Cualquier tipo de software que realiza acciones dañinas en un sistema informático de forma intencionada y sin el conocimiento del usuario.
Tipo de malware cuyo objetivo es alterar el correcto funcionamiento de un dispositivo. Lo hace infectando los ficheros de un ordenador mediante un código maligno, y su principal característica es que necesita de la intervención del usuario para ser ejecutado.
Su principal diferencia con los virus informáticos es que no necesita la intervención del usuario ni la modificación de ningún archivo existente para infectar un equipo. Por lo demás, tiene la característica de replicarse a sí mismo para expandirse por las redes a las que está conectado un dispositivo.
Mientras que un virus suele ser destructivo, un troyano trata de pasar desadvertido mientras accede a tu dispositivo con la intención de ejecutar acciones ocultas con las que abrir una puerta trasera para que otros programas maliciosos puedan acceder a él. A diferencia de los gusanos informáticos, los troyanos no se propagan a sí mismo.
Programa que se instala en tu equipo por sí sólo o mediante la interacción de una segunda aplicación que lo lanza sin que te des cuenta. Suelen trabajar a escondidas tratando de ocultar su rastro para que levantes la guardia y actúes con normalidad. Su finalidad es la de recolectar información sobre el usuario u organización dueña de un ordenador de forma no autorizada.
Su única misión es la de meterse en tu ordenador y empezar a mostrarte publicidad, ya sea mientras estás navegando por internet, a forma de pop-up en momentos aleatorios o durante la ejecución de un programa.
Lo que hace es secuestrar los datos de un ordenador y pedir un rescate económico a cambio de liberarlo. Normalmente lo que hace es cifrar tus datos, y lo que te ofrecen a cambio del rescate económico es la clave para poder descifrarlos.