Prácticas de Crianza

PRÁCTICAS DE CRIANZA

I. ESTILOS DE PADRES

PADRES DEMOCRÁTICOS O AUTORITATIVOS:

Estos padres poseen un alto nivel de calidez y un alto nivel de control.

Establecen límites claros, hacen cumplir las reglas y esperan un comportamiento maduro. Sin embargo, son cálidos con sus hijos; escuchan sus preocupaciones, explican las razones de las reglas y permiten una toma de decisiones más democrática.

Respetan la individualidad del hijo, pero al mismo tiempo le inculcan los valores sociales, dirigen sus actividades de manera racional, prestan atención a las consecuencias antes que al miedo del niño al castigo o a la pérdida del amor.

Puesto que confían en su capacidad para guiar a los niños, respetan los intereses, las opiniones y la individualidad de la personalidad.

Son amorosos y exigentes, su comportamiento es coherente y respetan las decisiones independientes de los hijos, pero también son firmes en el acatamiento de las normas y en la imposición de castigos moderados, menos estrictos y se ofrece mayor guía. Ayudan a sus hijos a pensar en las consecuencias de sus acciones.

Explican las razones que hay detrás de su posición, animan a los hijos para mantener la comunicación verbal y combinan el control con el estímulo.

Se espera que estos niños tengan un buen desempeño, realicen sus cometidos y participen de manera activa en las labores y en las diversiones familiares.

PADRES AUTORITARIOS:

Valoran el control y a obediencia ciega, tratan de moldear a los hijos según un estándar de conductas y los castigan cuando se salen de dicho patrón, se mantienen más alejados de los hijos y son menos afectuosos que otros padres.

Los padres autoritarios poseen un bajo nivel de calidez y alto nivel de control.

Son fríos y controladores en las interacciones con sus hijos. Esperan que sus hijos sean maduros y que hagan lo que ellos dicen: ¡Porqué lo mando yo!

No hablan mucho acerca de las emociones: los castigos son estrictos, aunque sin abuso. Los padres aman a sus hijos, pero no demuestran su afecto de manera abierta.

PADRES PERMISIVOS:

Valoran la expresión de los niños por sí mismos y la autorregulación, exigen poco y permiten que los niños controlen sus propias actividades –hasta donde sea posible-Ellos consideran que deben ser un apoyo para sus hijos, y no modelos o fijadores de normas, explican las razones de las pocas reglas familiares que existen, consultan las decisiones con sus hijos y casi nunca los castigan.

Los padres permisivos poseen un alto nivel de calidez y bajo nivel de control. Son cálidos y estimulantes, pero imponen pocas reglas o consecuencias para sus hijos y no esperan un comportamiento maduro porque “sólo son niños”. Estos padres no controlan, no exigen y son relativamente cálidos.

PADRES RECHAZANTES, NEGLIGENTES E INDIFERENTES:

Los padres rechazantes, negligentes o indiferentes poseen bajo nivel de calidez y bajo nivel de control.

Parecen no interesarse por controlar a sus hijos, ni por comunicarse con ellos o enseñarles algo.

La permisividad extrema se convierte en indulgencia. Los padres indulgentes cumplen cualquier capricho de sus hijos; quizás esto sea más fácil que ser el adulto, que debe tomar las decisiones desagradables.

II. CONSECUENCIAS DE LOS ESTILOS DE CRIANZA EN LOS HIJOS

HOGARES DEMOCRÁTICOS:

Sus hijos se sienten seguros al saber que son amados y al conocer que se espera de ellos.

Los hijos saben cuándo están cumpliendo lo que se espera de ellos y cuándo pueden arriesgarse a disgustar a los padres por tratar de conseguir una meta.

En el preescolar, los hijos de padres democráticos tienden a ser seguros, calmados, dominantes, exploradores y contentos.

Estos niños son conscientes de que deben cumplir las responsabilidades y alcanzar el éxito.

Están más propensos a orientarse hacia los grupos equilibrados como los “normales” o los “inteligentes”.

Suelen verse menos influidos por la presión de los pares para consumir drogas o alcohol, especialmente cuando sus amigos tienen padres con este estilo.

Estos niños tienen mayores probabilidades de tener éxito en la escuela, de sentirse felices con ellos mismos y de relacionarse bien con los demás.

HOGARES AUTORITARIOS:

Los hijos están tan fuertemente controlados, bien sea por el castigo o por la responsabilidad, que con frecuencia no pueden seleccionar de manera consciente un comportamiento por estar pendientes de lo que sus padres harán.

Los hijos son más proclives a sentirse culpables o deprimidos, tienden a ser más descontentos, retraídos y desconfiados.

HOGARES PERMISIVOS:

Los hijos de hogares permisivos reciben tan poca orientación que a menudo se sienten inseguros y ansiosos por saber si lo que están haciendo es correcto

Sus hijos tienden a ser inmaduros (tienen menos autocontrol y son menos exploradores). Demasiado dependientes y carentes de control.

Podrían tener problemas para interactuar con sus pares, ya que están acostumbrados a salirse con la suya.

HOGARES RECHAZANTES, NEGLIGENTES O INDIFERENTES:

Las niñas y varones de padres indiferentes son más proclives a estar orientadas hacia los pares "fiesteros” y los “drogadictos” que rechazan los valores adultos.

III. ESTILOS DE CRIANZA Y COMPETENCIA:

— Los estilos de crianza de los padres, especialmente durante los primeros dos años, afectan la competencia intelectual, social y emocional de los niños.

— Los niños más competentes son hijos de padres capaces de “diseñarles” un buen ambiente, están disponibles como “consultores” y emplean los controles apropiados. La sensibilidad que los padres demuestren frente a los hijos está asociada con su desarrollo óptimo.

— Los padres democráticos, autoritarios y permisivos aman a sus hijos y tratan de hacer lo mejor; simplemente tienen ideas distintas acerca de la mejor forma de crianza.

IV. DETERMINANTES DE LOS ESTILOS DE CRIANZA:

— Ningún padre es autoritario, permisivo o democrático en todo momento.

— Como seres humanos los padres atraviesan diferentes estados de ánimo y reaccionan de varias maneras en situaciones diversas.

— Es fácil saber la manera “correcta "de actuar con los niños; lo difícil es ponerla en práctica.

V. ¿QUÉ INDUCE A QUE UN PADRE ADOPTE DETERMINADO ESTILO DE CRIANZA DURANTE LA MAYOR PARTE DEL TIEMPO?

— Factores como: El grado de religiosidad de las mujeres, la edad, el nivel de estudio, la crianza en hogares monoparentales.

— Los antecedentes culturales son determinantes para saber si los padres golpean o no a los hijos.

VI. AMOR Y MADUREZ DE LOS PADRES:

— Las prácticas específicas de crianza en los cinco primero años de un niño pueden ser menos importante que la manera como los padres expresan sus sentimientos y cómo se sienten en relación con sus hijos.

— La influencia más importante es el amor brindado por los padres, en especial las madres. Cuánto juegan con ellos de pequeños y el afecto que les muestran.

— El amor que los padres muestren a los hijos es la mayor influencia en la madurez social que los hijos mostrarán en la edad adulta.

— Los niños que reciben más amor al llegar a la adultez tienen mayor madurez en cuanto a comportamiento sociable: más tolerantes, comprensivos y es más probable que muestren una preocupación activa por los demás.

— Los adultos menos maduros se criaron en hogares cuyas normas estaban centradas en los adultos y a los niños se les consideraba una molestia. Sus padres no toleraban el ruido, el desorden o las peleas en el hogar y reaccionaban con gran severidad frente a la agresividad, el juego sexual o las expresiones de dependencia normal.