ESPECIAL 

"SOY" - JORGE LUIS BORGES

He intentado recrear a Jorge Luis Borges como dice en su poema. Se ve un espejo y en él, su reflejo, desaparece, se comienza a desvanecer, a volver eco como él dice. Sheila Rodríguez (2º ESO C)
Ángela Castañón (2º ESO C)
Julia Piñedo (2º ESO C)

PRESENTACIÓN

Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 1899 - Ginebra, 1986) supo muy bien que “el poema es inagotable/ y se confunde con la suma de las criaturas” (“Otro poema de los dones”, vv. 71-72) y, de hecho, practicó una poesía que muchas veces se ha etiquetado como filosófica, pero que, sobre todo, se concibe como un don de creación. Lo hizo entre 1919 y 1929, partiendo de la vanguardia y depurando el concepto de ultraísmo, en obras como Fervor de Buenos Aires (1923) o Cuaderno San Martín (1929); y, tras un periodo de barbecho, volvió la mirada de nuevo a la poesía, a partir de El hacedor (1960) hasta Los conjurados (1985).

Borges podría parecer un verso suelto, pero está en la raíz de un venero muy fértil de la poesía en español. Se movió de la vanguardia a la tradición, aventurándose al orden. Y más allá de eso, las conexiones de sus versos son múltiples: con la poesía simbolista por estructuras versales y el dominio del componente oral y rítmico de la versificación, con tradiciones casi inexploradas hasta él por literatos en español o con vetas tan productivas como la quevediana.

Temas, motivos y símbolos recurrentes atraviesan su producción poética: el problema del yo y su compleja definición entre identidad y alteridad; el doble (que exploró profusamente en su narrativa); la memoria y el olvido, también vinculados a la experiencia literaria, y sobre los que articula toda una doctrina; el tiempo, ese asunto central de la metafísica, con sus innumerables dimensiones; el laberinto, que conlleva la idea de un centro escondido y se erige en símbolo de la existencia humana o de la realidad, a veces destinado a que lo descifren los hombres; las exigencias del valor y el honor; o la ceguera, que lo unirá a Homero (en un curioso cierre de uno de tantos círculos).

Autora: Esther Ortas Durand (Departamento de Lengua Castellana y Literatura - IES Valdespartera)




Marcos Celaya (2º C)
Lucía Enfedaque (2º D)
César Navarro (2º ESO D)

Soy

Jorge Luis Borges.

En una imagen.

Soy la que era muy extrovertida, pero las experiencias la han hecho más tímida. 

Soy la que a pesar de eso es simpática, generosa y trata de seguir adelante con sus proyectos y metas, sin olvidar lo que una vez sucedió.

Soy la que mira hacia el futuro, conoce nuevos espacios y soy a la que apasiona ilustrar y leer. 

Soy la que a su vez quiere conocer gente nueva y trata de pasar página y olvidar cosas malas.


Una alumna de 3º de ESO

Inés Angulo (2º ESO C)

Creía ser

Creía ser mucho,

pero no lo era.

Creía ser valiente,

pero no lo era.

Creía ser grande, 

pero no lo era. 

Creía ser eterno, 

pero no lo era. 

Era poco,

era cobarde, 

era pequeño, 

era finito. 

La vida es diferente, 

diferente a como la imaginamos

la experiencia enseña, 

enseña la realidad. 


Claudia Naya (3º ESO D)

Olaya Verité (2º ESO D)
Sonia Soler (2º ESO D)

Comentarios al poema


El texto pretende expresar que todos somos un simple reflejo y al igual que los reflejos, nos vamos desvaneciendo, lo que se asemeja al olvido. Logremos lo que logremos o lo importantes que hayamos sido en algún momento de nuestra historia, es un simple reflejo que se desvanecerá algún día y será olvidado. Las cosas no se pueden conservar para siempre, el tiempo pasa, y, eso es lo que me hace reflexionar el texto. (Nuria Gómez, 2ºESO A)

Yo personalmente opino que es un poema hermoso, que habla de que no somos para nada perfectos y básicamente, nos da a entender que somos insignificantes y que lo peor del mundo es el olvido, porque hasta que no se olvida, nada desaparece totalmente también en el sentido de que cuando alguien está enfadado contigo, el olvido y el perdón, son “la llave” para que dicho odio desaparezca. Me gustaría añadir que al decir que el tiempo es único y es de todos da a entender que ese tiempo no volverá y que todos tienen derecho a aprovecharlo. Personalmente así es como yo lo entiendo y me ha encantado. (Jesús Andreu Fraca, 2ºESO A)

Entiendo que el odio lleva a la venganza, cuya mejor forma es el olvido, lo que acaba llevando al perdón. También me ha llamado la atención la forma en la que describe el tiempo, como un laberinto dentro del cual la única salida es la nada, mejor dicho, la muerte. (Alejandro Gea, 3º ESO A)

Habla de la venganza, y habla de ella desde otra perspectiva: que la única venganza es el olvido y el perdón, que una implica la otra. Me gusta cómo plantea el odio, de una manera simple pero cierta y precisa, como algo que solo tiene una solución. (Alba Fron, 3º ESO E)

Este complicado poema de Jorge Luis Borges es una hermosa forma de expresar la búsqueda de uno mismo y de quiénes somos. Cuando dice: “Soy, tácitos amigos, el que sabe que no hay otra venganza que el olvido”, me hace pensar que los laberintos de su conciencia le han creado un odio que lo llevan al olvido de quién es. (Alba Sánchez,  3º ESO E)

El poema trata de que Jorge Luis Borges no sabe quién es él realmente y está tratando de descubrirlo. A mí me ha gustado la frase “el laberinto singular y plural, arduo y distinto, del tiempo” que yo creo que significa que cada persona tiene su propia dificultad en la vida y que parece un laberinto del que no se puede salir; y si se acaba el tiempo significa que mueres. (Jiaying Li, 3º ESO E)

Como su nombre indica “Soy” habla de lo que alguien es y no es, desde primera persona. El dice que es olvido, nada, eco como si fuera insuficiente. Expresa muchas ideas, me ha gustado. (Camino Los Fablos, 2º ESO E) 

El poema “Soy” nos habla sobre él. Una persona que está obsesionada con el olvido, el odio, la transparencia, eternidad… un poema filosófico que hace reflexionar, nos habla como él se siente o cómo se considera, una explicación sobre su forma de ver el mundo. Él no ha descubierto la forma de la vida. No es nadie. Así es cómo se siente él. (Natalia Cavero, 2º ESO E)

Trata sobre lo que eres y no eres. Es muy interesante como explica con pocas y cortas estrofas algo con un significado muy grande. Tiene muchas metáforas que según mi opinión son muy filosóficas. Tiene mucho que enseñar, tanto valores como vocabulario muy interesante. Me ha gustado mucho. (Violeta Silvan, 2º ESO E) 

Trata de uno mismo. El reflejo, el no saber perdonar, el no encontrarse a uno mismo y el de no ser nadie. Me ha gustado mucho ya que nos enseña a reflexionar y a motivarnos. (Zhi Han Li, 2º ESO E)  

El poema de Jorge Luis Burges habla sobre una persona la cual desconoce su interior y teme a no ser nadie, por lo tanto trata de averiguar cómo es. Me ha hecho reflexionar sobre mí misma y me ha parecido interesante. (Adriana Mallofré, 2º ESO E) 

Hemos relacionado cómo trata de definirse el yo del poema con lo angustiados que a veces nos sentimos los adolescentes al creer que no valemos mucho, al tener pensamientos negativos, al no encontrarnos a gusto con nosotros mismos… En cierto modo, nosotros de vez en cuando podemos sentirnos así, como si no fuéramos nada. (Yaiza Gamboa y Aroa García Hernández, 3º ESO C)

Este poema nos da una visión de nuestra existencia. El primer verso trata sobre un espejo, el reflejo buscando su existencia poética y significativa. En su reflejo busca su semejanza con el cuerpo que se refleja, en vano (inútilmente). Su silencio en vano observando el espejo, reflexionando sobre su existencia en el mundo. El segundo trata sobre una llave que abre el sentido de poder y no poder odiar, perdonar u olvidar. El tercero trata sobre el laberinto indescifrable (el tiempo), duro y como dice distinto, yendo de un lugar a otro (en el laberinto) sin fin. En el cuarto trata de que no es nadie es eco, olvido y nada, no vive ni muere, no fue una espada en la guerra, no mandó morir ni murió. Me ha gustado, invita a reflexionar. (Beltrán Barea, 2º ESO E) 

Los adolescentes tampoco hemos descifrado todavía el laberinto, singular y plural, del camino de nuestras vidas. (Juan Carlos Ibáñez Arqués, 3º ESO C).

La conexión de las metáforas del eco y el olvido me parece excelente: el eco es el recuerdo de un sonido que se va disipando poco a poco, hasta quedar en el olvido. (Gael Repollés, 1º Bach. B)

Inspirándome en Borges, diría que, cuando uno comete errores sin retorno ni vuelta atrás, lo que hace es errar en el laberinto del tiempo. (Zésar Pérez García, 1º Bach. B)

La profundidad de algunos versos del poema nos hace cavar hondo en nuestro ser. (Lucía del Castillo, 1º Bach. D)

Este poema de Jorge Luis Borges, me transmite una incertidumbre sobre quién soy, y en lo que me puedo convertir, en lo que seré. Desde mi punto de vista, el escritor pretende transmitir al lector, que siente como si no fuese nada ni nadie, y que al final todos vamos a ser olvidados en algún momento. Que aún no sabe a qué aspira en un futuro incierto. En conclusión, se está lamentando a sí mismo por no haber hecho nada para ser recordado. (Claudia Málaga, 2º ESO C)

El autor se ha dado cuenta de que al final, todos acabamos igual, en el olvido. Con el tiempo ha comprendido que todos cometemos errores, que no vale la pena odiar a los demás por los suyos y quizá deberíamos ser más conscientes de los nuestros. (Ángela Castañón, 2º ESO C)

Nos está enseñando que se siente inútil, dice que el peor castigo es el del propio olvido porque aunque no lo parezca este texto es muy real. Dice que el tiempo lo está consumiendo y él no va a hacer nada para poder disfrutar de lo que le queda. Piensa que no tiene nada que hacer, piensa que es un granito de arena entre millones de ellos que no son nada. (César Navarro, 2º ESO D)