Hace muchísimo tiempo, mucho antes de que tú o yo naciéramos, la Tierra no existía. En ese momento, el espacio estaba lleno de polvo, rocas y gas. Luego, ocurrió algo especial llamado la "formación del sistema solar". Esto sucedió hace aproximadamente 4.600 millones de años. 

• Imagina una gran nube de gas y polvo en el espacio. En el centro de esta nube, había una estrella muy caliente y brillante llamada el Sol. El calor y la gravedad del Sol hicieron que el gas y el polvo en esa nube comenzaran a juntarse. 

• Poco a poco, las partículas de polvo se agruparon para formar pequeñas rocas y asteroides. Estos asteroides chocaron entre sí y se unieron para formar planetas. La Tierra fue uno de esos planetas. 

• Al principio, la Tierra era un lugar muy caliente compuesto de materiales fundidos. El movimiento de rotación y la fuerza de gravedad  ordenaron estos materiales en capas: los materiales más densos se fueron colocando en zonas más profundas, los materiales menos densos ocuparon las capas más externas, más cercanas a la superficie.

• A medida que pasaron millones de años, la Tierra se fue enfriando y formando una capa sólida. Impactaron meteoritos que contenían agua y comenzó a llover, creándose los primeros mares y océanos.  Los océanos se llenaron de agua y los primeros seres vivos, como bacterias, empezaron a aparecer hace unos 3.800 millones de años. 

• A lo largo de miles de millones de años, la vida en la Tierra evolucionó y se diversificó en una variedad de plantas y animales. Así es como llegamos a tener la Tierra tal como la conocemos hoy en día, con montañas, ríos, bosques, océanos y una increíble diversidad de vida. 

Así que, en resumen, la Tierra se formó a partir de gas y polvo en el espacio hace miles de millones de años, gracias a la fuerza de la gravedad y la energía del Sol. Con el tiempo, se enfrió y se llenó de agua, lo que permitió que la vida se desarrollara en nuestro planeta.