Artículo publicado en Mi Mecánica Popular.com
EN LAS OCHO PÁGINAS SIGUIENTES Mecánica Popular saluda a los grandes coches clásicos de nuestros tiempos-12 carros norteamericanos señalados como los mejores que se produjeron en esa edad de oro del automovilismo, que comprende el período de 1925 a 1942, inclusive.
Los coches escogidos, mencionados abajo en el orden de su selección, aparecen en fotos y dibujos originales a todo color. He aquí la lista de honor:
1. Duesenberg 1931-J Roadster-Murphy.
2. Duesenberg 1931-J Victoria-Rollston.
3. Lincoln 1932-KB Phaeton Dual Cowl.
4. Packard 1929 Sport Phaeton.
5. Pierce Arrow 1933 Silver Arrow V12.
6. Stutz 1932 Bearcat.
7. Cord 1937 Convertible Coupe.
8. Packard 1930 Speedster .
9. Kissel 1927 White Eagle Speedster.
10. Auburn 1936 Supercharged Speedster .
11. Marmon 1931 V16 Club Sedan.
12. Lincoln 1941 Continental Convertible.
Según los aficionados a autos clásicos, el período comprendido entre los años de 1925 y 1942 constituye la era en que el automóvil adquirió verdadera eficiencia mecánica, habiéndose desecho de cuanta traza tenía del coche tirado por caballo, y no habiendo aún pasado a manos del estilista.
Estos doce automóviles, señalados aquí como los más destacados de su clase, no son piezas de museo. Sus orgullosos propietarios todavía los manejan; algunos
de ellos aun conservan su acabado original, mientras que los otros no han cambiado de color. Casi todos funcionan a la perfección, sin los múltiples mecanismos, adornos cromados y dispositivos automáticos de los coches de hoy.
¿Y qué es un Auto Clásico? Es posible que haya miles de definiciones para este tipo de vehículo. Con seguridad, no se trata de un coche de "edad mediana," es decir algo entre un auto antiguo y uno moderno. En una palabra, constituye un vehículo de belleza imperecedera, provisto de un potente motor.
En los años mencionados aparecieron numerosos otros autos que tal vez podrían formar parte del selecto grupo presentado aquí. Sin embargo, para escoger los doce grandes autos clásicos, los editores de Mecánica Popular solicitaron la cooperación del Club de Autos Clásicos de Norteamérica, cuyos 700 miembros se dedican a preservar los ciento y pico de modelos que han ellos honrado con dicho nombre. Los dirigentes del Club aceptaron nuestra solicitud con entusiasmo. Lo primero que hizo la Junta Directiva del Club, cuyas oficinas centrales se hallan en la Calle Cedar, No.122, Nueva York, fue preparar una lista de los autos que podían competir; se decidió incluir sólo 27 modelos fabricados en los Estados Unidos durante el período a que se aludió antes. A pesar de que entre los coches clásicos se hallan numerosos vehículos europeos de gran fama, como Rolls-Royce, Bugatti Royale, Bentley, Mercedes-Benz e Isotta Fraschini, el mencionado grupo determinó que en dicho concurso tomaran parte únicamente autos clásicos de hechura norteamericana.
Los nombres de los 27 coches escogidos fueron sometidos por Mecánica Popular a la consideración de todos los miembros del Club de Autos Clásicos, cuyos votos determinaron cuáles eran los 12 mejores vehículos de todo el grupo. Más aun, sus respuestas a nuestras preguntas y sus numerosos comentarios dieron prueba de su gran entusiasmo por estos coches, así como de la diversidad de ideas que se tienen acerca de lo que es un auto clásico.
La gran mayoría concuerda que el período de 1925 a 1942 constituye la "Edad de Oro de los Automóviles." Tal como expuso uno de los miembros, era ése el período cuando los coches hechos a la orden constituían "el ideal del automovilista y no un artículo de venta obligatoria para el concesionario.
¿y cómo fue que escogieron los autos clásicos entre todos los coches producidos en esos 18 años? Los factores considerados al efectuar dicha selección fueron sumamente variados. Pero, a pesar de que en todos los comentarios se mencionaron características mecánicas, resultó evidente que el diseño de la carrocería fue el factor de mayor importancia considerando por los que participaron en el certamen. Lo ideal, por supuesto, es una combinación de apariencia y funcionamiento, como lo son los magníficos autos Duesenberg que ocuparon el primer y segundo lugar.
Entre las normas aplicadas para la selección de estos autos, figuran las siguientes, según las propias palabras de los propietarios y admiradores de este tipo de vehículo:
Todo lo anterior está muy bien, pero nada tiene de específico. Lo que para uno representa belleza y buen gusto, puede significar todo lo opuesto a otro. No fueron muchos los que aprobaron el orden exacto de los 12 mejores autos en la lista; sin embargo, la lista se preparó de acuerdo con el número de votos. A pesar de que los estilos, diseños y características mecánicas de los clásicos mencionados difieren, tienen éstos ciertas cualidades comunes entre sí. Veamos estos comentarios de los propietarios de autos clásicos:
Nadie sugiere que Detroit debe abandonar sus diseños actuales y adoptar nuevamente las normas de los autos clásicos. En primer lugar, los precios serían exorbitantes. Los Duesenberg costaban alrededor de 8500 dólares en 1931, sin incluir la carrocería. Al comprar uno de estos autos, todo lo que obtenía usted era el chasis (motor, bastidor, mecanismo de propulsión), debiendo encomendarle a un tercero la instalación de la carrocería. Es ésa la razón por la cual llevaban nombres dobles, como Roadster-Murphy, Victoria-Rollston; Murphy y Rollston eran dos famosas fábricas de carrocerías en aquellos tiempos.
Hasta cierto punto, sin embargo, Detroit utiliza estilos clásicos, ya que éstos forman parte de la tradición en el diseño del automóvil y ningún ingeniero ni estilista puede ignorar la historia. El auto clásico se adelantó a su época, inició todo un nuevo movimiento. Échele
usted un vistazo al Pierce Silver Arrow V12 de 1933. A pesar de que apareció hace 21 años, todavía tiene aspecto moderno, y hasta dispone de manijas montadas en rebajos, cosa que aun no han adoptado los fabricantes en Detroit.
Es probable que la mejor definición de todas, aunque no la más completa, sea ésta: "Un carro de lujo de ayer, que hoy puede Ud. admirar y decir: ¡Caramba! ¡Qué automóvil! Cómo me gustaría tener uno así."
En una palabra, pues, un clásico es un automóvil con "personalidad"-un coche que "excita la imaginación." Es, como dijo uno de los miembros dado a la poesía, "un montón de hierro provisto de alma." Y, tal como reza el lema del Club de Autos Clásicos, "ya no los construyen así."