• • métodos directos: recogiendo muestras y analizándolas procedentes de erupciones volcánicas, sondeos  profundos. , explotaciones mineras , perforaciones petrolíferas, etc....

  • métodos indirectos: aportan información sobre la distribución de los materiales sin entrar en contacto con ellos. Por ejemplo, el estudio de las ondas sísmicas  (estudio de la dirección y velocidad de propagación de las ondas al atravesar materiales de diferentes densidades), ha ofrecido mucha información sobre el interior terrestre. 

La información aportada por  los distintos métodos nos conduce a la teoría de que el planeta Tierra está constituido por una serie de capas. El número de capas y sus límites varía según sean las propiedades de los materiales  analizadas (no es lo mismo fijarse en la diferencia de densidades , en la composición o en el estado en el que se encuentran). Así hay dos grandes modelos:

• • Modelo ESTÁTICO (geoquímico). Nos fijamos en la composición de las diferentes capas. Este es el modelo en el que nos vamos a centrar. 

  • Modelo geodinámico. Nos fijamos en la estructura y el comportamiento. 

La Tierra es como una gran cebolla con varias capas diferentes. Cada capa tiene sus propias características y está compuesta por materiales distintos. En total, tenemos cuatro capas principales: 

• • Corteza: Imagina que la corteza es como la cáscara de la cebolla. Es la capa más delgada y fina que cubre toda la Tierra. Está compuesta principalmente por rocas y suelos. Es donde vivimos, donde están los continentes, llamada corteza continental, y bajo los océanos, denominada en este caso corteza oceánica. 

La corteza está divida en grandes fragmentos de roca, denominadas placas tectónicas, que flotan sobre el manto y se desplazan muy lentamente. Estos movimientos originan fricciones y tensiones entre las placas, que en determinados momentos generan movimientos sísmicos o terremotos. 

• • Manto: Justo debajo de la corteza, encontramos el manto. Es como una capa de roca sólida y caliente que se extiende hacia abajo. Aquí es donde ocurren movimientos lentos de rocas calientes, responsables del desplazamiento de las placas tectónicas. Estas rocas fundidas, o magma, eventualmente pueden llegar a la superficie y formar volcanes.  

  • Núcleo externo: Un poco más profundo, llegamos al núcleo externo. En esta capa, las rocas se vuelven tan calientes que se derriten y se convierten en líquido. Esta parte del núcleo es muy importante porque crea el campo magnético de la Tierra, que nos protege de las partículas dañinas del espacio. 

  • Núcleo interno: Finalmente, en el centro de la Tierra, está el núcleo interno. Es como una esfera sólida hecha principalmente de hierro y níquel. A pesar de estar tan lejos bajo tierra, es extremadamente caliente, incluso más caliente que la superficie del Sol. 

Entonces, para resumir, la Tierra tiene una corteza delgada donde vivimos, seguida por el manto que es como una roca caliente, luego un núcleo externo líquido y finalmente un núcleo interno sólido y caliente. Estas capas trabajan juntas para dar forma a nuestro planeta y hacen que sea un lugar especial donde podemos vivir.