1r premi en castellà

Cómo seducir a una rata

Amanda Ramírez

Recordáis el cuento de la Ratita Presumida, ¿verdad? Bien, pues justo el Gato estaba de camino a cortejar a la Ratita mientras ella esperaba en su puerta, cuando una encantadora melodía alcanzó sus oídos.

Cautivada, se dirigió hacia el seductor sonido. Este provenía de la flauta que tocaba un músico originario de Hamelín: cientos de ratas seguían al flautista y la Ratita Presumida no dudó en unirse a ellas.

Siguió al flautista junto a las ratas durante kilómetros y kilómetros mientras bailaba ensimismada al son de la música.

Gracias a esto, la Ratita se libró de que se la comiera el Gato, pero… ¿Acaso no caéis en cómo acaban las ratas en El Flautista de Hamelín? Así es, ahogadas.

La Ratita Presumida no se podía librar, ya fuera porque se fiara del Gato solo por su atractivo o porque se dejara guiar por las masas, la Ratita cometió errores que no se le pueden dejar pasar para que así yo una moraleja os pueda contar.