Cerca del cementerio de los ingleses, una casa a la que le dicen “la casa del miedo”, a que alguien con tiempo bucee en su historia más tenebrosa, esa historia que no recogen los libros, y lo saque del olvido para que grabadoras y cámaras fotográficas lo invadan y le den un nuevo rumbo, más romántico y misterioso, a su existencia.
Dolores Ibárruri
Más conocida como La Pasionaria, se cuenta que llegó en una pequeña embarcación a través de la Cova Tallada, y estuvo refugiada en una casa de de las rotas, enfrente del Rest. Mena
L'aiguadolç
Es un manantial de agua dulce sumergido en el mar. Se encuentra localizado a los pies de la torre del Gerro, en una cala de uso nudista. Cuenta la historia que había un hombre, que decidió encontrar la forma de separar el agua dulce de la salada, obsesionado con este tema le dedicó mucho tiempo y esfuerzo si obtener un resultado positivo, con la frustración del fracaso y algo de locura, decidió quitarse la vida saltando desde el acantilado al vacio.
El cementerio de los ingleses - Dénia
A finales del siglo XIX, existía un floreciente comercio de la "pansa" entre Dénia e Inglaterra y que tras un naufragio en el que murieron los tripulantes, el gobierno inglés compró en la Marineta Cassiana un terreno para enterrar los cadáveres. Se habla en concreto de dos naufragios protagonizados por la fragata Guadalupe y por otra embarcación perteneciente a la compañía naviera MacAndrews.
En la playa de Marineta Cassiana, partida de Les Rotes, encaramado en una explanada de difícil acceso desde el paseo marítimo, se encuentra el Cementerio de los Ingleses, un minúsculo terreno cercado por un muro de piedra y oculto por una abundante vegetación que cierra al curioso su entrada principal, no así una lateral que se abre al Mediterráneo. Sin ningún cuerpo que guardar en la actualidad, pues fueron repatriados tiempo atrás, la leyenda dice que fue construido por el gobierno británico para albergar los cadáveres del naufragio de la fragata Guadalupe, ocurrido en 1799 a escasa distancia de la costa de Denia. Sin embargo, según un estudio reciente pudo haber sido levantado por los padres de Reginald Rankin, en cuya tumba, que ocupa la parte central y destaca sobremanera, aún puede leerse: “In Memory of Reginald Rankin. Born 12th August 1864 – Died 6rd december 1865″. Posiblemente se enterrase allí al niño, y con el tiempo, se fue dando sepultura a otros cuerpos tal y como se intuye por las tumbas abiertas que, se pueden encontrar en las escasísimas zonas que la maleza no ha engullido. Aunque este último origen pueda ser fiable, hay quien prefiere creerá los que aseguran haber visto y oído a los fantasmas de los marineros de la Guadalupe, cantando antiguas canciones inglesas mientras otean el horizonte esperando el regreso de su nave. La leyenda, como tal, continuará alimentando la imaginación popular, al menos mientras el cementerio siga en pie, pues todo apunta a que la finca será reconvertida para uso público.
La leyenda también habla de voces de marineros borrachos en las noches de luna llena, difuntos resucitados, almas en pena o la existencia de un cementerio para gatos y perros