¿SE LE VAN LAS VITAMINAS AL ZUMO DE NARANJA?

NUESTRO COMIENZO

Nuestra profesora de Física y Química nos propuso realizar una investigación en la que aplicáramos todo lo aprendido acerca del método científico. Dividimos la clase en grupos y nuestro grupo está formado por cuatro personas.


Cuando empezamos no teníamos muy claro cuál podía ser el tema de nuestra investigación, pero nuestra profesora nos propuso algunos que nos parecieron muy interesantes. Tanto es así que estábamos entre dos temas, pero al final nos decantamos por desmontar el mito relacionado con la pérdida de vitamina C en el zumo de naranja. Cualquiera de las cuatro había oído alguna vez, por parte de nuestras madres y abuelas: “¡Venga, bébete el zumo, que se le van las vitaminas!”, así que quisimos demostrarles que no estaban en lo cierto.


Para empezar, decidimos buscar información sobre las vitaminas para saber más sobre el tema en el que íbamos a trabajar. Como nuestro objetivo se centraba en la vitamina C de la naranja, estudiamos esta más a fondo que el resto.


El siguiente paso en la investigación era plantear una hipótesis que pudiésemos demostrar mediante la experimentación. Para ello, buscamos información sobre estudios realizados anteriormente y tras crearnos una idea en la cabeza, planteamos la hipótesis.


Y por fin llega la parte práctica. La verdad es que es la que más ilusión nos hacía, para qué nos vamos a engañar. Aunque nos ha dado unos cuantos problemas… Y es que... ¡hemos tenido que repetir la parte experimental tres veces!

La primera vez, andábamos un poco perdidas y no teníamos muy claro cómo teníamos que hacer el experimento. El resultado fue un desastre porque no habíamos tomado los tiempos y no fuimos nada cuidadosas con las cantidades.

De ese error aprendimos un poco y la segunda vez fue algo mejor. Esta vez sí que tomamos bien los tiempos, pero no habíamos entendido muy bien cuál tenía que ser el resultado y la liamos un poco.

Y, ¡a la tercera va la vencida! Ya con todo bien aclarado y entendido, lo conseguimos. La verdad es que nos salió bien y nos pusimos muy contentas.

El que no nos saliera todo a la primera, nos ha hecho darnos cuenta de que hay que equivocarse para aprender. Además, ahora entendemos el trabajo tan duro de los científicos e investigadores. Hasta que llegan a una conclusión, tienen que probar muchas veces de formas distintas. Al principio, puede parecer muy frustrante (un poco lo es), pero sabiendo que vas a llegar a algo, todo esfuerzo merece la pena.


Por último, revisamos los vídeos que grabamos haciendo el experimento y pudimos sacar conclusiones.


Nos gustaría finalizar aclarando que sin la ayuda de nuestra profesora y de toda la información recopilada de distintas fuentes, esto no hubiera sido posible.


¡Esperamos que disfrutéis de la investigación! A nosotras nos ha servido de gran aprendizaje y esperamos que a vosotros/as, aunque sea de otra manera, también os sirva.