Razones para no comer animales
La carne, el pescado o los huevos no cumplen los requisitos que han sido mencionados anteriormente, por lo tanto, no los necesitas. Es así de simple.
No los necesitamos. Es una creencia erronea, por mucho que se empeñen algunos en tratar de convencernos.
La razones para no comer este tipo de alimentos son muchas, entre ellas podríamos destacar:
El mito de la proteína.
El mito de la necesidad de tanta proteína es algo inventado por las industrias interesadas como la cárnica, pesquera o lechera. No necesitas proteína animal y no necesitas tanta proteína como se cree. Es completamente ilusorio y no tiene ningún fundamento empírico, práctico, histórico, dietético... Siempre han existido millones de personas vegetarianas en el mundo viviendo vidas plenas.
Demasiada proteína te envenena. La proteína es lo más difícil y costoso de digerir, hace que tu sistema digestivo y las glándulas sobre trabajen y los efectos nocivos sobrepasan a los pocos beneficios que ofrecen.
Consumiendo una dieta variada, los vegetales, las legumbres y frutos tienen la suficiente proteína como para equilibrar tu dieta. Es un gran mito irreal. Hoy muchos médicos, asociaciones y estudios lo reconocen. Hasta desde los ministerios de sanidad de varios países, por fin, (España incluido) se atreven a reconocerlo.
El exceso de proteína es responsable de muchas enfermedades especialmente el cáncer. En India, no conocen lo que es el cáncer ni la obesidad. En EEUU ya lo empiezan a tener muy claro este tema.
Escaso valor nutritivo.
El 85% de la carne es agua. Contiene proteínas y algunas vitaminas del complejo B completas pero todos los efectos colatelares (grasas saturadas altas, hormonas, múltiples toxinas, ácido úrico...) no merece la pena que sea usada teniendo el reino vegetal como fuente que aporta mucho más valor nutritivo y que no provoca tantos efectos dañinos.
El hombre no es carnívoro.
Los carnívoros como los leones, tigres... estan diseñados y tienen una serie de características que les hacen estar preparados para cazar, comer carne:
Fuente: Doctor A.D. Andrews "Fit food for Men", Chicago, Asociacion Higienista Americana.
No hay mas que fijarse en la anatomía del hombre y entenderemos que no estamos diseñados para cazar. Un león si está diseñado para cazar, pero no un humano.
Fíjate en la vaca, o en el elefante, en el caballo, son fuertes e inteligentes y sólo comen alimentos del reino vegetal.
Principio de la no-violencia.
En todas las religiones se destaca como mandamiento o reglas, no matar y no ejercer la violencia. Esto no sólo incluye a las personas, sino también a los animales.
Paradogicamente hemos construido los mataderos más grandes de todo el planeta.
Algunos dicen que el mandamiento de no matar, se refiere sólo a las personas.
Es muy divertido escuchar este tipo de argumentos adaptados como excusa para seguir matando animales.
Si se referían solo a humanos, se hubiera dicho “No asesinar”, matar incluye a los animales.
En la alimentación vegetariana (no en la frugívora) algunas plantas, como argumentan algunos, son destruidas. Es necesario reconocer que no es lo mismo matar a un animal que a una planta.
Primero, porque las plantas no tienen un sistema nervioso que les haga experimentar dolor y segundo porque mientras viven no son explotadas y maltratadas como los animales de una forma tan cruel.
Además la tierra esta diseñada y tiene la tecnología necesaria para darnos sin esfuerzo
(siempre respetándola sin usar técnicas de agricultura convencionales) , por sus propios mecanismos, los alimentos que necesitamos. Es nuestra madre, nuestra casa.
El respeto hacia otras formas de vida en la tierra establece un modo de vida más coherente con una visión de vida respetuosa hacia el medio ambiente, la naturaleza y el planeta. Si todo es uno dentro del universo, matar y comer animales muertos y maltratarlos es maltratarte a tí mismo y a tu casa, el cuerpo.
Cada vez que un animal sufre a lo largo de su vida y es maltratado, las vibraciones que se emiten contaminan y hacen que la estructura energética del planeta se impregne de patrones energéticos con frecuencias más bajas de violencia y terror.
Cuando ingieres esa comida, la información del animal codificada en cada célula contiene todos los registros emocionales de explotación y sufrimiento que el animal ha experimentado en su vida.
Esa información es trasladada a tu cuerpo, a cada célula y una vez ingerida, esa información forma parte de tí.
Los animales no son recursos económicos.
Los animales no son unidades de producción, donde metes tantas unidades de pienso y salen tantos kilos de carne.
Los animales son explotados, maltratados y matados sistemática y eficientemente en un modelo económico que sólo valora la rentabilidad y productividad del sistema y donde el mal-uso de la tecnología aprovecha cada oportunidad para crear nuevos métodos depravantes que obligan a vivir a los animales en unas condiciones en las que un humano sería impensable que pudiera imaginar.
Hoy en día parece que pocas instituciones reconocen la visión utilitarista e interesada en la relación del hombre con los animales.
Muchas personas dejarían de comer animales, si criaran a los animales durante su vida y tuvieran ellas que matarlos por si mismas.
Hoy llega la carne a las mesas de las familias y no nos apetece pensar dónde y cómo se ha producido y obtenido.
Con este tipo de violencia solo se consigue que estas acciones nos vengan devueltas en forma de sufrimiento a la humanidad. Mientras no se respete la vida de los animales, no dejará de haber sufrimiento.
Los animales son seres de los que se puede aprender mucho. Son divertidos, juguetones, muy sacrificados, siempre están disponibles.
La historia demuestra lo contrario.
Desde la más remota antigüedad son muchas las civilizaciones y grandes personalidades que llevadas por consideraciones éticas, de salud, morales y espirituales eligieron seguir una vida vegetariana. No es algo nuevo, ni una moda pasajera, ha sido el hombre el que ha corrompido y se ha envenenado a sí mismo y no ha seguido la alimentación que comenzó en un principio y durante largas etapas en la historia de la humanidad.
En todos las escrituras sagradas, la Biblia, el Corán, en los Vedas, el Siri Guru Granth Sahib, en El Tripitaka, en los Purgas y Angas.... se recomienda una dieta vegetariana. El hombre ha interpretado erroneamente muchas de estas escr¡ituras e incluso se han reescrito para adaptarlas. Un libro donde se explica todo esto es: La Historia Vegetariana, por Ana Moreno, Ediciones Mandala.
Algunos conocidos vegetarianos fueron: Pitágoras, Plutarco, Porfirio, Leonardo Da Vinci, Benjamín Franklin, Bernard Shaw, Antonio Gaudí, Thomas Edison, Henry Ford, LaMartine, Martir Luther, Schopenhauer, Mahatma Ghandi, Rousseau, Albert Einstein, Frank Kafka, Swami Prabhupada, Bashevis Singer, Thoreau, Leon Tolstoi, Ralph W. Emerson, Dalai Lama, Milan Kundera, Paul Mc Carney ...
Cuida el planeta Tierra.
La industria cárnica por si sola produce más despojos que todas las industrias juntas.
La deforestación, talado de bosques, contaminación de la tierra y las aguas ...
La alimentación vegetariana no son lechuguitas y ensaladas :)
Muchas personas piensan que una alimentación vegetariana es aburrida y que sólo comemos lechugas, tomates, ensaladas. Esto es totalmente erróneo por la programación social que hemos recibido y el desconocimiento.
Si supieran cuántas recetas y platos sencillos existen se quedarían asombrados. Muchas personas se quedan sorprendidas cuando conocen de verdad este tipo de alimentación.
Esta es una lista de personas que han adherido a la dieta vegetariana.
Vegetarianismo
Gabe Saporta, músico uruguayo, cantante de la banda Cobra Starship
John Harvey Kellogg, médico estadounidense, inventor del cereal Corn Flakes
Lord Byron, Poeta británico
Antoni Gaudí, arquitecto catalán
Leona Lewis, cantante británica
Jaime de Magalhães Lima, escritor portugués
Isadora Duncan, bailarina estadounidense considerada la creadora de la danza moderna
Julie Christie, actriz británica
Frederik van Eeden, escritor Actriz psiquiatra holandés
Anni-Frid Lyngstad, cantante noruega miembro del grupo ABBA
Sharon den Adel, a Dutch Cantante
Leo Tolstoy, novelista ruso
Kate Bush, cantante inglesa
George Bernard Shaw, dramaturgo irlandés
Shania Twain, cantante canadiense
Pitágoras, filósofo griego a quien se le adjudica el Teorema de Pitágoras.
Gustav Struve, revolucionario alemán
Natalie Portman, actriz estadounidense
Forest Whitaker, actor estadounidense ganador del Premio ÓscarÓscar
Martina Navratilova, tenista checa
Voltaire, Filósofo francés.
Jane Goodall, primatóloga británica
Algunos alimentos de una dieta vegetariana.
El vegetarianismo, también conocido como vegetarismo, es el régimen alimentario que tiene como principio dejar de consumir cualquier tipo de carne. Con frecuencia, la dieta vegetariana no se reduce únicamente a la nutrición, ya que es probable que también se adopte una actitud y un estilo de vida que rechaza otras formas de utilización de los animales para producir bienes de consumo o para la diversión humana; igualmente, se puede tender a una alimentación apoyada en principios ecologistas y naturistas.
Las palabras «vegetariano» y «vegetarianismo» aparecieron con la primera asociación vegetariana del mundo, la Vegetarian Society, fundada el 30 de septiembre de 1847 en Mánchester; por lo que antes de esa fecha tales palabras no aparecen en ningún escrito y a falta de ellas se habla de «dieta vegetal» o «dieta pitagórica» (debido a que los seguidores de Pitágoras seguían dietas vegetarianas).
Dentro de la práctica vegetariana hay distintos tipos y grados. Quienes no admiten ninguna ingesta de productos derivados de los animales (como el huevo o los lácteos) son denominados vegetarianos estrictos o vegetarianos puros. Aquellos que sí consumen leche se conocen como lactovegetarianos, aquellos que consumen huevos son denominados ovovegetarianos, consumen ambos productos, ovolactovegetarianos, quienes ni se alimentan de nada animal ni usan productos provenientes o testados en ellos, se denominan veganos. Finalmente quienes sólo se alimentan de fruta practican el frugivorismo.
En la dieta vegetariana sí se acepta la cocción de los alimentos y el consumo de productos refinados (los más comunes son el azúcar y la harina), además de pastas blancas, frituras y alimentos en conserva o a los que se le han añadido colorantes o preservadores. Esto lo diferencia de otros tipos de dietas, como la macrobiótica y naturista.
Historia
Los testimonios más tempranos de vegetarianismo ―específicamente de lactovegetarianismo― proceden de la antigua India y la antigua Grecia en el siglo VI a. C. En ambos casos la dieta estaba muy conectada con la idea de no violencia (llamada áhimsa en la India) promovida por grupos religiosos y filósofos.
Por otro lado, tras la cristianización del Imperio Romano el vegetarianismo desapareció prácticamente de Europa. Algunas órdenes monásticas de la Europa Medieval restringieron o prohibieron el consumo de carne con fines ascéticos pero ninguna hizo lo mismo con el pescado. Durante el Renacimiento el vegetarianismo reemergió siendo más difundido durante los siglos XIX y XX. En 1847, nació la primera sociedad vegetariana en el Reino Unido; y pronto nacerían otras en Alemania, Holanda y otros países. Como unión de todas las sociedades nacionales surgió la Unión Vegetariana Internacional en 1906.
Tendencias vegetarianas
Existen muchas variedades dentro de la dieta vegetariana. La siguiente tabla resume las principales:
Ovolactovegetarianismo: los practicantes de esta corriente consumen huevos y productos lácteos, pero no carne ni peces. Esta es la variación más común en la Cultura Occidental.
Lactovegetarianismo: son los vegetarianos que no consumen carnes, pero sí consumen productos lácteos. La mayoría de vegetarianos de la India y aquellos provenientes del Mediterráneo (como los pitagóricos), son en efecto lactovegetarianos siendo estos los primeros vegetarianos en aparecer y crear esta dieta de la cual derivan las demás dietas vegetarianas. Muchos quesos no son para vegetarianos, ya que se cuajan con los estómagos de animales. El lactovegetarianismo es perfectamente practicable por pueblos europeos o de la Cuenca del Mediterránea y algunos del Asia Central pero pueblos genéticamente indoamericanos y melanoafricanos suelen ser alérgicos a los productos lácteos.
Ovovegetarianismo: quienes practican esta tendencia son aquellos que no comen carnes o productos lácteos, pero sí huevos.
Apivegetarianismo: son quienes consumen miel. El prefijo api- también puede ser empleado en las demás definiciones, por ejemplo: api-ovo-lacto-vegetarianismo, apiovovegetarianismo, api-lacto-vegetarianismo.
Veganismo: es una filosofía de vida que excluye todo producto de origen animal, incluidos huevos, lácteos y miel. Los practicantes del veganismo (del inglés vegan) por motivos éticos, tienen una dieta vegetariana estricta y también evitan el uso de productos de origen animal en el resto de ámbitos de su vida: vestimenta, ocio, etc., ya que consideran que todos estos productos y actividades implican la explotación de animales derivada de una actitud discriminatoria conocida como especismo.
Crudívoros: son aquellos que siguen una alimentación vegetariana en la que se consumen productos crudos, o ligeramente tibios, que no han sido calentados por encima de 46,7 °C (116 °F), y nunca cocidos. Los consumidores de productos crudos argumentan que el cocinar destruye las enzimas y porciones de los nutrientes, aunque algunos creen que el cuerpo asimila mejor ciertos alimentos si estos se encuentran ligeramente tibios y por ende más blandos. Otros activan las enzimas de los alimentos mojándolos en agua antes de consumirlos. Algunos son frutarianos, y otros comen solo comidas orgánicas.
Crudiveganismo: es la doctrina y práctica de la alimentación que es simultáneamente «cruda» y «vegana».
Otras tendencias relacionadas
Alimentación macrobiótica: no es en sí misma un régimen vegetariano, pues consiste en comprender las especificidades de cada alimento ―según el yin y el yang― para obtener la libertad de utilizarlos según los objetivos y necesidades personales. Por eso, decidir si se toman productos animales o no, de qué tipo, qué cantidad, etc., dependerá del resultado que se quiera obtener. Se fundamenta en la disciplina filosófica llamada Macrobiótica.
Granivorianos: como su nombre indica, propugnan el consumo de alimentos en grano. Los granivorianos, como los vegetalistas, eliminan de su alimentación la carne y los productos de origen animal.
Lacto-cerelianos: esta tendencia generalmente puede realizarse dentro de prácticas específicas. Por ejemplo, un régimen practicado por los yoguis en la India, que no se ha impuesto en la práctica del yoga en Occidente, propone una alimentación basada principalmente en el uso de productos lácteos y de cereales. Su objetivo es conseguir la salud, el bienestar y la pureza, pero también la armonización entre el cuerpo y el espíritu.
Frutarismo o frugivismo: esta teoría se basa en las ideas de Arthur Merrheim, quien pretende volver a lo que considera la única alimentación natural; pues según él, el hombre prehistórico era vegetariano. Algunos frutarianos solo consumen partes de la planta que hallan caídas de esta, es decir, comen granos, tomates, pepinos, calabazas, pero no consumen patatas o espinacas.
Esteinerianos: se les denomina también biodinámicos, por la biodinámica, pseudociencia elaborada por el doctor Rudolf Steiner, que se ocupa no solo de la calidad y de la cantidad del producto agrícola, sino sobre todo de regenerar el terreno empobrecido por cultivos continuos, lo que provoca que los nutrientes de los alimentos que consumimos sean cada vez más pobres.
Eubióticos: la eubiótica supone que se puede ayudar a los mecanismos digestivos naturales del organismo mediante la combinación «correcta» de los alimentos y evitando de manera particular asociar alimentos proteicos con carbohidratos.
Semi-vegetariano: práctica que consiste en comer la menor cantidad de carne posible.
Flexitariano o vegetariano flexible: se refiere al que sigue una alimentación vegetariana o vegana excepto cuando la situación social requiere comer producto animal.
Pescetariano: persona que no come carne, leche o huevo de animales terrestres, pero sí peces y otros animales marinos.
No carnívoro: persona que no come carne. No consideran el pescado o mariscos como carnes, tampoco las grasas o aceites animales, excipientes o colorantes de origen animal, harinas de huesos, etc.
Crudivegetarianismo: Es el individuo que se alimenta básicamente de verduras, pasturas u oleaginosas de forma cruda. Este estilo de vegetarianismo no permite que se consuman almidones concentrados, como los frutos secos o incluso las patatas, así como tampoco comerlos a una temperatura menor a como se calentarían en estado ambiente.
Motivaciones
Los motivos que los vegetarianos aducen para justificar su dieta varían. Algunos se abstienen de ingerir carne por consideraciones de salud. Otros lo hacen por preocupación por el medio ambiente. Están también quienes se oponen al consumo de productos de origen animal por razones éticas, así como aquellos que lo hacen sobre la base de motivos de índole religiosa (por ejemplo hindúes o budistas).
Razones más importantes para hacerse vegetariano
(Fuente: TIME/CNN POLL 2002)
Salud 32 %
Por la presencia de aditivos y hormonas en productos de carne 15 %
No me gusta el sabor de la carne 13 %
Quiero a los animales 11 %
Derechos animales 10 %
Razones religiosas 6 %
Preocupación por el planeta 4 %
Para perder peso 3 %
Para reducir el hambre a nivel global 1 %
Ética
La dieta vegetariana por motivaciones éticas está relacionada con la defensa de los derechos de los animales. Las personas que dejan a un lado el especismo se denominan antiespecistas, y si no utilizan animales en sus vidas cotidianas, directa o indirectamente, son llamadas veganas. Este tipo de vegetarianos consideran reprochable la muerte del animal, y sobre todo su maltrato y explotación o especulación como bien, con el único fin de producir productos para el consumo humano.
De este modo, los vegetarianos estiman que el consumo de carne es producto de una elección voluntaria y por lo tanto puede ser rechazada y aun así llevar una dieta saludable.
Además, consideran que el alimento que se dedica a engordar a los animales destinados a la alimentación podría alcanzar para alimentar a todas las personas del mundo. Según la revista estadounidense PETA, en EE. UU., el 80 % del maíz y el 95 % de la avena que se cultivan son destinados al alimento de animales.
En este sentido, la dieta vegetariana no puede contemplarse solo en términos de nutrición, sino que también conforma una actitud y estilo de vida, ya que es probable que un vegetariano rechace otras formas de utilización de los animales para producir bienes de consumo o para la diversión humana al igual que puede tender a apoyar su dieta alimenticia por razones ecológicas y naturalistas. Los hinduístas y budistas más estrictos, ni qué decir los jainistas estrictos reprueban el consumo de animales, en parte por seguir la sabia normativa de la ahimsa (no violencia) ya que, como el cristianismo preconizado por Francisco de Asís todos los seres son hermanos y deben ser solidarios; sin embargo pese a ello, cuando las situaciones extremas (por ejemplo la hambruna entre los humanos) algunos hinduístas y buddhistas o budistas aceptan el consumo de pescado siempre y cuando esos pescados por naturaleza no críen a su prole, tal cual lo ha expresado Indra Devi en los 1980 de Argentina explicación que va para todo el mundo.
Salud
La postura de la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos y de la Asociación de Dietistas de Canadá es que las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas son saludables, nutricionalmente adecuadas, y proporcionan beneficios para la salud en la prevención y el tratamiento de determinadas enfermedades.
Las dietas veganas y lactovegetarianas son apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluyendo el embarazo y la lactancia; adecuadamente planificadas satisfacen las necesidades nutritivas de los bebés, los niños y los adolescentes, y promueven un crecimiento normal.
En el caso de los lactantes y niños, dadas las limitaciones nutricionales de estas dietas, se debe vigilar el aporte de energía y ciertos nutrientes (calcio y vitaminas D y B12).
Actualmente existe controversia en torno a los ácidos docosahexaenoico (DHA) y eicosapentaenoico (EPA), dos de los componentes de los ácidos grasos omega-3. Estos componentes existen en el pescado y en la carne, pero no se encuentran en productos de origen vegetal, salvo en determinadas algas, y en el aceite de inca inchi o sacha inchi(Plukenetia volubilis L.), proveniente de Perú. Este tiene el mayor contenido de omega-3, en comparación a los aceites de todas las semillas oleaginosas utilizadas en el mundo, para consumo humano. El aceite de sacha inchi contiene omega-3 (48 %), omega-6 (36 %), omega-9 (9 %), proteínas (33 %) y antioxidantes (50 %).
El organismo es capaz de sintetizar DHA a través de la conversión del ácido alfa-linolénico (ALA), otro ácido graso omega-3 más fácil de obtener en una dieta vegetariana, pues se encuentra en diversos alimentos (como el aceite de lino y las nueces). La cantidad diaria recomendada de DHA es de 220 mg diarios, un nivel que no es alcanzado en la mayoría de países, ni siquiera por las personas que no son vegetarianas.
Como solución para conseguir niveles recomendados de DHA en el marco de una dieta vegetariana se han recomendado dos posibilidades:
Tomar suficiente cantidad de alimentos que contengan ALA, a la vez que se maximiza la conversión de ALA en DHA. Esto se consigue a través de una dieta nutricionalmente adecuada, bajos niveles de ácidos grasos trans y bajos niveles de ácidos omega-6.
Consumir suplementos de DHA realizados con algas.
Un nivel bajo de DHA se relaciona con deficiencia subclínica, que puede dar lugar a enfermedades cardiovasculares, desórdenes inflamatorios, enfermedades mentales y psiquiátricas y neurodesarrollo subóptimo. Por el contrario, un suplemento de DHA, estudiado en pruebas controladas aleatorias, muestra mejoría en el neurodesarrollo neonatal, salud cardiovascular y menor presión sanguínea al final de la vida.
En resumen, si el vegetarianismo, como cualquier otra dieta, no es llevado de manera adecuada, puede causar anemia y carencias de complejo B, hierro, calcio, proteínas, entre otros. Si la dieta se lleva de manera correcta, consumiendo variedad de frutas, verduras, legumbres, cereales, alimentos fortificados con cianocobalamina, etcétera, se puede llevar una dieta adecuada, y muy saludable.
Por otra parte, algunos autores, entre ellos la Asociación Estadounidense de Dietética, aseguran que una dieta vegetariana ayuda a prevenir enfermedades coronarias, cardiovasculares, cáncer de colon, ovarios, mamas, hígado, y próstata entre otros, así como la osteoporosis.
Ecológica
A quienes son vegetarianos por motivos ecológicos les preocupa el estado actual del medio ambiente en el mundo. Por una parte, este tipo de vegetarianos consideran que, al ser los recursos naturales limitados, se ahorra si el ser humano se alimenta directamente de los vegetales, en lugar de utilizarlos como comida para los animales. Por otra parte, estos vegetarianos señalan a las formas de ganadería extensiva e intensiva entre las principales causas de la degradación de la Tierra. Según recientes estudios, el sector ganadero genera más gases de efecto invernadero que la industria del transporte, y por tanto sería uno de los principales impulsores del cambio climático global. Asimismo, es una de las principales causas de la deforestación (como la de América del Sur) y de la degradación del suelo y del agua.
El sector ganadero genera más gases de efecto invernadero ―el 18 por ciento, medidos en su equivalente en dióxido de carbono (CO2)― que el sector del transporte. También es una de las principales causas de la degradación del suelo y de los recursos hídricos.
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)
Según la revista estadounidense PETA, un informe de las Naciones Unidas afirmaría que la industria de la carne generaría un 40 % más de gases de efecto invernadero que todos los coches, camiones, barcos y aviones del mundo juntos.
En octubre de 2009, Nicholas Stern, autor del Informe Stern sobre la economía del cambio climático, afirmó en una entrevista exclusiva al diario británico The Times que la única vía para salvar el mundo es que todo el planeta se haga vegetariano.
Religiosa
Algunas personas religiosas, como los hinduistas, los budistas, los jainistas, o los adventistas promueven el vegetarianismo, como un estilo de vida.
La mayor concentración de vegetarianos se da en la India, donde aproximadamente el 80 % de la gente es hindú. Allí, la vaca es considerada un animal sagrado y digno de veneración, por lo cual no puede ser sacrificada para alimentación. Los textos del hinduismo condenan el sacrificio de otros animales y el consumo de su carne.
En el budismo, algunos de los textos donde mejor se ilustra la recomendación de ser vegetarianos es en los jataka, del que se extrae que matar un animal no humano es lo mismo que matar a un ser humano, puesto que todos hemos sido otro tipo de animales en vidas anteriores.
Los jainas también practican un tipo de vegetarianismo (mucho más estricto que el de las otras religiones).
Por su parte, algunas fracciones del cristianismo, como la Iglesia Adventista del Séptimo Día mantienen una tendencia hacia el vegetarianismo; aunque la Iglesia anglicana y la Iglesia católica suponen que los animales fueron creados para ser usados por los humanos.
Por otra parte, a finales del siglo XVIII algunos grupos de cristianos no comían carne pues pensaban que Jesucristo tenía como misión final acabar con la matanza de animales no humanos, y actualmente algunos movimientos cristianos toman el vegetarianismo y el respeto a los animales como parte de su doctrina.
Asimismo, en la Biblia existen algunas citas que pueden interpretarse con una tendencia vegetariana. Por ejemplo, en las profecías de Isaías se muestra un futuro que donde los animales conviven en armonía con las personas, de manera similar a lo planteado en el Génesis:
6 Serán vecinos el lobo y el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito, el novillo y el cachorro pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá. 7 La vaca y la osa pacerán, juntas acostarán sus crías, el león, como los bueyes, comerá paja. 8 Hurgará el niño de pecho en el agujero del áspid, y en la hura de la víbora el recién destetado meterá la mano. 9 Nadie hará daño, nadie hará mal en todo mi santo monte, porque la tierra estará llena de conocimiento de Yahvéh, como cubren las aguas el mar.
Isaías 11:6-9
Ahora bien, en el Nuevo Testamento se recomienda no comer carne:
Bueno es no comer carne. Ni tomar vino. Ni nada que a tu hermano tropiece o se ofenda o se debilite
Epístola a los romanos 14:21
Sin embargo, en la Biblia se encuentran muchos versículos que alientan el consumo de la carne:
Al caer la tarde comeréis carne, y por la mañana os saciaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios.
Éxodo 16:12
Y la carne del sacrificio de paz en acción de gracias se comerá en el día que fuere ofrecida; no dejarán de ella nada para otro día.
Levítico 7:15-16
Sondeos
La India es el país con mayor población vegetariana, un 40 %. Por sexos, la mayoría de los vegetarianos son mujeres, un 68 % frente a un 32 % de hombres.
En Reino Unido, uno de los países occidentales con mayor número de vegetarianos, se estima que el 7 % de la población lo es (cuatro millones de personas) Sería superado por Alemania, donde, según datos del Eurostat, en 2003 entre un 8 % y un 9 % de la población era vegetariana; en España lo era un 0,5 % (unas 200.000 personas).
Según un informe de la Fundación Foodways, en Estados Unidos el número de personas vegetarianas pasó de 6 a 12,5 millones, en solo siete años (entre 1985 y 1992).
Se realizó una encuesta por el VRG (Vegetarian Resource Group) en 2006 que estimaba que el 6.7% de la población mundial es vegetariana.
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