓLICO ESPAÑOL ES DE TAL ENVERGADURA QUE NUESTRO PAÍS ES UN REFERENTE MUNDIAL DE PRIMER ORDEN, SITUÁNDOSE DESDE HACE AÑOS EN LOS PRIMEROS PUESTOS TANTO EN POTENCIA INSTALADA, COMO EN EL NIVEL DE COMPETITIVIDAD INTERNACIONAL DE FABRICANTES Y PROMOTORES.
A 1 de enero de 2010, la eólica acumulaba en España unos 19.050 MW –potencia sólo superada por Estados Unidos, Alemania y China–, cifra muy próxima al objetivo de 20.155 MW que contempla el vigente Plan de Energías Renovables en España para finales de 2010. Durante 2009, con una producción eléctrica cercana a los 36.000 GWh, la eólica –que en ocasiones superó el 50% en términos de cobertura horaria– contribuyó en un 14% a la cobertura total de la demanda eléctrica nacional. Es decir, la energía del viento proporciona en España electricidad equivalente a la que consumen anualmente casi nueve millones de viviendas.
La potencia eólica instalada en España en 2009 superó los 2.500 MW, la mayoría suministrada por fabricantes implantados en nuestro país, tanto con tecnología nacional (Gamesa Eólica, Acciona Windpower y Alstom-Ecotècnia), como con tecnología foránea (Vestas, Suzlon, Enercon,…).
La industria eólica española ha creado un tejido empresarial competitivo con una fuerte presencia internacional, formado por promotores de parques eólicos –Iberdrola Renovables y Acciona Energía, entre otros–, por fabricantes de aerogeneradores, y por multitud de empresas relativas a la cadena de suministro de componentes (en España hay más de 75 centros industriales relacionados con el sector eólico, de los que 18 son fábricas de ensamblaje de aerogeneradores) y a las actividades de operación y mantenimiento, nacidas y desarrolladas en paralelo al crecimiento del sector. No es de extrañar, por tanto, que este sector se haya convertido en un importante generador de empleo, con más de 40.000 puestos de trabajo entre empleos directos e indirectos en la actualidad.
Proyección internacional
España es, además, un exportador neto de equipos, servicios y tecnología ligados a esta industria. Las empresas promotoras españolas habían instalado fuera de nuestras fronteras unos 8.000 MW de potencia hasta finales de 2008, en especial en Estados Unidos (más de 3.460 MW) y Portugal (1.160 MW).
Esta proyección internacional tiene también reflejo en los fabricantes españoles de aerogeneradores y componentes, ingenierías y empresas de servicios que actúan en una treintena de países. Se estima que el volumen de exportaciones generadas por el conjunto del sector representó unos 2.900 millones de euros en 2008.
Entre las claves primordiales del espectacular desarrollo eólico alcanzado en España figuran la existencia de un marco normativo nacional favorable, que otorga confianza y certidumbre a los promotores, y el respaldo de los gobiernos autonómicos, a través de sus planes energéticos y procedimientos administrativos.
Por otra parte, la incorporación de continuas innovaciones tecnológicas en los aerogeneradores ha supuesto mejorar sensiblemente su comportamiento frente a red, permitiendo maximizar la integración de la generación eólica en el sistema (nuevos procedimientos de operación, adaptación de los aerogeneradores a los exigentes requerimientos técnicos, mejora en sistemas de predicción, etc.).
En particular, cabe destacar que España ha desarrollado un centro pionero a escala mundial para optimizar la gestión de la integración renovable –especialmente la eólica– en la red: el CECRE, Centro de Control del Régimen Especial. El CECRE gestiona y controla, en tiempo real, toda la generación eólica proveniente de parques mayores de 10 MW (más del 98 % de toda la producción eólica en España), que están conectados a centros de control de generación que canalizan las consignas de operación del operador del sistema.
La generación de electricidad mediante el aprovechamiento del importante potencial eólico disponible en nuestro país está permitiendo avanzar en la consecución del objetivo fundamental de sostenibilidad económica, social y medioambiental, basado en los tres ejes de la política energética nacional (en consonancia con la del conjunto de la Unión Europea): seguridad de suministro y mercado interior, competitividad internacional y sostenibilidad y protección del medio ambiente. Sirva como ejemplo, que la eólica evitó en España, en 2009, la importación de unos 8,5 millones de toneladas equivalentes de petróleo y la emisión de 13,3 millones de toneladas de CO2, con referencia a las centrales de ciclo combinado de gas natural.
Con objeto de consolidar y garantizar el desarrollo eólico futuro en España, en noviembre de 2009 el Consejo de Ministros acordó la ordenación de los proyectos presentados al registro administrativo de preasignación de retribución, estableciendo una senda de potencia instalada para los próximos años, que supondría alcanzar unos 23.700 MW en 2012. Para horizontes más alejados, se encuentra en proceso de elaboración el nuevo Plan de Energías Renovables 2011-2020, en el que la energía eólica continuará siendo la tecnología renovable de generación eléctrica con mayor implantación en España.
HITOS
19.050 MW eólicos acumulados a 1 de enero de 2010.
En la madrugada del 8 de noviembre de 2009, la generación eólica cubrió durante cinco horas más del 50% de la demanda eléctrica en España.
Es la segunda tecnología en potencia instalada, únicamente por detrás de las centrales de Ciclo Combinado.
En 2009 evitó la emisión de unas 13,3 millones de toneladas de CO2. • Exporta por valor de cerca de 3.000 millones de euros anuales.
Ha generado más de 40.000 puestos de trabajo.
El sector suma más de 700 empresas: 19 fabricantes de aerogeneradores, 270 fabricantes de componentes, 140 promotores y 277 empresas de servicios.