Dupla BO-LA
Centro de Padres
Algunos dirían que es coincidencia, otros que es cuestión del destino, lo cierto es que la conjunción de apellidos define bastante lo que une a estos dos personajes. Como en la mítica dupla ZA-SA (Zamorano y Salas), la bola, el balón, la esférica o como quieran llamarle se ha mantenido presente en ambos desde su niñez y hace ya varios años los ha juntado en diferentes equipos de nuestra liga de futbolito de papás y también defendiendo los colores del MTN en distintas ediciones de la “Fathers Cup”. Hoy, se la juegan en una cancha diferente por nuestra camiseta: el Centro de Padres.
LAGOS
Matías pasó en su juventud entre el fútbol, la Católica y los Scout del colegio Padre Hurtado. Se declara un deportista de talento escaso (sus hijos se lo recalcan constantemente) pero motivado y competitivo. Cuando no es la BOLA de fútbol, se aventura con las de tenis, o cualquier otra. Le gusta pasarlo bien en la cancha, pero lo que más le llama la atención del deporte, es la gran herramienta que resulta ser en lo formativo: "en la cancha aparece naturalmente lo bueno y lo malo de las personas. No hay mejor herramienta para formar que el deporte, sobre todo los deportes colectivos. Se aprende de trabajo en equipo, esfuerzo, disciplina, perseverancia y generosidad, y sobre todo que hay cosas más importantes que ganar“. Esto lo ha transmitido a sus 4 hijos desde siempre, quienes junto con Anita, conforman la familia de los Lagos Samaniego.
A los 2 meses del ingreso al colegio de Diego, su primogénito, y no sin transpirar en el concurrido proceso de admisión, sorpresivamente tuvieron que partir a vivir a Miami. Así, tras 6 años de trabajo, playa y palmeras, volvieron al colegio el año 2014. Después de 8 años de vuelta en el colegio, el año pasado aceptaron la invitación de unos amigos para trabajar en el Centro de Padres. “En un principio aceptamos sabiendo que era harta pega, pero que tocaba devolver la mano. Después de un año ya sabemos que era aún más pega, pero involucrarse más ha sido un regalo. Se pasa bien, se pueden ayudar mucho a esta comunidad en cosas importantes, se conocen buenos amigos y sobre todo al conocer mejor la dinámica del colegio, uno se acerca a los hijos"
BOETSCH
Como herencia de su familia paterna, también es apasionado por los deportes desde chico, transitando por disciplinas variadas como carreras de aventura y maratones, hasta el hockey en patines o el ski acrobático... pero siempre fiel a los clásicos: fútbol, voley y tenis, según nos dice. Si bien no pasó por scout como Lagos, su experiencia en misiones y en el centro de alumnos de la universidad, han forjado en él un espíritu de servicio y altas expectativas respecto a lo que un grupo de entusiastas puede lograr: "siempre hay dudas respecto a involucrarse o no en un proyecto extracurricular o fuera de la pega... siempre estamos bien cansados o faltos de tiempo. Cuando lo haces, hay ratos de "arrepentimiento" (ríe), pero mirando hacia atrás, creo que ahí se cocinan los mejores recuerdos, las grandes amistades y logros inesperados, en los que te das cuenta que contribuiste en algo a un pedacito de la sociedad... eso es increíble!". En este tipo de quehaceres, siendo universitario se enamoró de la Paula, y conformaron junto a sus 5 hijos, la familia Boetsch Ortiz.
El ingreso al MTN se les dio naturalmente y de manera bastante inconsciente. Desoyendo la dificultad que conllevaba el ingreso al colegio, postularon con la convicción de que eran el uno para el otro y "milagrosamente" fueron seleccionados en una generación en que habían sólo 3 cupos para hombres de nuevas familias. De eso han pasado cerca de 12 años y siguen agradeciendo el pertenecer a esta comunidad y aportar en ella de alguna manera.
LA DUPLA BO-LA
Hace 2 años, ambas parejas postularon al CDP, siguiendo sus propias inquietudes particulares, pero con la pasión por su familia y ganas de contribuir al colegio como factor común, en un año en que la pandemia comenzaba a amainar y los "coletazos" de la misma se empezaban a sentir en los jóvenes del mundo.
Una cosa llevó a la otra, y hoy se encuentran como presidente y vicepresidente, liderando una etapa, junto a la dirección del colegio, que pretende revitalizar los valores fundacionales del MTN, que conforman el sello del colegio y son llamados a ser la guía de los jóvenes en tiempos de alta incertidumbre y cambios.
Quienes han trabajado con ellos dicen que se complementan muy bien, cada uno en su estilo. Tienen una mirada común de los desafíos más importantes del colegio y, además del deporte, los une la idea de hacer la pega con mucho cariño para hacer un aporte significativo al colegio. Ambos coinciden en la potencia de la comunidad de este colegio, las grandes familias que lo conforman y el tremendo equipo que se ha conformado en el CdP. Tienen altas expectativas del aporte a la sociedad que pueden ser nuestros hijos desde su individualidad, con el sello MTN. Mirando sus pasiones juveniles, el asunto parece "redondo".