Que el relato no debe ser demasiado extenso. NO TE PIERDAS CON DATOS IRRELEVANTES O INNECESARIOS, DEBES CENTRARLO EN TU HISTORIA.
Que debes tener en cuenta el planteamiento, el nudo y el desenlace.
Que debes conocer, antes de escribir, cuál es el lugar, los personajes, el tiempo en el que va a desarrollarse la acción y. sobre todo el final de la aventura. Debes tener claro el argumento.
Haz descripciones sencillas de los personajes, su carácter y sus habilidades, pero no olvides que el lector también querrá saber cómo son los lugares, la temperatura, olores..., sonidos, etc.
Busca enganchar al lector desde el principio dejando intrigas en tu relato. NO SEAS DEMASIADO TRANSPARENTE.. DEJA QUE EL LECTOR HAGA DEDUCCIONES HASTA EL FINAL DE TU AVENTURA.
Para empezar debemos inventar diferentes personajes: una científica, un médico, un experto en artes marciales, un arqueólogo, un niño o una niña de tu edad (o ambos), un ladrón de tesoros sin escrúpulos, los que tu imaginación te regale.
Piensa en otorgar un carácter personal a cada uno de tus personajes: aventureros, decididos, temerosos, valientes, optimistas, pesimistas, inteligentes, suspicaces, intuitivos, sensibles, cabezotas, negativos, malhumorados, impertinentes, orgullosos, independientes, insolidarios, solidarios, … Deberías tenerlo muy claro antes de escribir tu historia, e incluso tomar notas en un papel aparte.
Sitúa a tus personajes en un lugar concreto, bien puede ser en un país al que hayas ido de vacaciones, o quizá al interior del volcán en Reikiavik, capital de Islandia, lugar en el que se inicia la célebre novela de Julio Verne.
Después, sitúalos también en un tiempo: pasado, presente o futuro. Incluso puedes inventar fechas, siempre y cuando vayas teniendo un control lógico de cuando van sucediéndose los acontecimientos.
Y, por fin, haz un esquema general del desarrollo de tu "pequenovela de ficción"; es decir, primero, qué les lleva a tus personajes a realizar esta incursión al centro de la Tierra; segundo, qué problema o problemas van a tener que afrontar; y por último, el desenlace, qué final le vas a dar, ¿intriga? ¿feliz? ¿fatal?
Recuerda que la inspiración te llegará mientras estés escribiendo, coge tu lápiz y la goma, porque escribirás mucho y borrarás posiblemente cosas que, después de haberlas escrito, quieras cambiarlas por otras mejores.