Liga Madrid WP Absoluto Masculino: Colegio Brains A - AR Concepción B

Fecha de publicación: Nov 18, 2014 5:59:2 PM

Debemos seguir creciendo y aprender a mantener la calma en los momentos en los que el partido requiera volver a empezar. ¡Ánimo, chicos!

Borja Alonso Navarro

En el último cuarto empezamos a notar el agobio de la piscina, incapaces de mantener un arco correctamente y el juego se embarulló. No había situaciones de estático claras y hubo mucha precipitación buscando a nuestro boya. Además, las muchas ocasiones que tuvimos para matar el partido con contraataques y uno de más, no las aprovechábamos, mostrando un error en el tiro aún mayor de lo habitual. Esto nos condenó y, en la última jugada, el Brains lograba la victoria con un gol de vaselina.

El pasado sábado nuestro joven absoluto B visitó la piscina del colegio Brains para jugar contra el primer equipo de dicha institución. El partido se presentaba muy complicado, tanto por la entidad del rival, como por la propia piscina en sí, una auténtica caja de cerillas y donde el calor asfixiante se hacía pegajoso. Había que adaptarse y rápido a dichas condiciones y así fue al inicio del partido, donde se optó por una defensa muy móvil que provocaba robos en la boya y que no dejaba una circulación cómoda en el arco. A la hora de atacar, nos encontrábamos con problemas ya conocidos, como la falta de acierto o la precipitación. Aún así, lográbamos las primeras ventajas en el marcador, gracias a transiciones más rápidas y a un gran despliegue por parte de Pablo Checa, una vez más demostrando su calidad y lo determinante que es en esta categoría.

Marchaba el partido controlado, con dos goles de ventaja, hasta que el rival en el tercer cuarto cambio su defensa a un press más físico en el que caímos y no supimos ya salir en todo el partido. El juego se hizo denso, sin control. Entramos en una guerra de guerrillas que frenó nuestro juego, en batallas individuales, olvidando el colectivo. Con esto, el partido estaba igualado. Había que volver a empezar. Frenar y centrarnos en pasito a pasito, reconstruir nuestro juego. Pero no fuimos capaces. Nos olvidamos de la idea de juego que nos había llevado a mandar en el partido, con la que nos sentíamos cómodos en la diminuta piscina del colegio.