La memoria y el olvido están más entrelazados de lo que solemos imaginar. Como señala Hofman (2021), "el olvido está imbuido en el recuerdo; la memoria necesita del olvido, pues algo (mucho) debe ser olvidado para que algo pueda ser recordado". Nuestra mente no es un disco duro que almacena cada detalle; necesita seleccionar, filtrar y, en muchos casos, dejar ir, porque, como afirma Jelin (2023:50), "la memoria total es imposible". Si bien olvidar es consustancial a nuestra memoria, hay que reconocer que algunos olvidos pueden ser producto de voluntades específicas que buscan borrar o distanciarse de un pasado. ¿Qué posición asumimos respecto de la historia del pueblo maya y la pandemia, marcada por una vulnerabilidad estructural? la de evitar que ésta caiga en el olvido.
Durante la pandemia de COVID-19, las comunidades mayas de Yucatán enfrentaron la crisis desde una posición desigual producto de una vulnerabilidad estructural. La precariedad en el acceso a la salud, la educación y los medios de vida, ya presentes antes de la pandemia, se profundizaron. Yucatán, con su fuerte presencia de población indígena, se convirtió en uno de los estados con mayor impacto en número de casos y defunciones entre comunidades indígenas.
¿Cómo recuerda el pueblo maya esos días de incertidumbre? En sus memorias resuenan el miedo, la preocupación, la pérdida y el aislamiento. Aquí, compartimos fragmentos de esas vivencias, testimonios que dan cuenta de la realidad que enfrentaron, de su capacidad de resistencia y de la manera en que el pasado sigue vivo en el presente.
Explora sus relatos y sumérgete en la memoria de un pueblo que nunca deja de reconstruirse.
Lo que recuerdo es el miedo que te da cada vez que se jala la campana seguido, seguido, porque sabes que es un muerto. Da miedo por los hijos, más por los niños. Hasta miedo da de salir… Diarios da miedo. Ir a comprar, da miedo comprar. Cómo regresas en tu casa, quitas tu zapato, hasta tus chanclas para ir al baño directo. Cuando empezamos a ir Valladolid, te dejan en medio camino, te ibas caminando hasta el centro. Igual regresas, dejas tus cosas, te bañas antes de entrar adentro de tu casa… Pero así es el miedo, más que nada es el miedo por los niños (S. Can, entrevista, noviembre de 2023).
Cuando llegó la pandemia, asustó a la gente. Te desespera y no podemos salir, estamos encerrados en la comunidad. Lo que sí me preocupa es cómo lo hago, si salgo a comprar, hay mucho… Veo que hay gente aquí en la comunidad, que hay dos personas que ya se murieron en la pandemia y los llevan con el doctor donde se mueren. Es el temor que tenemos. Entonces, en vez de que vaya con el doctor, yo empecé a hacer mi medicina (D. Kú, entrevista, julio de 2023).
Jump’éel k’oja’anil jach yaj uchuk u ts’áaik ti’ to’on, ti’ teen beyo’. Jump’éel k’oja’anil jach difícil ku kupik u yiik’ maak, yayaj k’oja’anil, pos kek k’aske’ bix uchik u ts’áaik, jach tu tselaj ek muuk, pat mek xiimbal, mek jaanal tuláakal le je’elo’ tu meetaj ek jéesbaj. Eso no se olvida (E. Tuz, entrevista, noviembre de 2023)
Muerte
Cuando yo escuché que en la mañana se murió un señor de edad avanzada, pero a las 2-3 de la tarde también se muere su hijo, y solo de ver la carroza donde traían, la caja para el cadaver, pues es casi de mi misma edad o menos, porque el tiene menos de 50 años, yo tengo más de 50 años, de pues solo la impresión de ver y pensar que este señor pues tiene niños pequeños, está dejando a su viuda, como que entré en un shock, cuando yo llegué aquí me sentía yo mal, no buscaba yo qué hacer, me entró como una desesperación, y hasta me empezó a dar calentura, yo hasta pensé que también ya me pegó esa enfermedad, entonces hablé a una de mis hijas que trabaja en Valladolid, ¿qué tienes?, solo calentura, no tengo tos, respiro bien y todo, pero yo pienso que es la impresión nadamas de ver que se muera un papá y a horas después se muere un hijo, esa es la experiencia más difícil (T. Huchim, entrevista, mayo de 2023).
Lo que recuerdo de la pandemia fue que mis dos hermanos fallecieron tan rápido por el COVID. Es la enfermedad, sí es la enfermedad porque es rápido. No dio chance de ir rápido al doctor para que se cure, y a mí, lo mismo. Tuve de esa enfermedad y mi esposo, él andaba mucho, bajaba a Tekax, Oxkutzcab y a Mérida, pero luego regresaba aquí cargado de la enfermedad. Viene con nosotros, nosotros no salimos. Viene mucha visita de Mérida y vienen los politiqueros, nosotros no salimos para nada y la familia está tranquila aquí. Tan rápido entra la enfermedad y sufrimos bastante (O.M. Chan, entrevista, julio de 2023).
Aislamiento
Pues que no hay que salir, viajar, no dejaban porque tienen miedo a la enfermedad, ni en el parque, ni para ir a otros lugares, en las tiendas, en el molino, no puedes salir porque hay enfermedad, no te dejan entrar, pides la tortilla en el molino y ellos la van a buscar, no te dejan agarrar las cosas, no puedes escoger lo que comprabas, no te dejaban entrar a la tienda porque tienen miedo. Desde afuera nos atendían (Mari, entrevista, julio de 2023).
Me acuerdo de que todos estábamos encerrados, sin salir, con miedo y pensando mucho en él y mi hijo que viajaba mucho. Era el miedo que yo tenía; iba y regresaba, viajaba mucho, es a lo que tenía miedo en ese tiempo (E. May, entrevista, julio de 2023).
Pérdida de trabajo/economía
Lo que yo pensaba era lo que íbamos a hacer y no había dinero, si dejaba de trabajar. Mi hijo y yo dejé de trabajar. Casi sí lo vi un poco difícil, porque no había dinero, ya que mi trabajo era lavar y planchar, y no podía salir por la pandemia (E. May, entrevista, julio de 2023).
El trabajo, el trabajo de mi esposo fue lo más difícil, porque se quedó sin trabajo. Él trabaja ayudando a unos vecinos a sembrar. Sin embargo le dijeron que ya no hay trabajo, por lo mismo que no pueden vender la cosecha (L. Cab, entrevista, julio de 2023).
El trabajo, ahora sí, lo que hay lo vas a comer. A veces, al siguiente día no sabes si hay o no hay, si se me gasta esto, ¿qué voy a hacer para mañana?, ¿La comida de los niños? Hay niños. Tú puedes decir: “a aguanto hasta 3 días”, pero ellos no. Ellos te dicen: “mamá, comer”, es porque tienen hambre. Es feo, y el trabajo que no había, todo estaba cerrado (S. Can, entrevista, noviembre de 2023).
Pues lo impactante, pues no tenías suficiente dinero. Hacías urdido de hamaca; no lo vendían. ¿Cómo va a ir a venderlo? No puedes salir. Todos los comercios no podían producir. Tengo a mis hijos, y a ellos, aunque les digas que no hay, están chicos. Ellos no lo entienden. Te dicen: “quiero comer esto”. Les dices que no hay ahora, porque ya no estoy trabajando y antes yo trabajaba. Cerró la planta donde trabajaba, yo no busqué hasta ahora que volví a salir (A. Moo, entrevista, noviembre de 2023).