Una pregunta que surge despuès de reflexionar acerca de las razones por las cuales la formaciòn en lenguaje es un asunto que le compete a todos los docentes, es la manera como este se concibe y se utiliza en la escuela; permite que los estudiantes construyan su propia voz, progresen congnitivamente y usen el lenguaje como instrumento de aprendizaje.
Liliana Tolchinsky (2008) propone un enfoque transversal de la lectura y la escritura para hacer posible aprender el lenguaje en contextos de autèntica funcionalidad, y explica que es precisamente en las àreas NO LINGÛÎSTICAS en las cuales se da una necesidad real de comprender y redactar textos verdaderos con distintos contenidos temàticos (historia, geografìa, fìsica...) y distintas tipologìas ( ensayos, textos argumentativos, registros, informes...) Las actividades de lectura y escritura seràn verdaderamente productivas cuanto mayor sea el compromiso mental y el sentido que tengan estas actividades para el estudiante.
"En tanto estas actividades sean para entender textos que necesitamos entender y no ejercicios de subrayado o de selecciòn de ideas principales, habrà una posibilidad màs alta de que se genere un compromiso mental" ( Tolchinsky, 2003 ).
Esta autora propone a los docentes asumir la responsabilidad de enseñar a leer y escribir los textos propios de su disciplina ya que " la habilidad lectora, la capacidad de redactar y de ortografiar pesan en las evaluaciones de los docentes en todas las àreas de conocimiento pero son transparentes durante el proceso de enseñanza" ( tolchinsky, 2008 ).
Lo que esta afirmaciòn significa es que los profesores muchas veces evalùan el uso de subrayados, los resùmenes, las definiciones, pero no enseñan ninguna de estas cuestiones en sus clases. La invitaciòn es a que los profesores de las diferentes àreas de conocimiento enseñen de manera explìcita a sus estudiantes estrategias que le permitan mejorar sus competencias como lectores, escritores, hablantes y escuchas, en lugar de suponer que los estudiantes las aprederàn por si mismos.
Apostarle al lenguaje a lo largo del currìculo no significa que los profesores de todas las àreas deban convertirse en profesores de gramàtica; tampoco se trata de reducir esta propuesta a una "cruzada po la ortografìa". Este enfoque reclama la participaciòn de los profesores de cada una de las asignaturas, no con el propòsito de " enseñar lengua", sino de encontrar mejores modos de usar el lenguaje para que sus estudiantes construyan los conocimientos propios de sus disciplinas.
Se trata, en fin, de transformar las actividades de escucha, habla, lectura y escritura, que se producen en todas las áreas curriculares, en OBJETO DE REFLEXIÓN Y DE PLANIFICACIÓN EXPLICITA POR PARTE DE LOS DOCENTES DE LAS DISTINTAS ÁREAS, de "plantear actividades que ayuden a los alumnos a tomar conciencia de que mejorando sus formas de hablar y de escribir en cada ârea, mejoran sus conocimientos sobre ellas, y viceversa" (Liliana Tolchinsky, 2002.)