Poemas escogidos (preparación para escribir nuestro propio poema)

Con el fin de prepararnos para el Cuarto Concurso de Poemas "O recuncho da lectura". Os propongo la lectura de varios poemas de diferentes épocas y estilos.

Recordad que lo importante del poema no es la rima, el ritmo ni la estrofa. El estilo es lo de menos. La poesía es el único recurso del que disponemos para hablar de nuestras emociones más intensas, de nuestros sentimientos, de lo más íntimo que nos pasa. Comunicar estos sentimientos es lo realmente difícil y precioso. Lo demás es menos interesante, aunque el estilo nos sirve para un recitado mejor y más musical: recordad que todas las canciones son poemas, aunque no todos los poemas sean canciones.

Os deseo que disfrutéis con la lectura de estos poemas, tanto como yo lo he hecho seleccionándolos.

El primero, es el típico poema que hay que aprender de memoria. Habla de los desengaños de la vida. Es un poema inmortal de nuestro gran Antonio Machado. Tiene versos de ocho sílabas y rima en asonante en los pares. Leedlo con atención:

Parábolas. 1

Era un niño que soñaba

un caballo de cartón.

Abrió los ojos el niño

y el caballito no vio.

Con un caballito blanco el niño volvió a soñar; y por la crin lo cogía... ¡Ahora no te escaparás! Apenas lo hubo cogido, el niño se despertó.

Tenía el puño cerrado.

¡El caballito voló!

Quedóse el niño muy serio

pensando que no es verdad

un caballito soñado.

Y ya no volvió a soñar.

Pero el niño se hizo mozo

y el mozo tuvo un amor,

y a su amada le decía:

¿Tú eres de verdad o no?

Cuando el mozo se hizo viejo

pensaba: Todo es soñar,

el caballito soñado

y el caballo de verdad.

Y cuando vino la muerte,

el viejo a su corazón

preguntaba: ¿Tú eres sueño?

¡Quién sabe si despertó!

Antonio Machado (uno de los mejores poetas españoles del siglo XX).

Este poema es el colmo de la humildad. Las personas a veces creen que son menos de lo que realmente son. En su época, los poetas utilizaban un lenguaje y unas metáforas muy difíciles, y al joven Gerardo Diego no le gustaba ese estilo. Por lo tanto, en este trozo de lírica, Gerardo nos hace una declaración de cómo es su poesía. Se trata de un poema estrófico (con estrofas) y con rima consonante. Tiene mucho ritmo porque sus versos son de nueve sílabas cada uno. Leed:

LOS POETAS SABEN MUCHAS COSAS

Los poetas saben muchas cosas,

piedras raras, extrañas flores.

Y en mi jardín no hay más que rosas,

rosas blancas y de colores.

Yo no me atrevo a hacer poesía.

Mi ajuar irrisorio* es tan pobre.

Mi hacienda se gasta en un día

como una moneda de cobre.

Remotas memorias fragantes

de lejanos mayos floridos.

Y un puñado de consonantes

para hacer versos doloridos.

La novia imposible y soñada.

Un dolor de renunciación.

Y una música sepultada

en el fondo de mi corazón.

La ventaja del pobre es esta:

que nadie le puede robar.

Mi poesía es torpe y modesta.

Oh, no me la podréis quitar.

*Ajuar son sus posesiones, lo que él tiene. Irrisorio significa que es digno de risa. "Lo que tengo es tan poco como para reírse".

GERARDO DIEGO (otro de los mejores poetas españoles del siglo XX)

Este es un poema de amor, amor. Un amor grande y maravilloso, no correspondido. El poeta, que se llama Amado Nervo, está desesperado. Dice que, si se muere sin conseguir que la amada le quiera, se convertirá en un triste fantasma.

Imaginaos que alguien sienta esto por vosotros o vosotras y que pudiera decirlo con estas maravillosas palabras y este ritmo increíble:

Cada día que pasa

"Cada día que pasa sin lograr que me quiera

es un día perdido... ¡Oh Señor, no permitas por piedad que me muera sin que me haya querido! Porque entonces mi espíritu, con su sed no saciada con su anhelo voraz,* errará dando tumbos* por la noche estrellada, como pájaro loco, sin alivio ni paz..."

*Un anhelo es un deseo, y es voraz porque le come al poeta por dentro.

* Errar es caminar sin saber adónde ir y "dando tumbos" es ir torpemente, tropezando con todo.

Amado Nervo (gran poeta mexicano de finales del XIX y principios del siglo XX).

Me gusta mucho León Felipe. Es un poeta maravilloso, con unos poemas llenos de amor y sentimiento. El pobre sufrió mucho en su vida (exilio, incomprensión, enfermedad, pobreza...), y ese sufrimiento fue el verdadero motor de su poesía. Aquí se compara a sí mismo con D. Quijote cuando perdió su batalla en la playa de Barcelona. Es muy triste (y bello):

Vencidos

Por la manchega llanura

se vuelve a ver la figura de Don Quijote pasar. Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura, y va ocioso* el caballero, sin peto y sin espaldar, * va cargado de amargura, que allá encontró sepultura su amoroso batallar. Va cargado de amargura, que allá «quedó su ventura» en la playa de Barcino*, frente al mar. Por la manchega llanura se vuelve a ver la figura de Don Quijote pasar. Va cargado de amargura,

va, vencido, el caballero de retorno a su lugar.

¡Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura,

en horas de desaliento así te miro pasar!

¡Y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura

y llévame a tu lugar;

hazme un sitio en tu montura,

caballero derrotado, hazme un sitio en tu montura

que yo también voy cargado

de amargura

y no puedo batallar!

Ponme a la grupa contigo,

caballero del honor,

ponme a la grupa contigo,

y llévame a ser contigo

pastor.

Por la manchega llanura

se vuelve a ver la figura

de Don Quijote pasar...

*Ocioso es sin nada que hacer. El peto y el espaldar son partes de la armadura que cubren el pecho y la espalda.

*Barcino es el nombre antiguo de Barcelona.

León Felipe (algunos niños dicen que sus poemas son "muy fuertes" porque les producen lágrimas de emoción).

Para que veáis que un poema con ritmo se puede cantar, escuchad éste:

Vencidos

Rubén Darío es el gran poeta en español del siglo XIX. Nació en Nicaragua y fue maestro de otros grandes poetas y gran señor de los salones de alta sociedad de Valparaíso, París o Madrid.

Un día estaba invitado a una fiesta; la niña de la casa, llamada Margarita, le llevó su álbum para que se lo firmase con una dedicatoria. El resultado fue este poema inmortal:

A Margarita Debayle

Margarita, está linda la mar,

y el viento,

lleva esencia sutil de azahar;

yo siento

en el alma una alondra cantar;

tu acento: Margarita, te voy a contar un cuento: Esto era un rey que tenía un palacio de diamantes, una tienda hecha del día y un rebaño de elefantes, un kiosco de malaquita, un gran manto de tisú, y una gentil princesita, tan bonita, Margarita, tan bonita, como tú. Una tarde, la princesa vio una estrella aparecer; la princesa era traviesa y la quiso ir a coger. La quería para hacerla

decorar un prendedor,

con un verso y una perla

y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas

se parecen mucho a ti:

cortan lirios, cortan rosas,

cortan astros. Son así.

Pues se fue la niña bella,

bajo el cielo y sobre el mar,

a cortar la blanca estrella

que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,

por la luna y más allá;

más lo malo es que ella iba

sin permiso de papá.

Cuando estuvo ya de vuelta

de los parques del Señor,

se miraba toda envuelta

en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: ”¿Qué te has hecho?

Te he buscado y no te hallé,

y ¿qué tienes en el pecho

que encendido se te ve?”.

La princesa no mentía.

Y así, dijo la verdad:

“Fui a cortar la estrella mía

a la azul inmensidad”.

Y el rey clama: “¿No te he dicho

que el azul no hay que cortar?

¡Qué locura!, ¡Qué capricho!...

El Señor se va a enojar”.

Y ella dice: “No hubo intento;

yo me fui, no sé por qué,

por las olas, por el viento,

fui a la estrella y la corté”.

Y el papá dice enojado:

“¡Un castigo has de tener!

Vuelve al cielo y lo robado

vas ahora a devolver”.

La princesa se entristece

por su dulce flor de luz,

cuando entonces aparece

sonriendo el Buen Jesús.

Y así dice: “En mis campiñas

esa rosa le ofrecí;

son mis flores de las niñas

que al soñar piensan en mí”.

Viste el rey ropas brillantes,

y luego hace desfilar

cuatrocientos elefantes

a la orilla de la mar.

La princesa está muy bella,

pues ya tiene el prendedor

en que lucen, con la estrella,

verso, perla, pluma y flor.

* * *

Margarita, está linda la mar,

y el viento

lleva esencia sutil de azahar:

tu aliento.

Ya que lejos de mí vas a estar,

guarda, niña, un gentil pensamiento

al que un día te quiso contar

un cuento.

Escúchalo: A Margarita Debayle

Rubén Darío (poeta nicaragüense, apodado "El príncipe de los poetas"). Muchos de vuestros padres se sabrán partes de este poema de memoria.

Aquí tenemos a nuestro Federico García Lorca. Un poeta andaluz universal que supo como nadie meter lírica a raudales dentro de los ritmos flamencos andaluces. ¡Qué grande, Federico!

Su poesía, a pesar de que parece muy popular, es muy difícil de comprender. Está escrita como en clave, a base de metáforas muy inteligentes y palabras muy sencillas.

Sus estribillos nos parecen cercanos porque son muy bellos y utilizan palabras que todos entendemos, por eso es tan popular. Aquí os dejo su "Canción del jinete".

Canción del jinete

En la luna negra

de los bandoleros,

cantan las espuelas.

Caballito negro.

¿Dónde llevas tu jinete muerto?

...Las duras espuelas del bandido inmóvil que perdió las riendas. Caballito frío. ¡Qué perfume de flor de cuchillo! En la luna negra, sangraba el costado de Sierra Morena. Caballito negro. ¿Dónde llevas tu jinete muerto? La noche espolea sus negros ijares clavándose estrellas. Caballito frío.

¡Qué perfume de flor de cuchillo!

En la luna negra,

¡un grito! y el cuerno

largo de la hoguera.

Caballito negro.

¿Dónde llevas tu jinete muerto?

Federico García Lorca

Como un poema puede ser una canción, escucha esta canción de Paco Ibáñez: En la luna negra

Ahora tú, si te atreves, como práctica antes de lanzarte a escribir tu propia lírica, haz este ejercicio. Tienes que hacer tercetos, el primer verso libre y el segundo y tercero rimando. En el tercer verso tienen que estar las palabras "y en medio". Añade un par de tercetos interesantes a estos que hizo Gloria Fuertes, la gran poeta de los niños. Mira:

Poesía, poesía

La lágrima,

la risa

y, en medio, la nariz.

El cielo, el llano y, en medio, el aeroplano. El prado, la montaña y, en medio, la caña. La nieve,

el frío

y, en medio, el río.

La nube,

el mar

y, en medio, el calamar.

La selva,

la palmera

y, en medio, la pantera.

El ángel y el diablito

son dos,

y, en medio, Dios.

El monte,

la escopeta

y, en medio, la perdiz.

La lágrima,

la risa

y, en medio, la nariz.

Gloria Fuertes

Aquí tenéis otro poema con música. Es de Pedro Calderón de la Barca. Se cantó en la época de D. Pedro con esta música de Francisco Guerrero, que os pongo a continuación en este enlace: Ruiseñor que volando vas. Va de un hombre rompe-corazones al que compara con un ruiseñor (los ruiseñores cantan por la noche). La música que os pongo está interpretada por la voz deliciosa de Marta Almajano, acompañada por un cuarteto de cuerda que suena inmejorable. Disfrutadlo. El poema es:

Ruiseñor que volando vas,

cantando finezas, cantando favores,

¡oh, cuánta pena y envidia me das!

Pero no, que si hoy cantas amores

tú tendrás celos y tú llorarás.

¡Qué alegre y desvanecido

cantas, dulce ruiseñor,

las aventuras de tu amor

olvidado de tu olvido!

En ti, de ti entretenido

al ver cuán ufano estás,

¡oh, cuánta envidia me das

publicando tus favores!

Pero no, que si hoy cantas amores

tú tendrás celos y tú llorarás.

*Quiere decir que aunque le tiene envidia por haber enamorado a las señoras y por haber presumido de ellos, al final, si de verdad cae en el amor, sufrirá.

Ahora sólo queda ponernos a escribir. Recordad: lo de menos es la forma, la musicalidad del verso o el colorín de la rima. Si tienes talento para eso, vale; puedes y debes utilizarlo. Pero lo importante de la poesía es que nos permite comunicar sentimientos profundos a otras personas que puedan comprenderlos.

Ánimo.