La bocina es una parte muy sensible de la construcción ya que ha de permitir la salida y el giro del eje del motor sin que entre agua. Históricamente las las bocinas constaban de una cinta de estopa impregnada de sebo que se presionaba sobre el eje por medio de una pieza metálica. A medida que se iba desgastando la estopa se tenía que apretar un poco pero dejando que entrara una gota cada minuto aproximadamente para mantenerla húmeda y evitar el desgaste el eje por fricción.

Aunque en los planos originales planteaban la construcción de una bocina húmeda, optamos por poner una de tipo bocina seca que gracias al sistema de retenes de goma evita totalmente la entrada de agua.

Más concretamente, la bocina está construida con tubo de inox de 10 cm de diámetro y 10 mm de pared al que le acoplamos otro de 6,5 cm de diámetro para poder unir al manguito de la bocina seca Vetus.

La soldadura del tubo de inox de la bocina con el casco se hace una vez está puesto el motor, el eje el arbotante y la hélice de manera que se pueda alinear perfectamente con la línea del eje. De hecho para facilitar la faena hicimos un agujero rectangular en el casco y posteriormente preparamos una chapa que soldamos al tubo de la bocina y al casco. El sobrante del tubo de inox por la parte inferior del casco lo cortamos con la amoladora y soldamos perfectamente la junta con electrodo de inox.