*** D.sexual y de género

DIVERSIDAD SEXUAL

DIVERSIDAD DE GÉNERO

La diversidad de género se plantea como una estrategia útil para favorecer la aplicación del principio de igualdad entre mujeres y varones en el mercado laboral. También se ofrece como un criterio válido para optimizar los recursos humanos disponibles en profesiones directivas.

Es la variedad de preferencias sexuales que hay, y abarca además las identidades. Orientaciones son homosexuales, bisexuales, heterosexuales, pansexuales u omnisexuales y asexuales, mientras que en identidad sexual son los que están cómodos con su cuerpo, los transgéneros, los transexuales que son transgéneros que se han operado, los travestis que están a gusto con su cuerpo pero gustan de representar al sexo opuesto

HOMOSEXUAL

Homosexualidad: bases de su defensa

Diferentes escritos que buscan defender y justificar a la homosexualidad usan en resumen dos argumentos centrales —los que pueden ser expresados así:

• La homosexualidad existe y es real —es una apelación a la aceptación de la homosexualidad que se sustenta en aceptar su realidad. Es el plano del “ser”.

• La homosexualidad, se dice también, debe ser aceptada y considerada correcta. Es el plano del “deber ser”.

Ambos elementos son examinados por separado en lo que sigue —analizando los argumentos que defienden a la homosexualidad y revisando su solidez. Primero se examinara el elemento que sostiene que la homosexualidad existe, lo que da pie a su definición. A continuación se examinan los argumentos más comunes que la defienden como un deber ser.

La homosexualidad existe

Es el primero de los elementos en su defensa —afirma que su existencia está comprobada en una realidad objetiva externa a la voluntad humana. Se trata de una petición de reconocimiento de una situación que es sujeta a una definición no siempre explícita y que define a la homosexualidad.

Esa definición de homosexualidad establece que algunas personas son atraídas sexualmente a personas de su mismo sexo y que esa atracción es tan real como el atractivo sexual que se tiene entre personas de sexo diferente. El criterio central de la definición es el sexo de la persona: el realizar actos sexuales entre personas del mismo sexo.

Es decir, se acepta la existencia de dos sexos que tienen una clara distinción física —mujer y hombre, y que entre ellos existe una atracción. Pero a eso añade que en la realidad también existe una atracción sexual entre personas de igual sexo, entre las que existe actividad sexual.

En este elemento no hay dificultades de aceptación —todos pueden reconocer que existe la homosexualidad. El primer elemento de la defensa de la homosexualidad, por tanto, debe aceptarse —ella existe, es real y no puede dudarse que existen personas que la practican.

La homosexualidad debe ser

Este es el segundo elemento de la homosexualidad para ser justificada y aceptada como conveniente —no solamente existe, sino que ella es válida y su práctica no debe ser reprobada. Al contrario, debe ser aprobada y tener manifestaciones como la legalización de matrimonios entre personas del mismo sexo, la adopción de hijos en esos matrimonios, la explicación de la homosexualidad como una opción de vida en las escuelas primarias y otros más.

Es vital diferenciar el plano en el que este segundo elemento se mueve —mientras que no existe un problema de aceptación del primer argumento que afirma la existencia real de la homosexualidad, este segundo argumento se da en un plano muy diferente y que no implica una aceptación tan veloz.

En lo que sigue examino justificaciones que se han usado para dar validez a este segundo argumento, el de aceptar como “deber ser” a la homosexualidad —los argumentos que afirman que porque ella existe, ella debe ser; que se trata de un derecho; que nadie posee la verdad sobre el tema; y que es ella parte de la naturaleza humana o bien un rechazo a una construcción social artificial.

Porque existe, la homosexualidad debe ser aceptada

Esta justificación sostiene una tesis muy directa: la homosexualidad existe, es un hecho real y por esa razón debe ser aceptada como positiva y deseable —lo que lleva a la conclusión inevitable de que los principios éticos y mandatos morales que la reprueban deben ser rechazados.

La justificación de que lo que es también debe ser, es inválida —un non sequitur clásico que se niega a sí mismo y cualquiera puede reducir al absurdo: también los robos existen y eso no significa que deben ser vistos como deseables, al contrario.

Desde luego, puede alegarse que existe, por ejemplo, el consumo de droga y la prostitución, pero que no conviene prohibirlos legalmente porque tendrían efectos colaterales muy negativos. Es cierto, pero aún sin una prohibición legal, esas dos actividades serían siendo consideradas ética y moralmente reprobables.

Podría entonces alegarse que la homosexualidad debiera ser tolerada, sin castigos legales —un reclamo razonable en el plano legal, pero que no llevaría a aprobación moral ni ética, como tampoco al establecimiento de matrimonios de personas del mismo sexo.

Es claro que la defensa de la homosexualidad no queda satisfecha con su tolerancia legal y desea ir más allá, hasta el nivel de ser considerada una situación meritoria, éticamente deseable y que lleve al rechazo de mandatos morales que la prohiben —con, por ejemplo, la existencia de ministros religiosos homosexuales en religiones que la prohíben.

Pero llegar a ese reclamo, razonando que lo que existe debe ser aprobado únicamente por ser real, no provee a la homosexualidad con una justificación razonable, ni lógica, ni sólida. Tiene necesidad de otras justificaciones más robustas, que examino en lo que sigue.

La homosexualidad es un derecho y un reclamo

Esta es otra posible defensa del deber ser de la homosexualidad y tiene su base en la ampliación de la lista de derechos humanos —consiste en una sencilla adición a ese listado: se agrega un derecho, el de la homosexualidad. Se piensa que de esta manera el asunto queda resuelto y la homosexualidad pasa a ser algo tan positivo como el resto de los derechos humanos.

El sustento del agregado a la lista es directo —la homosexualidad existe, se practica y por eso, se tiene derecho a ser homosexual, lo que deriva en peticiones adicionales. Si la homosexualidad es un derecho, por consiguiente se tienen derechos adicionales, como el del matrimonio entre personas del mismo sexo y el de dar educación infantil en la que la homosexualidad sea promovida.

Esta justificación tiene un problema de validez —la simple adición de un derecho a la larga lista que ya se tiene, no significa nada. Cualquiera podría reducir esto al absurdo con el ejemplo del secuestrador, quien agregaría a la lista de derechos, uno nuevo, el de secuestrar personas. Y cualquier otro, por el motivo que sea, podría retirar uno de los derechos de la lista.

De nuevo, la mera existencia de algo no significa que eso sea igual a un derecho. Es, por supuesto, una realidad que existe la libertad de practicar la homosexualidad como muchas otras acciones, pero que exista libertad para hacer algo no lleva a la conclusión de que eso sea un derecho. Sin duda, las personas tienen la libertad de arrojar piedras, pero esa libertad no la convierte en un derecho.

La conversión de la homosexualidad en un derecho falla por la aplicación de una falacia —la de hacer equivalentes dos cosas que son diferentes: la posibilidad de realizar una acción no equivale a que esa acción sea un derecho.

Las libertades son posibilidades de acción que están abiertas a las personas y que ella puede realizar —pero convertir a toda acción posible en un derecho es un error de lógica, muy similar al anterior.

Nadie posee la verdad sobre la homosexualidad

Es otra posible defensa de la homosexualidad —consiste en el argumento de que no es posible nada más allá de tener opiniones morales diversas y que ninguna de ellas constituye una verdad que puede ser absoluta. De acuerdo con esto, las opiniones favorables sobre la homosexualidad son tan respetables como las opiniones contrarias.

Es un argumento fundamentando en el relativismo moral y contiene el error de usar una verdad absoluta, la de decir que no hay verdades absolutas, para afirmar que no las hay. Pero también contiene otro error de inconsistencia interna.

Para defender a la homosexualidad usa un elemento que en primer lugar llama a reconocer una realidad objetiva, la de que la homosexualidad existe —pero enseguida usa un argumento que sostiene que la realidad es subjetiva, el de que cada quien tiene su propia opinión y que todas ellas son verdaderas. Es una inconsistencia lógica.

La homosexualidad es parte de la naturaleza humana

Es otra defensa posible de la homosexualidad —y sostiene que la práctica de la homosexualidad es natural, parte de las expresiones y acciones humanas, por lo que debe ser admitida sin limitaciones.

Este argumento es de índole metafísico y corresponde a una concepción de la naturaleza humana —una que entiende a la persona como un ser libre y que limitar esa libertad es algo que va contra la naturaleza humana, la que sólo tiene una limitación: no alterar esa misma libertad en los demás.

La idea opuesta es la que también parte de la misma base de libertad —y que dice que los humanos son libres, pero que esa libertad está limitada por mandatos morales y éticos que van más allá de respetar la libertad ajena. Esta idea señala que el ser humano tiene una naturaleza tal que requiere el dominio de las pasiones y los instintos, y exalta la naturaleza racional del ser humano.

Entre las dos concepciones del ser humano existe un mismo énfasis en la libertad —ambas reconocen que la persona es libre por naturaleza. Pero en lo demás existe un abismo sustancial. Una legitima que todo acto libre es válido, el que sea, con la condición de que no impida esa misma libertad en los demás.

La otra señala que no toda acción libre es igualmente valiosa, que algunas de ellas son reprobables aunque no dañen a terceros. Esta concepción de la persona humana sostiene la superioridad de las acciones racionales y espirituales, las que ponen riendas a los instintos que la persona comparte con otros animales —es lo que justifica como superior a las artes y el uso de la razón sobre, por ejemplo, los excesos en el comer y beber, y también en el instinto sexual.

El profundizar en esta defensa de la homosexualidad y su crítica, ayudará a centrar el diálogo en un terreno más fructífero que el de las anteriores defensas, que son inválidas. En la discusión, por supuesto, el gran tema será el de las consecuencias de cada una de las dos concepciones humanas.

Por ejemplo, la aceptación de la homosexualidad llevará también a la aceptación de una naturaleza humana en la que toda acción libre es respetable e igualmente valiosa si es que ella no altera libertades de terceros —lo que repercutiría en tener que aceptar como de igual valor el comer en exceso que el estudiar una carrera; el usar drogas que el ser caritativo.

La aceptación de la homosexualidad sosteniendo una base ética de que todo acto libre es meritorio significaría que cualquier regla ética o mandato moral que indique comportamientos personales deberá ser rechazado si es que no afecta a otros —ninguna regla ética que limite las libertades personales podría ser rechazado.

Todo es una construcción social

Esta defensa de la homosexualidad se apoya en la tesis de que físicamente no hay distinciones válidas entre hombres y mujeres, que las diferencias biológicas entre ellos no tienen efecto alguno en su vida —de lo que se concluye que las diferencias entre hombres y mujeres son simples convenciones sociales pertenecientes a una tradición que debe cambiarse a nuevas condiciones.

Si se toma como cierta la idea de que no hay diferencias físicas con consecuencias entre los dos sexos biológicos y que por tanto, sus diferencias son una construcción social derivada de una tradición que puede y debe cambiarse.

Esta defensa puede ser estudiada en dos niveles, el de las diferencias físicas y sus consecuencias —pero también en el de la tradición que ha creado una reprobación general de la homosexualidad y considerado como ideal a la familia con padre y madre.

En el nivel de diferencias físicas podría existir una posibilidad de examen —por ejemplo, la exploración de diferencias y similitudes físicas y su impacto en formas de pensar y actuar. El objetivo del estudio sería encontrar datos que prueben o no la afirmación de que físicamente no hay diferencias entre los dos sexos, o si las hay, que ellas no originan diferencias en comportamientos.

Señalo que un examen de este tipo sería considerado políticamente incorrecto, pues va en contra de la hipótesis de la que parte la defensa de la homosexualidad —muy posiblemente sus partidarios se opondrían a realizarlo.

En el nivel de la tradición habría más dificultades de análisis —pero podría pensarse en los efectos que causaría el rompimiento con la tradición establecida. Es un área muy dificultosa que, sin embargo, sería de enorme interés.

Conclusión

Lo que he tratado de hacer es examinar los dos elementos de la defensa de la homosexualidad —con el propósito de fincar bases sólidas para la discusión del tema. Acepté que la homosexualidad existe, una realidad que debe ser reconocida lo que no significa que deba ser aceptada.

Examiné argumentos que la defienden y rechacé el que dice que su existencia es causa de su aprobación, así como el que afirma que se trata de un derecho más. Ambos son defensas débiles y sencillas de rechazar, al igual que la que se basa en el relativismo moral.

En cambio, otras dos dan pie a ser examinadas con mayor profundidad. La que afirma que la homosexualidad es una parte de la naturaleza humana puede ser examinada por medio de las consecuencias que tendría el aceptar que cualquier acto libre es válido. Y la que sostiene que las diferencias entre hombres y mujeres son artificiales puede ser examinada con estudios que estudien esas diferencias físicas y sus consecuencias.

Mi posición personal es reprobatoria de la homosexualidad. Ella degrada a la naturaleza humana rebajándola al seguimiento de pasiones e instintos.

Y, adicionalmente, sostengo que hay diferencias físicas y biológicas con consecuencias que diferencian a los dos sexos, sin que por eso pueda uno ser superior al otro, sino establecerse una relación complementaria entre ambos.

http://contrapeso.info/2009/homosexualidad_sus_defensas/

BISEXUAL

Involucra atracción física y/o sentimental hacia individuos de ambos sexos.La bisexualidad no ha sido siempre reconocida como una orientación sexual, e incluso a día de hoy hay colectivos que se niegan a otorgarles esa categorización, al confundirla con una “etapa de transición” por la que pasa una persona desde la heterosexualidad a la homosexualidad o viceversa.

Esta opción sexual se puede dar tanto en hombres, como en mujeres. Sin embargo, en la actualidad se conocen más mujeres que hombres bisexuales.

HETEROSEXUAL

Se entiende la condición y el marco de acción de las personas que buscan y encuentran satisfacción sexual, afectiva, intelectual y/o espiritual en personas de su mismo sexo. La homosexualidad no es una elección. Según recoge la American Pshycological Association (APA), muchos científicos consideran que una persona es homosexual debido a una interacción compleja de factores biológicos, cognitivos y del entorno. Los primeros indicios de atracción emocional o sexual de una persona tienden a surgir durante el comienzo de la adolescencia, ya sea hacia personas de su mismo o de distinto sexo (o ambos, en el caso de la bisexualidad). En su momento, esta asociación, junto a otros colectivos, consideró la homosexualidad como un “trastorno mental y emocional”, aunque en 1937 decidió eliminar a la homosexualidad de este grupo.

A diferencia de Otras estrategias potenciadoras de la igualdad de oportunidades, que han sido aplicadas en el ámbito político o social (sistema de cuotas, representación paritaria, etc), la diversidad de género aúna criterios humanitarios basados en los derechos de ciudadanía de las mujeres con argumentos maximalistas referidos al valor añadido que esta estrategia puede aportar, en la actualidad, a las organizaciones laborales.

FUENTE: http://mgmmundodeladiversidad.blogspot.cl/

http://www.ite.educacion.es/formacion/materiales/112/cd/indice.htm

Se caracteriza por el deseo y la atracción hacia personas del sexo opuesto. Un hombre heterosexual se siente atraído por las mujeres, mientras que una mujer heterosexual siente atracción por los hombres.a heterosexualidad es la variante sexual más común y la dominante. Casi todo el mundo tiene deseos heterosexuales, o mejor dicho, muestra un comportamiento y tiene sentimientos heterosexuales. La razón de ser es que los seres humanos nacemos con estos sentimientos y los desarrollamos mientras crecemos y nos hacemos maduros. Asimismo, el entorno estimula el aprendizaje de la orientación heterosexual, lo cual está relacionado con la reproducción, por naturaleza la función más importante del comportamiento sexual, tanto para los individuos como para la especie en general.

ASEXUALIDAD

Es el estado de una persona que no siente atracción sexual hacia ninguna otra persona. A diferencia del celibato, el cual la gente escoge, la asexualidad es una parte intrínseca de quienes somos. Hay una diversidad considerable dentro de la comunidad asexual. Cada persona asexual experimenta cosas como las relaciones, la atracción o la excitación de formas diferentes. La asexualidad no hace nuestras vidas mejores ni peores, simplemente nos enfrentamos a una serie de desafíos diferentes a los que se enfrentan la mayoría de los alosexuales. La asexualidad es distinta al celibato o a la abstinencia sexual, las cuales son comportamientos, mientras que la asexualidad es generalmente considerada como una orientación sexual. Algunos asexuales participan en relaciones sexuales por distintas razones.GAY

Es una manera de designar a los sujetoshomosexualesmasculinos, es decir, a los hombres que muestran inclinación hacia la relación erótico-afectiva entre individuos de su mismo sexo.LESBIANA

La palabra lesbiana se utiliza para hacer referencia a una mujer homosexual, es decir, una mujer que se identifica a sí misma, o a la que otros caracterizan, por sentir atracción física y emocional hacia otras mujeres y que no siente atracción por el sexo opuesto.TRAVESTIS

Transgénero es el estado de la identidad de género de uno mismo (autoidentificación como hombre, mujer, ambos o ninguno) que no se corresponde con el género asignado a uno mismo (la identificación por parte de los demás de si se es hombre o mujer en función del sexo genético o físico).

Es una identidad transgénero en la que una persona de determinado género biológico acostumbra utilizar la vestimenta socialmente asignada al género opuesto.TRANSGENERO

PARAFILIAS

http://www.sobrehacerelamor.es/variantes/parafilias.htm

http://www.sobrehacerelamor.es/variantes/efebofillia.htm

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