Entrevista a

Miguel Delibes

Miguel Delibes, viene a nuestra redacción a contarnos algo más sobre su pasión por la caza.

Entrevistador: Queríamos profundizar un poco sobre su gran afición: La caza, ¿qué es para usted?

Miguel Delibes: La caza es para mí, más que una simple afición o deporte, es la vuelta a los orígenes del hombre, su regreso a su esencia primitiva.

Entrevistador: Usted ha dicho en otra ocasión que “no es un escritor que caza, sino un cazador que escribe”. ¿Qué quiere decir con ello?

Miguel Delibes: Mediante mis excursiones de cazador y pescador tomo contacto con los elementos fundamentales de la Castilla profunda. He aprendido a hablar como aquellos castellanos y mis libros tienen adentro a esos personajes.

Entrevistador: ¿Le preocupa el hecho de que por razones de edad o físicas no pueda un día salir a cazar?

Miguel Delibes: Creo que el cazar o no, cuando te haces mayor depende más de la costumbre que de la fortaleza física. Si no pierdes el hábito, puedes seguir cazando aunque con limitaciones; pero, dar un garbeo por el campo y matar una liebre y una perdiz, creo que estará siempre a mi alcance. No me lo he planteado desde luego como un problema.

Entrevistador: ¿Qué tipo de caza practica?

Miguel Delibes: La caza menor y la caza de mano; no veo más posibilidades. La caza mayor no la cultivo, porque matar un animal mayor que una liebre me da grima. No soy capaz de disparar a un corzo o a un ciervo.


Entrevistador:¿Cómo es posible hacer compatibles sus escrúpulos de ecologista con la actividad de cazar?

Miguel Delibes: El primer hombre era cazador y el equilibrio ecológico nunca se dio tan puro como en el hombre primitivo, de forma que dentro del equilibrio ecológico el hombre cazador figuraba como, uno de los elementos a tener en cuenta, pero, claro, una cosa es el hombre cazador y otra es el hombre destructor que ha sobrevenido con la mecanización, con los pesticidas y los herbicidas. Por otro lado, yo soy un cazador esforzado, de escopeta y perro, no un carnicero, sino un cazador que cumple con la ley.

Entrevistador: ¿Le hubiera gustado estudiar biología?

Miguel Delibes: Sí, yo creo que mi vocación hubiera sido la de biólogo, pero en mis tiempos no existía esta carrera. Se hablaba de ciencias naturales, pero sin más salidas que la enseñanza. Por otro lado, en mi casa éramos ocho de familia y mi padre nos puso como condición estudiar una carrera que se pudiera cursar en Valladolid, porque no podía permitirse tener ocho hijos estudiando fuera.

Entrevistador: ¿Cuántas escopetas tiene ahora?

Miguel Delibes: No tengo más que una escopeta modesta con la que me arreglo para todo. Con ella salgo a las codornices, a los conejos, a las perdices, me es igual, lo mismo a un ojeo al que me invitan que a la caza a mano. Todo lo hago con la misma escopeta.

Entrevistador: ¿Es de los cazadores que disfrutan gastronómicamente de su caza?

Miguel Delibes: Sí. Por lo menos en mi casa la segunda parte de la cacería es el rito del guiso de la caza. Mi mujer Ángeles, tiene una mano extraordinaria para guisar la liebre.

Entrevistador: Ya ha publicado algún libro sobre la caza, ¿cree que volverá a recurrir a dicho tema en libros futuros?

Miguel Delibes: Posiblemente. De momento es un tema que me apasiona y me permite mostrar a través de mis personajes el mundo rural y un poco de mi experiencia personal.

Entrevistador: Bueno, creo que hemos llegado al final de esta entrevista. Le agradecemos mucho su tiempo y espero que tengamos otra ocasión en la que volver a hablar con usted.

Miguel Delibes: Ha sido todo un placer. Hasta la próxima.