Visita al Santísimo Sacramento
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INICIO
TODOS: Por la señal, de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo Amén.
ORACIÓN PERSONAL (cada niño la lee en silencio)
Vengo, Jesús mío, a visitarte.
Te adoro en el Sacramento de tu Amor,
te adoro en todos los sagrarios del mundo,
te adoro, sobre todo y sobre todas las cosas.
Te quiero amar con el amor de tu santa madre María, de san José y de las personas más enamoradas de la Eucaristía.
Ángel de mi guarda,
ayúdame a ver en todos los sagrarios del mundo
la presencia de Jesús Eucaristía
y dile muchas cosas que yo no sé decirle,
pídele su bendición para mí.
Amén.
ORACIÓN (rezada por quien acompaña)
Con fe te adoramos Dios oculto aquí,
bajo el pan y el vino te vemos a Ti,
te entregamos todo nuestro corazón
porque al contemplarte se inflama de amor.
Vista, gusto y tacto se engañan en Ti,
la fe está segura tan solo al oír.
Creo por lo que ha dicho el hijo de Dios
la Verdad en pleno, no hay verdad mayor.
La cruz ha ocultado tu divinidad,
pero Aquí se esconde ya la humanidad.
Yo creo y confieso unidas las dos,
y hago la plegaria que hizo el buen ladrón.
Tus llagas no veo cual Tomas las vio,
pero a ti Dios mío te confieso yo:
dame que en Ti crea, siempre más y más
que en Ti solo espere, te ame sin cesar.
Amén.
JACULATORIA
TODOS: Niñito Jesús que estás en el copón,
hecha un brinquito y ven a mi corazón.
LECTURA DE LA BIBLIA
En el Evangelio de San Marcos (10, 13-16) nos encontramos el siguiente relato: “En aquel tiempo trajeron unos niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos los reprendían. Jesús, al verlo, se indignó y les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí; no se lo impidan, porque de los que son como ellos es el reino de Dios. Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él». Entonces Jesús los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.”
Hoy sintamos el abrazo y la bendición de Jesús entre nosotros.
ACERCARNOS A JESÚS DE CORAZÓN
ÁNGEL DE LA GUARDA
ADULTO: Dios creó a todos los ángeles desde el principio. Y Él, que tanto nos ama, da un ángel de la guarda a cada persona. Cada niño y niña, mientras está adorando a Jesús en cada hora santa o momento de oración, tiene a su propio ángel de la guarda adorando profundamente a Dios junto a él y ella. Al orar junto con el ángel de la guarda y al invocarlo diariamente, nos ayudará a crear con él una amistad que durará hasta la eternidad. Es por eso que todos juntos oremos con confianza:
TODOS:
Ángel de mi guarda,
dulce compañía,
no me desampares
ni de noche ni de día.
¡No me dejes sólo
porque sin ti me perdería!
ORACIÓN FINAL
TODOS: Jesús mío, dame tu bendición antes de retirarme
y que el recuerdo de esta visita que acabo de hacerte,
permanezca en mi memoria
y me anime a amarte más y más.
Haz que cuando vuelva a visitarte, vuelva más santo.
Aquí te dejo mi corazón para que te adore constantemente
y lo hagas más agradable a tus divinos ojos.
Hasta pronto, Jesús mío.
Santísima Virgen, madre de Dios y Madre mía,
que por tu intercesión
he alcanzado la gracia de realizar esta adoración,
concédeme que pueda volver pronto
a platicar con Jesús, tu Hijo, mi hermano mayor.
San José, papá terrenal de Jesús
y patrono de la Iglesia universal,
ruega por nosotros
que nos preparamos en el catecismo.
Amén.