Describir es explicar, de forma detallada y ordenada, cómo son las personas, los lugares o los objetos. La descripción sirve sobre todo para ambientar la acción y crear una atmósfera que haga más creíbles los hechos que se narran.
a) Observar muy bien lo que vamos a describir.
b) Seleccionar los elementos más importantes y fijarnos en el mayor número de detalles.
c) Presentarlos en orden. Elige una manera de describir:
De arriba abajo,
De dentro a fuera,
De izquierda a derecha
...
A) Descripción de objetos.
B) Descripción de personas: El retrato. La caricatura.
C) Descripción de paisajes o lugares.
D) Descripción de un proceso
Al describir un objeto no necesitas decir todo lo que ves, puedes elegir lo más destacado, es decir, aquello que hace distinto al objeto descrito.
Estas son algunas preguntas que pueden orientarte a la hora de realizar la descripción de un objeto:
¿Qué es el objeto?
¿De qué tipo es?
¿Para qué sirve?
¿Dónde está situado?
¿Cómo es? Qué forma tiene, qué color, qué tamaño, cómo es su textura, su sabor, su olor, su temperatura...
¿Qué elementos lo componen o qué partes tiene? Describe los más destacados.
Para describir un objeto se detallan sus rasgos característicos: forma, tamaño, impresión que produce... Y si el objeto tiene diferentes partes, se enumeran y detallan ordenadamente. En las descripciones de objetos suelen emplearse términos específicos; por ejemplo, en la descripción de un reloj de pared se usan palabras como caja, esfera, manillas, pesas, péndulo...
Un método para describir objetos consiste en comparar un objeto con otro. Al comparar podemos utilizar dos tipos de rasgos:
-Los rasgos diferenciales de cada objeto. Son las características que distinguen a unos objetos de otros.
-Los rasgos comunes a las cosas que comparamos. Son las características que hacen que podamos agrupar a los seres en clases.
Para comparar hay que tener en cuenta lo siguiente:
-Se deben comparar variables análogas. Al comparar objetos podemos observar el tamaño, la forma, la materia, el precio, la procedencia...
-Se deben indicar las semejanzas y las diferencias.
-Se debe ordenar la comparación. Primero las semejanzas y después las diferencias o al contrario.
Es la descripción de los rasgos físicos de la persona, de su apariencia externa.
Es la descripción de rasgos psicológicos o morales del personaje: su manera de ser, de actuar, su carácter.
Es una descripción combinada en la que se describen las características físicas y morales de la persona. Une la prosopografía y la etopeya.
Es un tipo de descripción en la que los rasgos físicos y morales de la persona se presentan de manera exagerada, acentuando los defectos.
Prosopografía es una palabra de origen griego que significa literalmente “describir a un personaje”. Tanto en un texto literario (un personaje ficticio) como en un texto no literario (persona real), la prosopografía se remite a describir los rasgos físicos. Corresponde, por lo tanto, al proceso de caracterización de una persona, personaje o cosa/animal personificado.
Lo primero que debes hacer al escribir una prosopografía es preguntarte ¿a quién deseo caracterizar? Si es real toma una fotografía de esa persona. En caso de que sea un personaje inventado, entonces es importante que tengas muy claro qué aspecto tiene.
La prosopografía se refiere exclusivamente al aspecto físico de aquella persona o personaje que intentamos caracterizar.
Lo más importante es observar atentamente a la persona y seleccionar y anotar los rasgos físicos que la caracterizan.
Los rasgos más importantes son los que se refieren al rostro, al aspecto general y al vestido.
Antes de hacer la prosopografía hay que tener en cuenta estas normas:
-Es necesario seguir un orden al ir "pintando" al personaje.
-Se debe comenzar por el aspecto general y después dar detalles concretos.
-Se debe presentar al personaje en acción para que cobre vida, describiendo sus movimientos.
-Es conveniente reflejar nuestros sentimientos hacia el personaje (ternura, admiración, aversión...).
-Hay que elegir el tono de la descripción: un tono serio, irónico, burlón.
Al hablar de caricatura, debemos distinguir entre la caricatura gráfica y la literaria. Ahora bien, ambas comparten estas características:
a) La voluntad de ridiculizar al personaje.
b) La deformación, exageración o desproporción como medio para llegar a ese fin.
c) La selección de los rasgos caricaturizados.
La caricatura es el resultado de la mirada particular de su autor, ya sea dibujante o escritor. Éste selecciona los rasgos más sobresalientes para luego someterlos a una transformación. La caricatura es también opinión.
Cuando la caricatura se realiza sólo con palabras, se convierte en un tipo de descripción en el que también se deforman o exageran los rasgos del físico o del carácter de un personaje.
La descripción muy frecuentemente utiliza figuras literarias y recursos estilísticos para que el lector reciba diferentes matices. Aunque ya los conocemos recordamos que los más utilizados son:
La hipérbole: consiste en exagerar las características de una persona o cosa.
La comparación: consiste en establecer relaciones de semejanza o parecido entre varios elementos (A es como B).
La metáfora: consiste en la la sustitución de un elemento por otro con el cual tiene un cierto parecido (A es B).
La animalización: Consiste en atribuir a las personas rasgos de animales.
La cosificación: Consiste en atribuir a las personas características de las cosas.
Normalmente, cuando describimos a una persona, no sólo nos referimos a su físico, sino que intentamos reflejar su forma de ser y de actuar, y también lo que nosotros pensamos de esa persona. Describir a una persona reflejando sus sentimientos, sus costumbres y todo lo que forma su personalidad es un retrato de carácter.
Para hacer un buen retrato y que éste sea completo hay que tener en cuenta:
Observar y seleccionar los rasgos más destacados de la persona, tanto físicos como de carácter.
No acumular demasiados rasgos, sólo los más característicos.
Describir los rasgos en orden: Primero los físicos y después las cualidades, la forma de actuar, etc.
Presentar al personaje en un ambiente, para que cobre vida y sea más creíble.
Elegir bien las palabras y utilizar recursos expresivos para dar viveza y fuerza a la descripción.
Describir un lugar consiste en decir cómo es, “pintarlo” con palabras, de manera que otras personas puedan imaginárselo. Para describir un lugar: Hay que observar con mucha atención y seleccionar los detalles más importantes.
Después de seleccionar los detalles, hay que organizar los datos siguiendo un orden:
- De lo general a lo particular o al contrario.
- De los primeros planos al fondo o al contrario.
- De dentro a fuera o al contrario.
- De izquierda a derecha o al revés.
Al describir hay que situar los objetos en el espacio con precisión.
Se usarán expresiones como a la derecha, junto a, al fondo, detrás de, en el centro, alrededor... denominadas conectores temporales.
Al describir un paisaje o un lugar cualquiera, los escritores suelen presentar primero una visión general del lugar.
Después van localizando en ese lugar los distintos elementos (los pueblos, los montes, el río...) utilizando palabras que indican situación en el espacio.
Procuran transmitir la impresión que produce el lugar: alegría, tristeza, misterio, terror... Algunos adjetivos útiles para realizar descripciones de paisajes pueden ser:
CIELO: azul, celeste, gris, nublado, oscuro, despejado, cubierto, luminoso…
MAR: azul, verdoso, tranquilo, alborotado, bravío, sereno, transparente, ondulado…
CASAS: bajas, latas, amplias, pequeñas, modernas, antiguas…
MONTES. bajos, elevados, redondeados, picudos, verdes, pardos, secos, áridos, poblados… ÁRBOLES: altos, bajos, gruesos, delgados, corpulentos frondosos, redondeados, alargados, secos…
CIUDADES: bulliciosas, silenciosas, apacibles, desapacibles, tranquilas, ruidosas, agradables, desagradables, divertidas, aburridas, modernas, antiguas, históricas…
CAMPOS: verdes, amarillos, oscuros, secos, áridos, fértiles, cultivados, abandonados, improductivos, floridos…
RÍOS: largos, cortos, secos, caudalosos, fríos, transparentes, profundos, sucios limpios, contaminados…
Describir un proceso es exponer ordenadamente las fases del mismo, Indicando qué sucede en cada fase y cómo sucede.
La descripción de un proceso debe ser clara y ordenada .
Se debe seguir el siguiente orden:
-Primero de indica de qué proceso se trata y cuál es su finalidad.
-Después se detallan los elementos, materiales o instrumentos que forman parte del proceso (personas, máquinas, materiales, herramientas...).
-Finalmente se explica cómo se desarrolla el proceso. Se divide en fases y se exponen las operaciones que se realizan en cada una.
Se deben utilizar palabras que indiquen el orden de las operaciones. Si es posible, se explica para qué se realiza cada operación.