La distribución de una instalación eléctrica generalmente se logra a través de los dispositivos de control y de protección instalados en serie. En una red de distribución del tipo radial, es necesario que en caso de una falla opere el dispositivo de protección más cercano sin que participen los dispositivos que están corrientes arriba. Esta necesidad viene definida como selectividad.
La selectividad entre aparatos de protección es necesaria cuando se quiere garantizar la máxima continuidad del servicio, aún en las condiciones más críticas de operación.
Generalmente se verifica la selectividad cuando se comparan:
• Sobrecarga
• Cortocircuito
Nota: Para verificar que 2 dispositivos de protección son selectivos entre sí, los fabricantes ponen a disposición tablas y curvas de operación
La selectividad puede ser Total cuando el interruptor corrientes abajo dispara para todos los valores de sobrecorriente hasta el límite de su capacidad Interruptiva o Parcial si la selectividad se limita a valores de sobrecorriente inferiores a su capacidad interruptiva.
En el segundo caso se define un “límite de selectividad” (Is) que representa el valor de corriente por debajo del cual se tendrá la operación del interruptor más cercano al punto de falla y por arriba de este valor se tendrá también la operación del dispositivo corrientes arriba.
La norma IEC 364, indica que en los locales públicos, por evidentes motivos de seguridad, se debe garantizar la continuidad de servicio mediante la selectividad entre los dispositivos de protección. La selectividad como está previsto en la norma IEC 947-2 e IEC 898, puede verificarse comparando las diferentes curvas de disparo y de energía puestas a disposición por el fabricante.
Las técnicas de instalación de la selectividad se han de adaptar a los diversos fenómenos que se producen, según el tipo de defecto.
Sobrecargas
Estas sobrecorrientes están comprendidas entre 1 y 10 veces la intensidad de servicio. Su eliminación debe hacerse en un tiempo compatible con la resistencia térmica de los conductores afectados. El tiempo de disparo es generalmente inversamente proporcional al cuadrado de la corriente (disparo llamado «a tiempo inverso»).
La selectividad de los interruptores automáticos se aplica comparando las curvas tiempo/intensidad de los disparos de largo retardo afectados por el defecto (figura 1).
Esta selectividad queda asegurada si, para cualquier valor de la corriente de sobrecarga, el tiempo de no disparo del interruptor aguas arriba, D1, es superior al tiempo máximo de corte del interruptor automático D2 (incluido el tiempo de extinción del arco). Esta condición se cumple en la práctica si la razón Ir1/Ir2 es mayor que 1,6.
Figura 1
Cortocircuitos
Debido a la amplitud de las corrientes de cortocircuito y sobre todo a la presencia de los arcos eléctricos que normalmente le acompañan, los circuitos afectados deben de quedar interrumpidos casi instantáneamente, en menos de algunas centenas de milisegundos.