El más importante mandamiento de Jesús, el amor a los hermanos, debe tener su reflejo en las actividades de la Hermandad. Con la colaboración de sus aportaciones estatuídas, en la campaña parroquial de Manos Unidas y con el apadrinamiento de una niña hindú que mantenemos no hacemos algo de especial mérito, sino simplemente seguir a nuestro Maestro. Ojalá pudiéramos solucionar más.