Muere lentamente
Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca.
No arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.
Muere lentamente
quien hace de la televisión su gurú.
Muere lentamente
quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre blanco
y los puntos sobre las “íes” a un remolino de emociones,
justamente las que rescatan el brillo de los ojos,
sonrisas de los bostezos,
corazones a los tropiezos y sentimientos.
Muere lentamente
quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos.
Muere lentamente
quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente,
quien pasa los días quejándose de su mala suerte
o de la lluvia incesante.
Muere lentamente,
quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,
no preguntando de un asunto que desconoce
o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.
Evitemos la muerte en suaves cuotas,
recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor
que el simple hecho de respirar.
Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos
una espléndida felicidad.
Poema Martha Medeiros (atribuido indebidamente en muchos espacios en Internet a Pablo Neruda)
¿Lo conocían? ¿Se sintieron identificados con alguna parte en particular? Elegí una frase que te haya quedado resonando y escribila en un papelito. ¿Alguna vez les pasó de sentir que el tiempo pasa muy rápido y que no están haciendo aquello que desean?
¿De estar pensando en el pasado y en lo que les faltó hacer o lo que hubieran hecho diferente? ¿O de vivir pensando en el futuro, en lo que va a venir y estar preocupados sin ver lo que los rodea y acontece hoy?
La rutina en la que vivimos inmersos, la sociedad y la cultura del momento, a veces nos deja ese sabor de vivir el hoy pero en modo acelerado y eso hace que a veces sintamos que no tenemos ese control de poner pausa para disfrutar. ¿Les pasó? ¿Lo sintieron alguna vez?
“No tenemos el control”.... ¿realmente no lo tenemos o quizás somos nosotros quienes no nos atrevemos a tenerlo?
¿Somos nosotros quienes vivimos enjaulados en la vorágine del mundo, o somos nosotros quienes nos ponemos nuestra propia jaula?
Les proponemos ahora que realicen una actividad, que en algún momento ya han hecho… Se acuerdan en pascua que compartimos nuestras ruedas de las distintas áreas de la vida?
Si tienen a mano lo que escribieron en ese momento pueden ir a buscarlo, si en ese momento no lo hicieron, ahora la vida (y Sofi, Solci y Belu) les da una segunda oportunidad para sentarse a pensar sobre cada aspecto de nosotros y de nuestro acontecer hoy en este mundo.
Queremos proponerles darle un giro a la actividad.
La idea es que puedan pensar en los aspectos de nuestra vida y ver cómo están. Para los que no lo recuerdan les dejamos la explicación.
Dibujamos un círculo y lo dividimos en 8 secciones (como a una pizza). Cada sector es un área de la vida. Puede elegir sus propias áreas o las que están descritas en su rueda anterior.
Crecimiento personal
Familia
Salud
Amistad
Trabajo o estudios
Economía/Dinero
Relaciones de pareja
Ocio
Tómense un tiempo para verlo y analizarlo. Si tienen el que hicieron en abril... ¿Sigue igual? Si ven que ha cambiado, qué cosas cambiaron? ¿Por qué? ¿Tuvo algo que ver la cuarentena? ¿Cambio para mejor o sienten que descendieron escalones?
Esos aspectos que quizás los puntuaron más cerca del terrible, ¿a raíz de que creen que están así? ¿Están realmente en ese lugar? ¿Qué los ubica ahí? ¿Alguna vez se preguntaron si no serían ustedes quienes se enjaulan en ese lugar, en ese puntaje, de determinada área? ¿Por qué creen que nos pasa esto? Autoexigencia, miedo, frustración, inseguridad….