En esta semana vamos a volver a encontrarnos con el Amor y el Perdón de Dios (Lc 15, 1-3) La conversión sólo es posible si reconocemos que somos pecadores, pero hoy nos vamos a centrar en esa mirada del Padre que siempre acoge y espera con los brazos abiertos a su hijo. Que no mira qué ha hecho ni cuánto tiempo estuvo lejos, sino que está presente para cuando su hijo quiere volver a Él. De la misma manera, ama a su hijo mayor, “todo lo mío es tuyo”, a pesar de que sabe de los sentimientos y pensamientos negativos que tiene hacia su hermano pequeño. El Padre también lo perdona a él.

La mirada de Jesús es perdón, es un amor que transforma todo, que acepta y acoge nuestra debilidad y que también potencia todo lo bueno que hay en nosotros.

En esta parte del camino cuaresmal, compartiremos experiencias en las que reconoceremos nuestros errores y los pondremos en manos del Padre, sabiendo que Él tiene una mirada misericordiosa con todos. ¿Miro a los demás con esa ternura de Dios? ¿Perdono como el Padre o estoy esperando a que otros se equivoquen para echárselo en cara? ¿Cuándo no he actuado según lo que Jesús me enseña, sino que he sido egoísta, rencoroso, he engañado, me he burlado de otros, no he actuado en situaciones de injusticia…?

Pondremos esa mirada del Padre como base del perdón.

Pincha en los diferentes marcadores para acceder a las oraciones de cada día de la semana