En los tiempos que corren podríamos decir que aquellas personas que no saben o que no interactuan de algún modo con las nuevas tecnologías son unos incultos digitales o tecnológicos. De aquí la importancia de ser un ciudadano culto y autónomo en la sociedad digital. Para cumplir estas premisas primero debemos conocer que nos ofrece esta "sociedad digital" y hasta que punto dependemos de ella. No nos referimos con esto a conocer las últimas novedades en tecnología y comunicación pero si a unos niveles básicos como puede ser el correo electrónico, búsqueda y selección de información en Internet, manejo de un ordenador, creación de documentos de texto, uso del móvil, etc. A día de hoy en el mundo que nos rodea es casi imprescindible tener una cuenta de correo electrónico o nos quedaremos fuera de muchas oportunidades. Un ciudadano culto y autónomo en la sociedad digital es aquel que puede comunicarse e interactuar con con el mundo exterior por medio de las nuevas tecnologías.