Acaba de llegar a tus manos, la carta de Lázaro de Tormes, súbdito de tu reino reclamándote clemencia ya que considera que su honor y su honra han sido mancillados a lo largo de su vida. En ella expone, como su vida ha sufrido diversas adversidades que han forjado y determinado su carácter por lo que, ante los rumores de que su mujer le es infiel con el arcipreste de San Salvador, recuerda su dolorosa vida y recurre a su Merced para demostrar su inocencia.
"Yo creo que es bueno que cosas tan comentadas, y quizá nunca oídas ni vistas, sean conocidas por muchos y no se entierren en la sepultura del olvido,pues podría ser que alguno que las lea encuentre algo que le agrade, y a los que no profundicen tanto los entretengan. Y a propósito de esto dice Plinio1 que «no hay libro, por malo que sea, que no tenga alguna cosa buena»; principalmente porque los gustos no son todos iguales, y lo que uno no come, otro suspira por ello, y así vemos cosas que algunos valoran mucho y otros poco. Y esto implica que ninguna cosa se debería romper ni rechazar, salvo que fuese muy despreciable; antes al contrario, las cosas se deben comunicar a todos, especialmente si no causan daño y puede sacarse de ellas algún fruto. Porque, si no fuese así, muy pocos escribirían para uno solo, pues no se escribe sin trabajo, y ya que hacen el esfuerzo, quieren ser recompensados, no con dineros, sino con que vean y lean sus obras y, si hay motivo para ello, se las alaben (...)
Y todo va de esta manera. Así que, confesando que yo no soy más santo que mis vecinos, no me pesará que hagan comentarios sobre esta humilde carta, que escribo en estilo sencillo, y disfruten con ello todos los que en ella algún placer encuentren, y vean cómo sobrevive un hombre que ha sufrido tantas desgracias, peligros y adversidades.
Suplico a vuestra merced que reciba este pobre servicio de quien desearía hacerlo más rico si pudiera. Y pues vuestra merced pide que le escriba y relate el caso con todo detalle, me pareció mejor empezar desde el principio, para que se tenga completa noticia de mi persona; y también para que consideren los que heredaron títulos de nobleza qué poco se les debe, pues la diosa Fortuna se mostró favorable con ellos, y cuánto mayor es el mérito de los que, siéndoles contraria la suerte, remando con fuerza y maña, llegaron a buen puerto."