Cronología de los Reinos de España

Cronología de los reinos en la península ibérica

La cronología de los reinos de la península ibérica lista la sucesión de entidades políticas antiguas, medievales, modernas y contemporáneas que, al estar gobernadas por monarcas, suelen recibir la denominación de "reino" en la historiografía, aunque sus denominaciones específicas, y los títulos de soberanía que tales gobernantes ostentaron fueron muy distintos a lo largo de la historia de España. La identificación de España con la península ibérica es un asunto polémico, siendo los términos Hispania o Iberia igualmente usados en la bibliografía.

Ver también: Formación territorial de España

Muchos de entre los pueblos prerromanos mantuvieron formas estatales o proto-estatales, habitualmente con la figura de un rey, que podía o no ser un monarca hereditario, un primum inter pares o un líder guerrero elegido para la ocasión. Las fuentes griegas dan nombre a reyes míticos de Tartessos, y las romanas citan algunos de los pueblos que denominaban genéricamente iberos, celtas o celtíberos, además de recoger extensamente sus denominaciones específicas.

Ver también: Protohistoria de la península ibérica

La incorporación de la península ibérica al Imperio cartaginés e inmediatamente después alImperio romano (II guerra púnica, siglo II a. C.) la convirtió en un espacio políticamente sometido y administrado en provincias romanas.

Ver también: Hispania romana

Las invasiones germánicas del siglo V destruyeron el vínculo imperial, que se sustituyó por losreinos germánicos (reino suevo de Braga y reino visigodo de Toledo), mientras que zonas del sur y este peninsular fueron recuperadas (Recuperatio Imperii) durante un cierto periodo por el Imperio bizantino de Justiniano I.

La invasión musulmana de España del siglo VIII produjo la división del espacio peninsular entre la España musulmana (al-Ándalus, término también equivalente a los de "España", "Hispania", "Iberia" o "península ibérica") y los reinos cristianos medievales peninsulares o hispano-cristianos2 surgidos a partir de los núcleos de resistencia cristiana en el norte. Estos, tras un proceso secular denominado Reconquista, terminaron por ocupar la totalidad del espacio peninsular en 1492. En ocho siglos, las conformaciones políticas de ambos espacios fueron extraordinariamente cambiantes, tanto entre los musulmanes (emirato ycalifato de Córdoba, reinos de taifas, integración en los imperios almorávide y almohade, reino nazarí de Granada) como entre los cristianos. El reino de Asturiasse transformó en reino de León del que se separaron los condados de Portugal y de Castilla; el reino de Pamplona se transformó en el reino de Navarra, que con Sancho III el Mayor(primer tercio del siglo XI) controlaba Castilla (incluso, brevemente, León) y los condados pirenaicos de Aragón,Sobrarbe y Ribagorza. La división de todo ese conjunto entre sus herederos (dinastía Jimena) hizo surgir los reinos de mayor proyección posterior, Aragón y Castilla, que se unificaron respectivamente con el condado de Barcelona y con León. Su crecimiento (pactado desde el Tratado de Tudilén de 1151) dejó arrinconados al reino de Navarra y el condado de Urgel (el primero se mantuvo independiente hasta 1511 y el segundo hasta 1413).

La expresión "España de los cinco reinos", acuñada por Ramón Menéndez Pidal, describe ajustadamente la situación política durante la Baja Edad Media: coronas de Castilla y de Aragón, reinos de Portugal y de Navarra y emirato de Granada.

Ver también: Historia medieval de España

La Monarquía Hispánica se configuró a partir de la unión dinástica de losReyes Católicos (1469), la conquista de Granada (1492) y de Navarra (1511); y la herencia imperial de Carlos V (denominado también Carlos I de España, 1516), que se transmitió desde Felipe II (1556) a los llamados Austrias de Madrid. Durante un periodo de sesenta años (1580-1640) el reino de Portugal formó parte de esa Monarquía o Imperio español. La conversión del modelo Habsburgo de monarquía autoritaria en una monarquía absoluta de modelo borbónico se produjo con el cambio dinástico de 1700 y la Guerra de Sucesión. Con la cesión de Gibraltar en el tratado de Utrecht (1713) el Reino Unido se sumó a las otras tres monarquías con soberanía en alguna parte de la península (España, Portugal y Francia -cuyo rey ejercía el co-principado de Andorra junto al obispo de Urgel-).

Ver también: Historia moderna de España

Durante la mayor parte de la historia contemporánea de España han reinado los Borbones, excepto en los periodos de la guerra de Independencia (1808-1814), el sexenio democrático (1868-1874), la Segunda República Española y el franquismo (1931-1975). En Portugal la dinastía de Braganza ocupó el trono desde 1640 hasta que el último rey fue depuesto en 1910. La Constitución portuguesa de 1976 define a Portugal como una República soberana (art. 1). La Constitución española de 1978 establece que La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria (art. 2), define al rey como Jefe del Estado (art. 56.1) y, en cuanto a sus títulos, el artículo 56.2 indica: Su título es el de Rey de España y podrá utilizar los demás que correspondan a la Corona.

Títulos de soberanía

Los pueblos germánicos adoptaron el título romano de rex (que los emperadores romanos evitaron para mantener la ficción jurídica del predominio de las instituciones republicanas), aunque la denominación del cargo de su jefatura máxima era kuningaz (o king) en sus lenguas. Los gobernantes de al-Ándalus utilizaron los títulos de valí, emir, califa o sultán, denominaciones que implican diferentes matices de significado civil y religioso.

La utilización de uno u otro título de soberanía por los gobernantes de los territorios cristianos medievales dependió de las circunstancias históricas. Inicialmente sólo los asturianos utilizaban el título de rey. Al basar su legitimidad en la fundación carolingia, los gobernantes de los núcleos orientales utilizaron inicialmente el título de conde (Pamplona, Aragón, Sobrarbe, Ribagorza y los catalanes). Ese mismo ostentaron los primeros gobernantes independientes de los territorios independizados del reino de León (Castilla y Portugal). El paso para titularse "reyes" dependió de la propia voluntad, a veces legitimada con la intervención papal. Algunos reyes pretendieron un título imperial: Alfonso VII de León (Imperator totius Hispaniae-el título fue utilizado también por alguno de sus predecesores, pero él fue quien consiguió cierto reconocimiento exterior y una ceremonia de coronación en 1135-) y Alfonso X el Sabio (fecho del Imperio -aspiró infructuosamente al Sacro Imperio Romano Germánico-). No está claro si también Sancho III el Mayor acuñó una moneda con el título Imperator, aunque lo más comprobado es que algunos documentos le llaman Rex Ibericus y Rege Navarriae Hispaniarum.

La denominación "reyes de España" empieza a darse informalmente a los Reyes Católicos, y se hace común con los reyes de la casa de Austria, aunque la manera oficial de titularse era la acumulación de todos sus títulos: Yo, Carlos (o Felipe), por la gracia de Dios, Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Menorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, del Algarve, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias, de las Indias Orientales y Occidentales, de las Islas y Terrafirme del Continente Oceánico, Archiduque de Austria, Duque de Borgoña, de Brabante, de Atenas y Neopatria y de Milán, Conde de Absburg, de Flandes, del Tirol y de Barcelona, Señor de Vizcaya y de Molina, etc.

El escudo de España ha representado históricamente la multiplicidad de estos reinos.

El orden del numeral con el que se distingue a los reyes que comparten el mismo nombre fue secuenciado a posteriori partiendo de la realeza astur-leonesa (considerada a sí misma como legítima heredera del reino visigodo), que desde el siglo XIII se refundió con la rama castellana en la denominada Corona de Castilla. Al dejar Martín I el Humano sin descendiente directo la casa de Aragón3 (corona de Aragón, conformada por la unión del reino de Aragón con el condado de Barcelona desde 1137, a cuyo conjunto se unirían posteriormente diversos condados del entorno) también una rama de la dinastía castellana de los Trastámara pasó a reinar en los reinos orientales de la península (Compromiso de Caspe, 1412), pero no siempre bajo la misma persona (distintos miembros de la familia real separaron y reunificaron los reinos). El matrimonio de Isabel y Fernando no produjo inmediatamente la unión de las dos coronas, puesto que Fernando se mantuvo rey en Aragón a la muerte de Isabel, e incluso tras la de Felipe el Hermoso, esposo de su hijaJuana la Loca, reina de Castilla (sólo el hecho de que el segundo matrimonio de Fernando -con Germana de Foix- fuera estéril impidió que las dos coronas se separaran definitivamente). Carlos de Habsburgo (hijo de Juana y Felipe) reinó en vida de su madre, que sólo murió un año antes de que Carlos abdicara los reinos hispánicos en su hijo Felipe. En la época en que reinaron, la numeración de los "Felipe" fue siempre una menor en los reinos de la Corona de Aragón y en el de Portugal, donde no reinó Felipe el Hermoso, I de Castilla (Felipe II era llamado en esos reinos Felipe I, Felipe III fue llamado allí Felipe II y Felipe IV fue llamado allí Felipe III). Con los Carlos no hubo tal problema. En cuanto a Fernando el Católico, fue I en Navarra, II en Aragón, Valencia, Mallorca y Barcelona, III en Sicília y V en Castilla y León. El siguiente Fernando, ya en el siglo XVIII, será numerado como Fernando VI de Españasin distinguir reinos.

En un principio la monarquía asturiana —como la visigoda— no era hereditaria, sino electiva, si bien la Corona solía recaer en hijos o parientes de reyes. Por ello, la actual monarquía española desciende directamente deBermudo I (no de Don Pelayo, pues su estirpe terminó con su bisnieto Alfonso II el Casto). Este linaje entronca con distintas interrupciones y bifurcaciones con la reinstauración de la monarquía en Juan Carlos I (1975), lo que permite considerar a la monarquía española la más antigua del mundo, sólo por detrás de la Casa Imperial japonesa.

Espacios políticos hacia el 814. El emirato de Córdoba domina la práctica totalidad de la Península, excepto el reino de Asturias (protegido por una amplia zona de vacío fronterizo en la Meseta del Duero) y la zona pirenaica que el Imperio carolingio había conformado como Marca Hispánica.

Espacios políticos a mediados del siglo VI. El reino suevo fue anexionado posteriormente al reino visigodo de Toledo por Leovigildo. El espacio cantábrico (en verde, bajo el ambiguo nombre de "vascos" -en realidad, habitado por astures, cántabros y vascones-) mantendría una relación muy elástica con el reino de Toledo, que necesitó realizar campañas militares (fundación de Victoriacum). Véase también vasconización tardía.

Zonas geo-lingüísticas que identifican a los pueblos prerromanos.

Reyes mitológicos de Tartessos

Ver también: Tartessos

Espacios políticos hacia el 1030.Sancho III el Mayor ejerció su preponderancia sobre el reino de León, no incorporado formalmente a su reino de Navarra, y sobre los múltiples reinos de taifas en que se ha dividido la España musulmana, sometidos al pago de "parias". Aragón, Sobrarbe y Ribagorza pertenecían al rey de Pamplona (desde 970, 1015 y 1018 respectivamente) y el resto de las antiguas marcas carolingias, los llamados condados catalanes, eran ya en la práctica independientes del reino franco, aunque mantengan en teoría el vínculo de vasallaje.

Reyes iberos, celtas y celtíberos

Ver también: Categoría:Líderes de los pueblos prerromanos de Hispania

Se tiene constancia histórica de regulos entre los pueblos prerromanos (es decir "reyezuelos", con el diminutivo o despectivo que empleaban las fuentes romanas con los caudillos militares, líderes o personajes poderosos a los que atribuían un mayor rango o influencia). Algunos nombres citados por las fuentes clásicas (como Corocotta) o posteriores (como Gausón) son de improbable identificación. En esta tabla se listan por grandes grupos etno-geográficos, ordenados cronológicamente según las fechas que pueden identificar, más que un periodo de reinado, algún acto singular o su relación con alguna de las campañas romanas.

Ver también: Turdetania, Oretania, Bastetania y Edetania.

Ver también: Ilergetia, Ausetania, Lacetania y Celtiberia.

Ver también: Carpetania y Lusitania.

Espacios políticos hacia el 1210. Desde finales del siglo XI hasta la batalla de las Navas de Tolosa (1212) se mantuvo un equilibrio inestable entre los reinos cristianos y los musulmanes, divididos en taifas o unificados por los imperios norteafricanos de almorávides y almohades.

Espacios políticos hacia el 1360. Tras las grandes conquistas del siglo XIII, Granada permaneció más de dos siglos como último territorio musulmán; quedando configurada la "España de los cinco reinos".

División en reinos durante el Antiguo Régimen en España, A partir de 1715 la división en reinos dejó de tener funciones políticas.

La Corona de Castilla mantuvo durante todo el Antiguo Régimen determinadas funciones en cada uno de los reinos, destacadamente el voto en Cortes:reino de León (al que pertenecían tanto el reino de Galicia como el principado de Asturias -eran representados en las Cortes por Zamora y León respectivamente-), reino de Castilla,reino de Toledo, reino de Jaén, reino de Córdoba, reino de Sevilla, reino de Murcia y reino de Granada; aparece demarcado el señorío de Vizcaya (otras entidades sin denominación de reino y con distintas condiciones jurídicas y fiscales eran el condado de Álava y la provincia de Guipúzcoa -que con Vizcaya componían las provincias vascongadas o provincias exentas- y el señorío de Molina). La Corona de Aragón mantenía un fuerte particularismo territorial, basado políticamente en pactismo y el mantenimiento de los fueros (suprimidos a principios del siglo XVIII con los Decretos de Nueva Planta, a excepción del derecho civil, penal y procesal). Se componía del principado de Cataluña, el reino de Aragón, elreino de Mallorca y el reino de Valencia. El reino de Portugal perteneció a la Monarquía Hispánica entre 1580 y 1640. El reino de Navarra fue anexionado a Castilla en 1512, pero se mantuvo institucionalmente separado y con sus fueros vigentes hasta la Edad Contemporánea.

Gobernantes cartagineses y romanos

Reinos germánicos

Ver también: Pueblos germánicos, Reinos germánicos, Invasiones germánicas en la Península Ibérica y Reino suevo de Braga.

Ver también: Reino visigodo de Tolosa, Reino visigodo de Toledo, Reyes suevos y Reyes visigodos.

Al-Ándalus

Al-Ándalus

Gobernadores dependientes de Damasco

Anexo:Valíes de al-Ándalus

Ver también: Valí, Emir y Califato de Damasco.

Emirato independiente

Emirato de Córdoba

Califato de Córdoba

Califato de Córdoba

Abd al-Rahman III

(emir desde 912, se proclama califa en 928, muere en 961)

al-Hakam II

(961976)

Hisham II

(9761009) 1.ª vez (véase también Almanzor, regente entre 1000 y 1009)

Califas teóricos durante la fitna

Fitna de al-Ándalus

Reinos de taifas e imperios norteafricanos

Taifa, Almorávides y Almohades.

Sultanato, emirato o reino de Granada

Reino nazarí de Granada

Reinos cristianos durante la Reconquista

En la siguiente tabla aparecen los reinos surgidos a partir de los núcleos cristianos del norte peninsular. Debe tenerse en cuenta que a medida que la Reconquista avanzó hacia el sur, desde los valles del Tajo y el Ebro (en los territorios más al norte no se habían formado entidades políticas musulmanas equivalentes), a los reinos cristianos se incorporaron "reinos" musulmanes, cristianizados a partir de entonces (por ejemplo: el reino de Algarve -incorporado al de Portugal-, el reino de Toledo -incorporado al de Castilla-, el reino de Valencia -incorporado a la Corona de Aragón-, etc.) hasta la conquista del último de ellos (reino de Granada).

Edades Moderna y Contemporánea

Ver también: Anexo:Reyes de España

Ver también: Anexo:Monarcas de Portugal

Otros "reyes de España

Con el nombre de tercer rey de España se han conocido algunos personajes históricos de distintas épocas.

El denominado Rey de Patones o de los patones fue una dignidad local tradicional en una pequeña población apartada de la Sierra de Madrid.

Notas

  1. Volver arriba↑ Carta de Juan II de Portugal a los Reyes Católicos, apócrifamente atribuida a Luis de Camoens (Carlos Loures, Somos hispanos, mas nÃo somos espanhóis. Ou somos?, 25 de septiembre de 2012):

      1. Falai de castelhanos e portugueses, porque espanhóis somos todos.

        1. españoles somos y ... de españoles nos debemos preciar todos los que habitamos en la Península Ibérica.

        1. Esta fuerza real que llamamos España, rabiosa, suficiente, no es gótico-galaico-leonesa-romana, ni es árabe, ni griega, ni austriaco-castellana, Es Iberia, terrible, sagradamente arcaica, mi materia y mi magia.

        1. Para el autor de la Albeldense, España es Iberia por Ibero, Spania por Ispalo, Esperia por la estrella occidental llamada Espero; sita entre Africa y la Galia, encerrada entre los Pirineos y el mar, abundante en frutos de toda índole, riquísima...

        1. Para Nebrija, España es Hispania, con las divisiones territoriales romanas y la inclusión de la Hispania Transfretana o Tingitana, como refleja el mapa elaborado por Abraham Ortelius en 1586, y más detalladamente la obra de Bernardo José de Adrete Varias antigüedades de España, África y otras provincias (Amberes, 1614). Consecuentemente, Nebrija recurre a la historia y a la geografía antiguas para apoyar el proyecto político de unificación

        1. En el caso que nos atañe, el español, desde mediados del siglo XIX, la historia y la geografía se habían implantado en las escuelas y en los institutos de Bachillerato para darle cohesión a la construcción nacional del Estado liberal. Las lindes de la España del siglo XIX, que no eran ni mucho menos las de la monarquía hispánica de los siglos XVI, XVII y XVIII, fueron las que adquirieron carta de naturaleza y se transformaron, por obra y gracia de los geógrafos e historiadores liberales, en las fronteras de un modo de ser, de una esencia cultural y de una esencia política que se estableció como si fuese exclusivamente la única que encajaba con la identidad española. El nacionalismo historiográfico español, de este modo, transformó en esencia atemporal el concepto de España, mientras que los geógrafos afianzaron la ideología del territorio peninsular como espacio incuestionable de lo español. Todos, historiadores y geógrafos, clasificaron a las personas en función de su origen o pertenencia a un determinado territorio. Se fraguó la identidad española, por tanto, a partir de la historia y de la geografía. Una historia concebida de modo teleológico desde la necesaria conquista de la unidad territorial, de forma que se ensamblaron proyectos sociales y dominios territoriales para dar como resultado el devenir irrefrenable de una España identificada con la Península Ibérica como espacio de su existencia. La geografía escolar reprodujo, a través de los mapas, el concepto de España, como también el de la nueva división provincial de España que se popularizó desde mediados del siglo XIX, con la proliferación de mapas provinciales y su correspondiente instalación en las escuelas y ayuntamientos, pues la provincia se hizo espacio de poder del Estado nacional. La historia, por su parte, convirtió la organización de la humanidad en Estados-nación en la meta inevitable de todo proceso histórico y, en concreto, en España se mitificó todo hecho que se considerase eslabón para alcanzar el objetivo de la unidad frente a los sucesos de carácter centrífugo. El centralismo fue más allá e hizo de Castilla el reino organizador de España, como también convirtió la Meseta en el espacio que vertebraba al resto de la geografía. La visión de unidad de espacio e historia en España supuso el destierro de otros posibles marcos territoriales y políticos. Las fronteras se convirtieron en tabúes, en conceptos explicativos intocables.

  1. Volver arriba↑ Uso bibliográfico de "hispano-cristiano" e "hispanocristiano"

  2. Volver arriba↑ Véase José Ángel Sesma Muñoz, El Interregno (1410-1412). Concordia y compromiso político en la Corona de Aragón, Zaragoza, Institución «Fernando el Católico» (CSIC), 2011. ISBN 978-84-9911-143-8

      1. El breve reinado de Fernando I no supuso de ninguna manera una nueva etapa para la Corona, ni siquiera se puede hablar de un cambio de dinastía. La Casa Real de Aragón seguirá en el trono, al menos durante el siglo XV.

      2. Sesma (2011:224)

  1. Volver arriba↑

  2. Volver arriba↑ Este caudillo y los posteriores, citados en GER

  3. Volver arriba↑ Mientras que la expresión "reinos de la corona de Castilla" es de uso muy amplio en la bibliografía (así como "reinos de la corona de Castilla y León"), no lo es "reinos de la corona de León" (dos casos lo hacen como "reinos de la corona de León y Castilla" y un caso como "reinos de la corona de León y Portugal").

  4. Volver arriba↑ Ana Martos, Breve historia de Al Andalus, pg. 205

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