La Literatura es el arte que se encarga de la búsqueda de la belleza a través de las palabras.
La definición de Literatura ha ido cambiando a lo largo de la Historia. Pero nace de la necesidad de los antiguos griegos de estudiar las artes y las ciencias de un modo sistemático.
La literatura suele presentar las siguientes características:
-Usa el lenguaje verbal con fines estéticos. Emplea distintos procedimientos que se diferencian del uso cotidiano del lenguaje y que modifican la forma del texto de manera creativa.
-Acude a herramientas retóricas. Por ejemplo, mediante el ritmo y la rima, se modifica el sonido de un poema, y con las figuras retóricas se usan las palabras con significados distintos a los habituales.
-Se clasifica en géneros literarios. La literatura, o mejor dicho, sus obras, se pueden clasificar en los tres géneros antiguos (la épica, la tragedia y la comedia, y en ciertos casos la lírica) o en alguno de los géneros modernos (la narrativa, la dramaturgia, la poesía y el ensayo).
-Tiene una definición cambiante. Su definición se ha ido modificando con el transcurrir de los años, y se van incorporando a la literatura textos que originalmente no se consideraban literarios, como cartas, diarios y textos científicos.
-Abarca distintos movimientos. Su historia comprende etapas, movimientos, corrientes y escuelas. Sin embargo, muchas obras no se circunscriben a una clasificación específica, sino que reflejan únicamente el estilo de un autor.
En deinitiva, la literatura es un fenómeno cultural que ha acompañado a la humanidad desde sus orígenes. Aunque sus formas y contenidos han evolucionado, su esencia sigue siendo la misma: la capacidad de contar historias, expresar emociones y transmitir ideas a través del lenguaje
El relato adquiere un carácter estático, con escasa acción, cuando
EL DIÁLOGO EN LA NARRACIÓN
Los diálogos representan una conversación entre personajes o un monólogo interior de cualquiera de ellos. En muchos libros son una parte imprescindible de la narración, pero no siempre es fácil reproducir con coherencia las conversaciones en el papel. ¡No te preocupes! Vamos a ver para qué sirven en una narración y cómo conseguir escribir diálogos interesantes en nuestras historias.
Los diálogos dan información de la trama o de los personajes, ya que también hacen avanzar la historia. Estas son las características principales de un buen diálogo en una narración:
Si los personajes hablan por hablar, el lector acabará aburriéndose. Los diálogos deben dar agilidad al relato, ya que son el mejor medio para presentar el carácter de tus personajes y su evolución a lo largo de la historia. De hecho, por la manera de hablar, conocemos la personalidad y estado de ánimo de cada personaje y la relación que tiene con la persona que habla.
En un buen diálogo, los personajes empiezan con un estado de ánimo y finalizan con otro distinto. Es decir, tanto ellos como tu narración evolucionan.
El estilo se adapta al tipo de obra: narrativa, teatro, guion de cine,... Podemos usar el estilo directo, indirecto o estilo libre.
Ahora coge el libro que tengas más a mano y busca un diálogo. Verás que se introduce después de un punto y aparte, en una línea nueva con sangría, con una raya (—). Esta raya no está en el teclado (no debemos confundirla con el guion), aunque puedes encontrarla en la pestaña Insertar + Símbolo de Word, o bien escribirla usando el teclado numérico al teclear Alt + 0151. ¡Y no olvides que las acotaciones del narrador siempre se introducen tras otra raya!
Leer mucho y practicar la escritura serán tus mejores aliados para conseguir buenos diálogos. El objetivo es que parezcan naturales, sean verosímiles y den información de interés para el lector. Te damos otras pautas a continuación:
Conoce a tus personajes. La forma de hablar caracteriza al personaje, por lo que debes conocer muy bien a tus personajes para transmitir su forma de ser y sus motivaciones a través del diálogo. Dos personajes no pueden hablar de la misma manera.
Busca la síntesis. Evita frases de relleno, expresiones manidas o datos irrelevantes.
El diálogo debe incluir acción, es decir, debe tener algo que haga avanzar la trama de la historia. Para ello, tiene que influir en la realidad del personaje y sus circunstancias. ¿Cómo? Con la toma de decisiones, con mentiras, variando la percepción que tiene de otro personaje o de algún hecho, animándole a hacer algo, etc.
No lo cuentes todo. Aunque una de las funciones del diálogo sea informar, no hay que abusar. En literatura, como en la vida, vale más mostrar con hechos que con palabras, por eso no debemos saturar al lector con información de más, ya que también estarás restando intriga narrativa a tu relato.
Ten presente el ambiente, el lugar donde se encuentran, la hora o el contexto de la conversación.
Encuentra el equilibrio entre la voz del narrador y el uso de diálogos.
Lee en voz alta. No te cortes y lee tus diálogos en voz alta metiéndote en el papel. Esto te ayudará a corregirlos.