TERCERA ETAPA: PORTOMARÍN - PALAS DE REI

Portomarín - Palas de Rei

El padre Miño nos ha obligado a realizar un largo descenso hasta Portomarín, y ahora es preciso abandonar su valle a través de la prolongada cuesta que concluye en la sierra de Ligonde. Son algo más de once kilómetros que, sin embargo, no originan un puerto, pero la marcha se torna cansina. Atrás quedan las masas arboladas del valle, ahora reemplazadas por algunos montes repoblados con pinos, tojos y retamas. Por Vendas de Narón entramos en la comarca de A Ulloa, ganadera y famosa por sus quesos. Pequeños monumentos nos recuerdan que estamos en un itinerario de peregrinación, entre ellos el crucero de Lameiros, o la modesta cruz que, colocada sobre un muro de piedra, señala en Ligonde la presencia del que fue cementerio de peregrinos.