La artrosis es una enfermedad articular muy comun que afecta a cerca del 80% de nuestra población entre los 50-60 años, pero a veces se manifiesta incluso antes, a los 30 años. En la osteoartritis, el cartílago articular se ve afectado principalmente. Como sabes, la articulación está formada por superficies articulares de huesos recubiertas de cartílago. Durante varios movimientos, el cartílago actua como amortiguador, reduciendo la presión sobre las superficies articulares de los huesos y asegurando su suave deslizamiento entre sí. El cartílago está formado por fibras de tejido conectivo dispuestas de forma laxa en una matriz.
La matriz es una sustancia gelatinosa formada por compuestos especiales: glicosaminoglicanos. Debido a la matriz, el cartílago se nutre y las fibras dañadas se restauran. Tal estructura hace que el cartílago parezca una esponja: en un estado tranquilo, absorbe líquido y, cuando está cargado, lo aprieta en la cavidad articular, proporcionando una especie de “lubricación” de la articulación. A lo largo de la vida, el cartílago responde de manera flexible a choques estereotipados, miles de veces repetidos, durante cierto tipo de trabajo o al correr, saltar, etc. Esta carga constante provoca el envejecimiento y la destrucción de algunas de las fibras, que en una articulación sana se reponen mediante la síntesis de la misma cantidad de fibras nuevas. La osteoartritis se desarrolla cuando hay un desequilibrio entre la formación de un nuevo material de construcción para la restauración del tejido cartilaginoso y su destrucción.
Se crea una especie de estructura de cartílago menos valiosa que es capaz de absorber volumenes más pequeños de agua. El cartílago se vuelve más seco, más quebradizo y, en respuesta a la carga, sus fibras se dividen fácilmente. A medida que avanza la artrosis, la capa de cartílago que recubre las superficies articulares se adelgaza, hasta su completa destrucción.
Junto con el cartílago, el tejido óseo debajo también cambia. Se forman crecimientos óseos a lo largo de los bordes de la articulación, como si compensaran la pérdida de cartílago aumentando las superficies articulares. Esta es la causa de las deformidades articulares en la artrosis. En las personas, tal condición se llama “deposición de sal”, que es s