- El orden y la limpieza deben presidir todas las experiencias de laboratorio ya que es fundamental para evitar accidentes además de poder así disponer de lo necesario y en condiciones óptimas para desarrollar cualquier actividad en todo momento.
- Es recomendable lavarse siempre las manos al término de una operación y antes de abandonar el laboratorio.
- Limpiar, guardar y conservar correctamente el material y los equipos después de cada práctica, de acuerdo con las instrucciones y los programas de mantenimiento establecidos.
- Limpiar, organizar y ordenar sobre la marcha, a medida que se realiza el trabajo manteniendo limpias las mesas de trabajo, evitando que se acumule suciedad, polvo o restos de los productos utilizados.
- Mantén el área de trabajo ordenada, sin libros, abrigos, bolsas, exceso de botes de productos químicos y cosas innecesarias.
- En las mesas de laboratorio o en las zonas de paso, no pueden depositarse prendas de vestir, apuntes, bolsas, exceso de botes de productos químicos y cosas innecesarias, que pueden entorpecer el trabajo.
- No dejar botellas, garrafas y objetos en general tirados por el suelo y evitar que se derramen líquidos por las mesas de trabajo y el piso.
- No bloquear los extintores, mangueras y elementos de lucha contra incendios con cajas o mobiliario.
- Los recipientes utilizados para almacenar disoluciones deben limpiarse previamente, eliminando cualquier etiqueta anterior y rotulando de nuevo inmediatamente.
- No sobrecargar las estanterías y zonas de almacenamiento.
- Colocar siempre los residuos y la basura en contenedores y recipientes adecuados.
- Recoger los frascos de reactivos, materiales y útiles de trabajo al acabar de utilizarlos.
- Desechar el material de vidrio roto o con fisuras en el contenedor apropiado.
- Guardar los materiales y productos, en las zonas de almacenamiento habilitadas a tal fin.