4. Microorganismos extremófilos

¿Qué son los microrganismos extremófilos?

Los microrganismos extremófilos son aquellos que pueden sobrevivir a condiciones extremas, no necesariamente fuera de la tierra, muchos de ellos pueden sobrevivir a las temperaturas más bajas de nuestro planeta, pero el problema surge cuando sí que pueden sobrevivir a las condiciones que presenta el espacio.

¿Cuál es el problema que puede surgir?

Si se piensa por un momento es verdaderamente simple, ahora mismo las más importantes administraciones espaciales del mundo están tratando de encontrar vida extraterrestre, así que si las naves y Rovers que enviamos en busca de esta vida están contaminadas por estos microorganismos estos pueden parecer haber sido encontrados allí cuando lo que ha pasado, en realidad, es que estas aeronaves espaciales los han transportado hasta el lugar de la búsqueda, y por lo tanto, la vida que habría sido "encontrada" en realidad no sería extraterrestre, sino terrestre, por lo que seguiríamos sin pruebas para demostrar que no estamos solos en el cosmos. Aunque esta afirmación es interesante, según los científicos, más involucrados en el tema, como pueden ser Carl Sagan quien afirma «Si estamos solos en el universo, seguro sería una terrible pérdida de espacio» o el físico Stephen Hawking, quien temía que un encuentro entre civilizaciones tuviese consecuencias catastróficas para la humanidad, parecen revelar lo contrario.

Estos son algunos de los extremófilos, en este caso bacterias que habitan el Río Tinto, y estos serían extremófilos que soportan (y necesitan) vivir en lugares con óxido de hierro y sulfatos.





¿Dónde suelen vivir los microorganismos extremófilos?

Los microrganismos extremófilos viven en el subsuelo, el Bacillus infernus fue encontrado a 2700 metros de profundidad de la superficie del suelo; y el Desulforudis audaxviator entre 1500 y 2800 metros de profundidad. Son propensos a vivir en ambientes extremos de temperatura, acidez o radiación.

¿Qué significa extremófilos?

Podríamos clasificar esta palabra como un cultismo de la antigua lengua del Latín. La palabra extremófilo quiere decir Extremo, en latín extremus – que hace referencia a grados o niveles más elevados y del latín filos – que significa amor, apego, en este sentido un extremófilo es un organismo que en su estado natural es capaz de vivir en ambientes extremos y no solo eso ya que también necesita de ese ambiente para sobrevivir.


¿Qué lugares de la tierra son más propensos para encontrar vida extremófila?

Uno de los sitios más famosos y del que seguro que todos hemos oído hablar es Chernóbil , allí podemos encontrar extremófilos que pueden aguantar una cantidad inmensa de radioactividad, teniendo en cuenta que muchos de ellos sobrevivieron al desastre nuclear de 1986, por ejemplo, el gusano Anisakis simplex. Otro sitios incluyen el Mar Muerto, con bacterias como la Chromohalobacter beijerinckii, desiertos donde encontramos a los famosos tardígrados, también llamados osos de agua, cuevas oscuras donde se pueden encontrar escarabajos que sobreviven sin luz solar como los Aphaenops tellkamp o escarabajo de la cueva. También encontramos extremófilos dentro de rocas, volcanes, fuentes hidrotermales o en lugares con temperaturas bajo 0ºC, y todos ellos (casi siempre) como hemos mencionado antes, bajo tierra.

Así que como podemos observar, comprobamos que los microorganismos son un campo exageradamente extenso en cuanto a localización, pero nosotros nos hemos querido basar en las localizaciones extraterrestres en las cuales algunos microorganismos podrían sobrevivir.


Y aquí, podemos encontrar imágenes de los extremófilos que hemos comentado en el apartado de los lugares más propensos para encontrar la vida extremófila.

Entonces, ¿cuáles son esos lugares fuera de nuestro planeta en los que algunos microorganismos extremófilos podrían sobrevivir y qué extremófilos serían estos?

Bueno, lo primero es lo primero, y en este caso tenemos que descartar los seres vivos que no podrían sobrevivir en otros planetas. El primer descarte es el reino vegetal, en el que incluiremos a las algas, ya que son seres fotosintéticos e Isaac Asimov en su libro Fotosíntesis afirma que estas necesitan condiciones minuciosas. Por otro lado, también comenta que la mayoría de ellas, y ahora me dirijo únicamente a las plantas, contienen almidón, lo cual nos lleva a la digestión del almidón, tanto de la amilosa como de la amilopectina, esta se puede producir por modificación de algunas condiciones de procesamiento, lo cual requiere una posición del sol que tenemos en nuestro planeta, y por esto y otras muchas razones quedan descartadas, y al descartarlas también descartamos a los animales ya que sin plantas no sobrevivirían.


El reino entero de los protoctistas no podría sobrevivir fuera de la Tierra, pero al ser por distintas causas lo hemos separado en distintos bloques. Bien pues esto nos deja con bacterias y hongos. Si bien no todos ellos son extremófilos y si bien no todos los extremófilos sobreviven a las condiciones que nos demuestra el espacio, hay una parte de ellos que sí que lo hace, y al ser microorganismos, siempre tendremos la duda de si nos llevamos algo que pueda sobrevivir ya que como comentábamos en capítulos anteriores y volveremos a comentar, nada está esterilizado al 100% ya que todo tiene microorganismos.

Y bien, ahora la pregunta del millón ¿dónde? Bueno, esta pregunta es subjetiva ya que no todos los extremófilos tienen los mismos limites de condiciones, lo que sí podemos afirmar es dónde es más probable que haya vida extraterrestre. Estos lugares incluirían Europa, una de las lunas más famosas de Júpiter descubierta por Galileo. Otro sitio con muchas papeletas sería Encélado, satélite de Saturno y Marte.

Pero esto es solo lo que conocemos, no sabemos qué hay más allá de nuestro sistema solar, y se duda de que podamos explorarlo, aunque tenemos la esperanza de que algún día, con un poco de suerte no muy lejano, lleguemos más allá de la Nube de Oort.