La Ermita de Nuestro Señor de la Agonía se encuentra en un marco urbano, que le permite mostrar sus principales características arquitectónicas: el color blanco, las formas, los detalles, el tamaño, proporciones y, sobre todo, su escala y etilo tan auténtico.
El “sitio”, paraje o locación donde se establece la Ermita, es un “hito referencial”, es, además, un lugar de gran presencia en el espacio. Involucra todo su contexto que la envuelve y le da escala, proporción y realce. Es un contexto compuesto, entre natural y cultural. Lo natural: buena cantidad de árboles del trópico seco a su alrededor y con una temperatura máxima entre los 35 e incluso 38 grados centígrados. La proximidad del río Liberia, no tan bien ponderado como se debiera, aporta la “fresca brisa”.
En cuanto al contexto cultural, Liberia conserva una serie de casas y casitas muy distintivas por su “puerta del sol”, aunque también se encuentran muestras similares en Moravia, San José e incluso en Rivas y Granada, Nicaragua. También se conservan algunas construcciones de ochavo (planta de ocho lados) en las esquinas, como suelen ser las esquinas urbanas por normativas municipales.
Con un estilo colonial español, la Ermita comparte muchos elementos con la arquitectura realizada por las misiones. Se caracteriza por una combinación de detalles de varias épocas de la arquitectura española y mexicana, el estilo tiene un buen uso del yeso en los interiores para decorar las estancias, usa tonos terracota en las baldosas de arcilla y adornos de hormigón en la fachada, a manera de las antiguas decoraciones en madera o piedra de las construcciones coloniales originales. Otras características frecuente en estos estilos son pequeños porches o balcones, arcos romanos, patios con arcadas, ventanas y puertas en madera a doble altura, toldos de lona, y molduras decorativas de hierro.
Tiene una fachada muy ecléctica, al mezclar estilos del orden clásico. Tiene pilastras (columnas adosadas a las paredes) de influencia jónica en la parte inferior y en la superior parecieran más barrocas por ser “tableradas”. En medio de estas pilastras, sobresale una apertura que se asemeja a una concha marina o a un rosetón del estilo gótico. Su frontispicio es de influencia griega. La Ermita es muy particular, porque usualmente los templos eclécticos son templos mayores y de una influencia románica o griega.