Por: César COLOMA PORCARI
Presidente del Instituto Latinoamericano de Cultura y Desarrollo
Hace unos años casi nadie sabía que nuestro famoso “pisco sour” fue creado en Lima, a principios del siglo XX, por Mr. Víctor V. Morris, un inmigrante anglosajón residente muchos años en el Perú.
El personaje era propietario del “Morris Bar”, y nosotros descubrimos un importante anuncio sobre su establecimiento en la obra “Lima la ciudad de los virreyes”, de Cipriano A. Laos (Corbeil, Imprimerie Crété, 1927), información que dimos a conocer a los lectores, por primera vez, en “El Comercio”, el 21 de julio de 1997 (página A-2), en nuestro artículo “Setenta años de pisco sour”.
EL PRIMER HALLAZGO
En el mencionado libro, en la sección "Directorio Comercial de Lima", en la página 552, aparece una ilustrativa información sobre el Morris Bar, en la que se señala que este local importaba toda clase de vinos, licores y cervezas, y que además, "se ha hecho famoso por la exquisita preparación de sus 'pisco-sour' y 'whisky-sour', etc, en los que emplea licores genuinos.
Al final se consigna la dirección del local: "Lima, calle de Boza N° 847. Tel. N° 2235".
Asimismo, en la página siguiente, figura el aviso comercial del bar, donde aparecen enumerados veintitrés cocteles diferentes, como el “Manhattan”, “Gin-Fizz”, “Old Tom”, y por supuesto, el “Pisco Sour”.
LA COPA DEL JARANISTA
No estuvimos satisfechos con este hallazgo y continuamos nuestras investigaciones. En nuestro artículo “Bridemos con pisco sour”, publicado en “El Comercio” (27 de diciembre de 2004, página b-3), señalábamos que habíamos descubierto una referencia aún más antigua sobre este coctel limeño, en un artículo titulado “De lo huachafo y lo criollo”, publicado en la revista “Mundial” Nº 52, de Lima, 22 de abril de 1921 (sin paginación).
Allí describen las andanzas de José Julián Pérez, un jaranista limeño, que solía asistir al conocido bar del inmigrante anglosajón, y que bebía “una copa cuyo blanquecino contenido habíase encargado de preparar uno de los más aprovechados discípulos de Mister Morris, el popular propietario del popular Bar de Boza”.
LOS DISCÍPULOS
Lamentablemente, hasta la fecha, nadie ha podido encontrar la receta original del pisco sour de Mr. Morris, pero creemos que en este escrito de 1921, podemos al menos comprobar que, ya en ese entonces, era descrito, muy acertadamente por cierto, como de color “blanquecino”. Y, como su nombre lo indica, era preparado con pisco (nuestra bebida nacional), con limón (por eso era “sour”), azúcar y hielo.
Además, se comprueba que Mr. Morris ya en 1921 tenía discípulos que preparaban este cóctel.
EL NUEVO HALLAZGO
Ahora ofrecemos un nuevo dato, debidamente comprobado, de la existencia del pisco sour, un año antes, en 1920:
La revista “Hogar”, de Lima, publicó en trece capítulos, desde su número 31 (del 13 de agosto de 1920), hasta el número 50 (del 24 de diciembre de 1920), “La novela limeña de ‘Hogar’ / La escriben, sin orden ni concierto entre ellos, literatos peruanos”.
La idea era que cada escritor tuviera a su cargo un capítulo de la novela, y así participaron José Gálvez, Raúl Porras Barrenechea, Luis Fernán Cisneros y Luis Alberto Sánchez, entre otras no menos ilustres plumas [y también, quien se escudaba bajo el pseudónimo de “Juan de Zavaleta”. Nadie ha podido descubrir quien escribió bajo ese nombre ficticio (ni el propio Sánchez ni Alberto Tauro del Pino)].
En el número 37 de esta revista, (del 24 de septiembre de 1920, sin paginación), se publicó el capítulo quinto de la novela, esta vez a cargo de Luis Alberto Sánchez. Allí este autor cuenta que algunos personajes asistieron a una función en el cine “Excelsior”, del jirón de la Unión, y “A la salida del cine […] Silenciosamente los dos amigos se encaminaron por la calle de Boza. Juan Antonio propuso un Piscosour en el Morris Bar” (sic).
La Universidad Nacional Mayor de San Marcos publicó la obra completa, con el título de “Una novela limeña” (Lima, Imprenta de la U.N.M.S.M., 1967), con un valioso prólogo de Luis Alberto Sánchez y un no menos importante colofón de Alberto Tauro del Pino.
La ya mencionada referencia sobre el pisco sour se encuentra en la página 51 del libro. De todos modos, en esta referencia no se describe el coctel, como en el artículo del año siguiente (1921), del que ya tratamos.
Con estos datos, podemos decir que el pisco sour pronto cumplirá un siglo de existencia. Creemos que se debe colocar una placa conmemorativa en la fachada del inmueble del jirón de la Unión N° 847, donde se creó esta bebida.
(Publicado en “El Comercio”, suplemento “El Dominical”, Lima, domingo 1 de febrero de 2015, página 11).