Los microrrelatos son cuentos cuyo rasgo fundamental es la brevedad, mejor dicho, la hiperbrevedad, puesto que debe concentrar una historia con todos sus elementos en el mínimo espacio. No se puede considerar a los microrrelatos como el resumen de un cuento más largo, pues son cuentos por sí mismos.
—Había una vez un cuento que nunca empezó…
—Esos cuentos no existen, abuelo.
—Sí existen. Están en el mismo cajón que los besos que no se dan.
Mi hermana pequeña pensó, y le dio un beso al abuelo. Él, a cambio, le contó uno de esos cuentos.
Antonio Martínez Polo, Microrrelatos para niños inteligentes.
A mi tío Carlos desde niño lo ponían por las nubes por su simpatía e inteligencia. Acostumbrado a las alturas, decidió ser piloto de aviación.
Antonio Martínez Polo, Microrrelatos para niños inteligentes.
Quisiera ser libre como el viento, y moverme como las hojas acariciadas al sol», exclamó una inocente y joven niña, ajena a que sus deseos escuchados habían sido, por un mago obediente y muy trabajador.
Y así, poco a poco, los cabellos de la joven en ramas secas convirtió.
Anónimo
– Te devoraré -dijo la pantera.
– Peor para ti -dijo la espada.
William Ospina
Un campesino chino se fue a la ciudad para vender la cosecha de arroz y su mujer le pidió que no se olvidase de traerle un peine.
Después de vender su arroz en la ciudad, el campesino se reunió con unos compañeros, y bebieron y lo celebraron largamente. Después, un poco confuso, en el momento de regresar, se acordó de que su mujer le había pedido algo, pero ¿Qué era? No lo podía recordar. Entonces compró en una tienda para mujeres lo primero que le llamó la atención: un espejo. Y regresó al pueblo.
Entregó el regalo a su mujer y se marchó a trabajar sus campos. La mujer se miró en el espejo y comenzó a llorar desconsoladamente. La madre le preguntó la razón de aquellas lágrimas.
La mujer le dio el espejo y le dijo:
-Mi marido ha traído a otra mujer, joven y hermosa.
La madre cogió el espejo, lo miró y le dijo a su hija:
-No tienes de qué preocuparte, es una vieja.
Anónimo
Las dos hijas del Gran Compositor —seis y siete años— estaban acostumbradas al silencio. En la casa no debía oírse ni un ruido, porque papá trabajaba. Andaban de puntillas, en zapatillas, y solo a ráfagas el silencio se rompía con las notas del piano de papá.
Y otra vez silencio.
Un día, la puerta del estudio quedó mal cerrada, y la más pequeña de las niñas se acercó sigilosamente a la rendija; pudo ver cómo papá, a ratos, se inclinaba sobre un papel y anotaba algo.
La niña más pequeña corrió entonces en busca de su hermana mayor. Y gritó, gritó por primera vez en tanto silencio:
—¡La música de papá, no te la creas…! ¡Se la inventa!
Ana María Matute
Escribe en un papel posibles personajes al azar que se te vengan a la cabeza, sin desaprovechar ninguno. Haz lo mismo con los lugares, objetos, circunstancias... NO DESCARTES NADA, ya harás la selección según empieces a escribir.
Escribe acciones y situaciones. Todas las que se te vengan a la cabeza. Decídete por una o la eliges al azar.
Piensa en posibles finales y elige también al azar si lo deseas.
¡Seguro que tu historia es genuina!
¿Has elegido un perro y un calcetín? ¿Te parece raro? ¿Disparatado? ¡Pues más divertido!
Imagina que anoche te enfadaste con tu perro y antes de dormir deseaste que te dejara tranquilo y que… ¡se convirtiera en un calcetín!
Por la mañana al levantarte y vestirte, te colocas los calcetines que están a tu lado. Mientras desayunas empiezas a notar que uno de tus calcetines te está haciendo cosquillas en la planta del pie, te lame y empieza a ladrarte, o que de momento empieza a tirar de ti, porque quiere salir al jardín.
¡¡Menudo susto!!