Las fuerzas suponen siempre la interacción mutua entre dos cuerpos. Cada vez que se detecta la existencia de una fuerza en un cuerpo, es posible encontrar otro cuerpo que recibe simultáneamente una fuerza del primero.
El despegue de los cohetes espaciales también se explica como consecuencia de este principio: debido a la fuerza que ejercen los gases de combustión que despide el motor sobre la superficie y que le sirven de impulso, es elevado, ya que la tierra ejerce sobre el cohete un fuerza de igual intensidad y sentido contrario....
Se trata del mismo efecto que observamos al dejar suelto un globo, que acabamos de inflar, con la boquilla abierta. Se impulsa en diferentes direcciones hasta que se desinfla del todo.